"Um... creo que debería ayudarlo..." me debatía si ir a ayudar al hombre que maldecia con su coche o hacer como si nada hubiese pasado. "Ya, lo ayudaré."
-¡MAMÁAAA, AYUDARÉ AL TIPO DE AFUERA"
-¡LLÉVALE LA CAJA DE HERRAMIENTAS, TESORO!- Me respondió mi madre.
Era casi verano, octubre... Um... primavera sería mejor decir. Hacía un calor casi sofocante fuera, por lo que estaba con un vestido floreado corto, y unas sandalias marrones. Me acerqué al hombre que estaba escondido tras el capó del auto.
-Hola... Um... ¿necesit...?- Me callé al instante. Lo observé. Era alto, pelo corto y oscuro, delgado y tenía unos ojos hermosos. Llevaba la típica gorra de Minecraft y esas poleras que siempre amé. Estaba sorprendida. Yo sabía muy bien quien era-. Tu... tu...-ahogué un grito- ¡ERES EL AMOR DE MI VIDA!-Exclamé con una gran sonrisa, riendo como idiota.
-Eeeeh... ¡Hola!- Río, avergonzado por mi declaración de amor muy instantánea.
-¿Necesitas una mano, Rube... QUIERO DECIR... Rubius?- Le pregunté, casi atemorizada por mi abuso de confianza.- Traje algunas herramientas.
-Claro, ¿podrías alcanzarme una llave inglesa?- Preguntó, con esa sonrisa tan hermosa que tiene.
-Si, por supuesto- le sonreí, dejé la caja de herramientas en el suelo y la abrí. Wooow, demasiadas herramientas. ¿Cual era la llave inglesa? Tome algo con forma larga, con un mango grueso. Nop, definitivamente eso no era una llave inglesa. Lo dejé en donde estaba e hice que buscaba lo que él me había pedido.
-¿Has encontrado la llave?- Escuche su voz a mis espaldas.
Agarré la primera herramienta que encontré.
-Toma- lo miré temerosa, pero él sonrió y susurró un 'gracias' antes de esconderse bajo el auto.-¿Quieres algo para beber... Rubius?- Se sentía raro llamarlo así, era como impropio de mi decirle así.
-Pues no, ¡pero gracias!- me dijo, aún abajo del auto. Sentí su sonrisa en su voz.
Me senté de la forma más apropiada que pude en el piso ya que tenía un vestido no tan adecuado para que vaya y me siente en aquel lugar. Rubius tardó 10 minutos en arreglar el auto, de seguro no era tan grave.
-¿Quieres pasar a lavarte?- No quería que se vaya tan rápido.
-Tranquila, vengo a visitar a mis abuelos que viven a sólo media cuadra...- le dediqué una sonrisa desilusionada, debo creer que él entendió esa sonrisa de 'quiero quedarme contigo, idiota'- Pero, supongo que querrás una foto... o algo parecido...- Sonó como si estuviese obligado, y lo que menos quería era que se sintiera así.
-SÓLO si tú quieres- dije, haciendo énfasis en la primera palabra y dedicándole una sonrisa.
-Vente para aquí, pequeña-dijo sacando su celular y abriendome los brazos.
Lo único que hice fue abrazarlo. No quería una puta foto, quería un abrazo suyo. Adiós a la distancia que me separaba de él. Era mi momento y estaba abrazando al hombre que más admiraba en youtube.
-Pueeees- alargó la palabra, abrazandome más fuerte-, veo que no quieres una foto.
Negué con la cabeza.
-¿Eres una suscriptora mía?
Asentí con la cabeza.
-¿Quieres que me vaya?
Negué lo más rápido que pude con la cabeza. Rubius rió.
-¿Quieres que nos besemos, para que no haya tensión?- Dijo, riendo.
