Capítulo 3

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*Rusia*

Me desperté sin ser consciente de la hora que era, pero a pesar de ello logre percibir algo extraño, el calor que producía el cuerpo de china no podía sentirlo, tal vez ayer estuve ebrio pero soy consciente de lo que hice, logre hacer lo que durante años había deseado, por fin China era mío.

Mientras el resto de mis sentidos despertaban me vestí y oí una regadera al final del pasillo por pura curiosidad me dirigí hacia el sonido pensando que era china quien acababa de bañarse.

Después de unos minutos el sonido del agua chocando contra el piso se detuvo y como lo supuse china se estaba bañando, salió vestido con una pijama blanco rozando el azul.

—buenos días Yao Yao —Dije inmediatamente cuando salió del baño

—Ah, sigues aquí

Algo sonaba raro en la voz de Yao, ni siquiera volteo a verme para dirigirme la palabra ¿qué pasaba? hace mucho tiempo que no lo veía así, desde que era pequeño y ambos estábamos en la casa de Mongolia.

Pasaron las horas, el ambiente seguía igual y ninguno de los dos hablaba. Yao lanzo un suspiro para después voltear a verme, mi piel se erizo, parecía que iba a hablar después de tanto tiempo en silencio.

—Hazme un favor y vete

Creí no haber escuchado bien a Yao, él nunca me hablaría así, mi cuerpo se paralizo, no sabía ni que pensar, estaba confundido.

—¿Q-qué? —Pregunte inocentemente como si fuera un niño

—No te quiero volver a ver, lárgate

Pude escuchar como mi corazón se rompía nuevamente, no sabía cómo actuar ante esta situación, llegue a pensar que esto era un sueño, que no era real que Yao me estuviera diciendo eso y que de paso cortara con nuestra amistad de tantos años, creí que él me quería.

Seguido Yao se fue por un pasillo a su habitación, cerró la puerta de un golpe, pude oír cómo le ponía seguro.

Camine por el pasillo hasta la entrada algo confuso, mi mente estaba en blanco ¿qué había pasado? A penas hoy en la madrugada vi a china preguntándome cosas preocupado.

Me dirigía a mi casa; sin embargo, el dolor me impedía seguir avanzando, caí en la nieve sintiendo como mis lágrimas se congelaban aun estando en mi rostro, y en medio de lágrimas congeladas mi roto corazón también se congelaba, pedazo a pedazo se iba saliendo de mi pecho, lo observe por unos momentos para después levantarlo con rastros de nieve.

—¿Ahora cómo reparo esto?

Usualmente estaba acostumbrado a que mi corazón se saliera, pero esta vez era diferente, a Yao lo quería desde que lo conocí, simplemente quería que fuera mío, lo veía con sus hermanos menores, solo  quería que él volteara atrás, que me mirara y abrazara con su calor, pero él nunca volteo. Me quede solo pensando en él, a pesar de todo yo le di mi amistad y él pareció aceptarla pero ahora se fue igual que todos.

Llegue a mi casa cerca de las ocho de la noche donde me desmaye en la entrada, cuando desperté vi a Estonia.

—Sr. Rusia ¿se encuentra bien?

—Sí, ¿qué haces aquí?

—Quería visitarlo para ver si se encuentra bien.

Seguimos hablando por un tiempo, como por las doce regrese a la casa de Yao donde me abrió Hong Kong, me dijo que Yao estaba en su cuarto desde ayer. Deje un girasol y me fui, eso lo hice por tres meses.

Alianza (Rusia x China)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora