Aviso: En la página de amor yaoi se puede encontrar la misma historia (Cambiando levemente algunos aspectos personales de los personajes) pero con la pareja Akashi-Aomine. Un saludo a todos y espero que disfrutéis la lectura.
El fin de la soledad:
Los gritos del pabellón se escuchaban en todo el recinto. Todos animaban a los del equipo de la carrera de criminalística en el que jugaba Aomine Daiki. Según decían los rumores, uno de los mejores jugadores de la generación pero en aquel partido, algo extraño estaba sucediendo y tanto Tetsu como Kagami fueron testigos de aquello.
Jamás habían visto a Daiki quedarse atrás en un partido, jamás había detenido su juego para tomar aire. Ni siquiera cuando estaba agotado ese chico se detenía pero ahí estaba, en mitad de la cancha prácticamente ahogándose, tratando de recuperarse para seguir. Kagami observó el rostro preocupado de Tetsu, estaba claro que algo estaba sucediendo.
Daiki era la persona más luchadora que conocía Kagami, por eso lo había señalado como su mayor rival, sabía que era el único que quizá algún día consiguiera derrotarle, desde el primer partido contra Aomine, había guardado sus sentimientos por él y no podía negar que ahora mismo, estaba preocupado. Ya llevaba un par de partidos donde su rendimiento había ido decreciendo, hasta cuando jugaban un uno contra uno... Aomine no estaba al cien por cien como solía estarlo.
- ¿Qué crees que le ocurre? – preguntó preocupado Tetsu.
- No lo sé – susurró Kagami echando un vistazo hacia el banquillo, observando cómo Momoi hablaba con el entrenador y éste pedía tiempo muerto para poder sacar a Aomine de la cancha unos segundos.
Por la cara que tenía Momoi, todos sabían que estaba preocupada pero por más que ella trató de sacarle algo a Daiki, éste sonreía y la tranquilizaba explicándole que últimamente tenía algunas preocupaciones en la cabeza y no estaba dando el cien por cien. Desde luego, Momoi no dudaba de sus palabras, sonaba muy real cuando Aomine hablaba, él era capaz de convencer a todos, pero aun así, nunca les decía cuáles eran sus preocupaciones y eso estaba lejos de tranquilizar a los amigos cercanos.
- Aomine... ¿Por qué no sales un rato de la cancha? Te sentará bien descansar – preguntó Momoi.
- No, estoy bien – sonrió Aomine – ya se me ha pasado, de verdad.
El entrenador al ver que se estaba recuperando otra vez y le insistía en que se centraría en el partido en lugar de en sus preocupaciones, volvió a sacarlo a la cancha. Aquel partido lo ganaron muy ajustado. Kagami y Tetsu observaron cómo todos se marcharon a los vestuarios así que decidieron irse a casa. Al salir, fue Kagami quien cogió la pelota de baloncesto que llevaba Tetsu bajo el brazo y le sugirió con una sonrisa que fuera con el resto de su equipo de vuelta a casa, él se esperaría para hablar con Aomine, quizá si le retaba a un uno contra uno, pudiera sacarle algo de información sobre lo que le estaba ocurriendo últimamente. Tetsu afirmó y con su siempre semblante inexpresivo, siguió al resto del equipo dejando atrás a Kagami.
Aomine esperó bajo la ducha un buen rato, quería dar ventaja a sus compañeros para que salieran antes que él. Una vez arreglado, cuando ya se estaba abrochando sus zapatillas, uno de sus compañeros le tocó la espalda sonriendo, despidiéndose de él hasta el siguiente entrenamiento a menos que quisiera que le acompañase un trozo del camino a casa, pero Aomine sonrió y se negó, estaba acostumbrado a estar solo y en parte, ya era algo que conseguía instintivamente. La soledad era algo que le acompañaba desde que su sombra le abandonó para irse a jugar con Kagami.
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El fin de la soledad (Kagami-Aomine/ Amor yaoi: Akashi-Aomine)
FanfictionAviso: En amor yaoi está la misma historia pero con la pareja Akashi-Aomine. Aomine Daiki ha empezado a bajar su rendimiento en la cancha, algo que no pasa desapercibido para nadie y mucho menos, para sus compañeros más cercanos, Momoi, Tetsu y el p...