La maldita violencia

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Ezequiel era un niño que aparentaba ser muy feliz. Tenía un montón de amigos,una linda escuela y también...una familia.

Ezequiel era feliz,claro...has que entraba a su casa. Su familia tenía fama de buena gente entre los vecinos,generoso,bondadosos,buenos con su hijo...vaya mentiras...

Sus padres eran una escoria y el pobre Ezequiel tenía que vivir allí,impotente,sin poder impedir.
..nada.

Sus padres,cada vez que tenían un problema,ideaban una razón absurda para hecharle toda la culpa a él,lo insultaban,le gritaban,lo encerraban en el sotano,lo golpeaban salvajemente con cintos...eran mnstruos.

Ezequiel vivía allí,impotente,sin poder hacer otra cosa que no fuera llorar.

Una noche en la que lo habían obligado a dormir en el sótano,aparecí yo. Nos miramos por un minuto que pareció eterno y luego entablamos una converzación.

Así,en tan solo una semana,descubrí la horrible vida del pobre niño. Con 9 años soportaba todo aquello. Era impensable.

Muchas veces,al verlo hablar conmigo,le gritaban...

-¡Hey! ¡Idiota,te lo dije cientos de veces,no hables solo,es una molestia!

-Hay,déjalo,es un estúpido mal agradecido,tendría que haberlo dado en adopción...

-Lo agradecería...-susurraba para sí bajando la vista...

Yo odiaba con todas mis ganas a aquellas dos bestias,pues eso es lo que eran. Me sentía muy mal por no poder hacer nada...

Sus padres eran tan astutos como malas personas. Lo golpeaban siempre en la espalda y en el pecho y el estómago,para que nadie viera las marcas.

Pero un día,en la piscina,un profesor le preguntó que le había pasado. Ezequiel,sintiendose contenido,le contó sobre sus padres. Qué grave error.

Esa misma tarde,el prodesor se presentó en la casa del chico y le anunció a sus padres que serían denunciados. Ellos,que eran bastante adinerados,le dieron una gran suma de dinero haciendole prometer que no diría nada. El profesor se fué de allí,no sin antes palmearle la cabeza a Ezequiel y decirle:

-Sé un buen chico y pórtate bien...

Ni bien se fué el "falso héroe" ,azotaron al chico con una vara de madera hasta dejarle la espalda roja y amoretonada. Los azotes fueron acompañados por variados insultos.

-¡Idiota! ¡¿Cómo te atreviste a...agh!? Maldito niño.

-Dé..jame,porfavor...

-¡Calla!

Yo lloraba de la impotencia,era horrible contemplara aquella escena: el padre golpeaba al chico mientras que su madre observaba,con una leve sonrisa maliciosa. Para peor,cuando por fin lo enviaron a su cuarto,escuché a aquel hombre despreciable comentar:
-Nada como...una jornada de puro ejercício

Proferí un grito de rabia y esa misma noche le dije a Ezequiel que debíamos escapar de allí,a cualquier parte. Éste fué el error más grande que cometí en mi vida. Lo atraparon tratando de escapar y le dieron una palisa tal que le dejaron las piernas paralizadas. Me arrepiento de esto y seguiré arrepintiendome siempre,porque en el fondo,sé que en parte,es mi culpa.

Al cumplir 10 años ya era muy autónomo,aún estando en silla de ruedas. Sus padres ya no le hacían de comer ni lo llevaban a la escuela porque consideraban que "El idiota ya estaba muy mayorcito".

A donde van los amigos imaginarios...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora