MAMÁ ... devuelveme a mi hijo (Park Jimin, Jeon Jungkook y Park Jiyeon)

Capítulo 17: Papá es malo. N#1

Habían terminado de almorzar y Jiyeon recogía la mesa para poder limpiar la vajilla sucia, la limpieza era una de sus prioridades, y mucho más, si se trataba de la cocina. Jimin salió de casa luego de unos minutos, en realidad no sabía a donde, pero no sentía la necesidad de saberlo, él ya es un hombre adulto, que puede valerse por si mismo.

La casa estaba sumida en una gran tranquilidad, serena, relajante y pacífica, pero a veces, esa paz, puede considerarse algo peligroso si se tiene una familia sumamente bulliciosa.
Después de haber completado todas sus tareas, ya sean laborales como domésticas, notó una ausencia, además de la de su esposo.

¿Dónde estaba su hijo?

Caminó por el primer piso hasta lograr divisar a Keyowo dormitando en la alfombra del recibidor.

(Jiyeon): ¿Dónde está tu amo?

La pastora la observó desde su sitio para luego lanzar un largo y contagioso bostezo al aire y esconder su rostro entre sus patas delanteras.

(Jiyeon): Te afectan los domingos ¿verdad? En esta casa eres la única mujer que es tratada como reina, ¿Quieres saber que es estar cansada?, haz lo que yo, organiza esta enorme casa y cuida de dos niños.

Keyowo inclinó su cabeza hacia la izquierda mientras levantaba sus orejas, como un gesto interrogante.

(Jiyeon): Cuando tengas hijos lo entenderás (alzó su mirada hasta el segundo piso, la pequeña discusión con Keyowo casi le hace olvidar por completo su objetivo, Jungkook).

Subió sigilosa las escaleras, esperaba percibir sonidos como la voz inconfundible del presentador de Walt Disney o los juguetes a control remoto, pero no, no se escuchaba nada que no fueran sus pisadas. Al subir el último escalón observó todo a su alrededor, esta calma la perturbada, el silencio no era común en su hogar.
Caminó por el pasillo dando pasos acelerados, se sentía preocupada, la idea de que su hijo podría estar presentando un ataque de asma en ese momento alertó sus sentidos. Al estar frente a la puerta de la habitación de Jungkook, acercó si oído a ésta mientras giraba el pomo, escuchó la voz de su hijo, hablando solo.
Se adentró en la habitación y la recorrió con la mirada al no divisar a Jungkook, fue hacia el baño con la esperanza de encontrarlo ahí, pero no estaba. Regresó de nuevo al dormitorio, parándose en medio de este, guardó silencio y trató de localizar de dónde venían los pequeños murmullos.

El armario...

Su ceño se frunció mientras daba pasos lentos hacia las puertas del armario, ¿Por qué su pequeño estaba ahí?, las abrió poco a poco hasta que pudo distinguir la pequeña figura de su hijo en un rincón de éste, con sus piernas pegadas a su pecho mientras sostenía un plato de galletas en sus manos. Jungkook alzó su mirada cuando la luz intrusa atacó sus ojos que ya se habían acostumbrado a su compañera, la oscuridad, para luego abrirlos de sobremanera al ver la figura de su madre, con la mirada fija en él.

(Jiyeon): ¿Kookie?

(Kook): Hola, mami...

Jiyeon se re-cargó en la puerta del armario mientras cruzaba sus brazos.

(Jiyeon): ¿Qué estás haciendo? (El menor guardó silencio, bajó la vista, mientras jugaba con el plato en sus manos) ¿Jungkook?

(Kook): ...Estaba jugando.

(Jiyeon): ¿Y porqué en el armario?

(Kook): Es que...quería hablar.

El rostro de Jiyeon se de-formó en uno confuso, no entendía las palabras de su pequeño.

(Jiyeon): ¿hablar? ¿y con quién querías hablar?

(Kook): ...Contigo.

(Jiyeon):¿Tienes algo que contarle a mami? ¿mmh?