"Capítulo 1"

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Un pequeño niño se encontraba sentado en una banca, observando a sus demás compañeros de la escuela acompañados de sus familiares.
Balanzeaba los pies y se desaflojaba la corbata azul celeste.
Veía como los niños jugaban y reían con sus padres.
El pequeño peliblanco sacó de su bolsillo un paquete de dulces ácidos de diversos colores y formas.
Comenzó a abrirlo sin ningún cuidado.
Se encontraba molesto, esta vez iba a hacer diferente le prometieron.
Pero no lo fue.
Se encontraba solo en una banca de la escuela mientras que los demás niños jugaban y reían con sus padres.
Su hermana mayor tampoco era de mucha ayuda.
Se peleaban a menudo, lo único que hacia era reprimirle y molestarlo junto con sus dos secuaces, las cuales les sacaban de quicio a menudo.
El pequeño peliblanco no tenìa amigos, no hablaba con nadie, siempre fue muy introvertido.
Su hermana no era  muy diferente de él en ese aspecto, sus dos amigas fueron cosa de un "milagro", como suelen burlarse en su familia.
Y claro que lo fue, su hermana mayor de nombre Elsa tenía un carácter controlador y perfeccionista, a más de uno había desesperado Elsa.
Jackson una vez más acomodo la corbata azul celeste, le era muy difícil mantenerse quieto, siempre ha sido así, muy imperactivo. Pero hacia su mayor esfuerzo, era un día importante. Màs a sus padres se les debió de haber olvidado.
Divisó a lo lejos tres pequeñas niñas vestidas con muy elegantes y lindos vestidos, jugaban y reían mientras se balanzeaban de un lugar a otro con los ampones vestidos, todos los niños miraban embobados a los tres niñas, pero era claro que el centro de atención era cierta rubiecita, que hizo a Jackson sonrojar, aunque movio la cabeza exageradamente moviendo la cabeza, el que te agrade una niña era el peor pecado para un niño, tenía que aborrecerlas y odiarlas, pero la pequeña rubiecita era  el "pero" de todos los niños.

A lo lejos, en el pequeño parque cubierto con pasto y unos cuantos árboles, se encontraba una pequeña rubia de cabello extremadamente largo y vestido lila con muchos moños, se encontraba descalza ya que odiaba tener que usar zapatos, a su lado, una pequeña peliblanca con el ceño fruncido, con ojos azul claro, casi cristalino y con trenza francesa con fragmentos de copos y un vestido azul claro.
Y por último una niña danzando con la ribiecita un tanto molesta y cansada de tanto bailar con la pequeña rubiecita, una pelirroja de cabello muy alborotado y esponjado y de unos ojos azul celeste, su cabello amarrado en una simple trenza que estaba por explotar y un vestido rosa pastel.
Mientras ellas bailanban Jackson se acercó a ellas.
-Fuera de aquí Jackson.
-Tu no me mandas Elsa.
-Son tu hermana mayor, debes obedecerme.
-Obligamé.
Los pequeños se acercaron amenazadoramente uno al otro.
-Si no lo haces voy a....
-¡¡¡Basta!!!
Una voz chillóna los sacò a ambos del conflicto.
La pequeña rubia se encontraba en medio de los dos separándolos.
-Se supone que son hermanos, no enemigos.
Jackson se pusó muy rojo por la cercania de esta, pudo percibir su agradable olor a rosas.
Mientras su hermana mayor y la niña de sus sueños discutían.
La pequeña niña pelirroja observaba con atención a Jackson, le parecia muy curioso, aunque a su edad todo era curioso, pero Jackson era algo diferente le intrigaba mucho. Lo conocía hace muy poco, nunca se habían dirigido la palabra, se sentaban juntos en clases, pero nada.
La pequeña niña de nombre Merida, se encontraba muy confundida, Jackson era muy distinto a todos los que niños que había conocido, bueno no es que conociera a muchos, pero conocia a uno en especial, siempre están juntos, aunque en estos momentos no. A Merida le agradaba mucho y a el pequeño niño de nombré extraño como el suyo, también. Sus padres estaban muy contentos de que se llevaran bien, algo que ellos no comprendian, sus madres de ambos se emocionaban más, como ayer, cuando ella y el pequeño castaño corrian y trepaban el gran árbol en el cual tenía una pequeña casa del árbol, su lugar secreto, nuestra pequeña pelirroja resbalo y calló, provocàndose una pequeña raspadura, aunque lo suficiente para hacerla soltar un quejido, el pequeño castaño saltó desde los primeros escalones y corrió a auxiliarla.
Merida recuerda como se quedo a su lado todo momento, incluso limpio y "curo" su herida con un beso, ya que era como lo hacia su madre. Merida y el niño se sonrojaron.
Y en ese momento escucharon el flash de una cámara instantanéa y una luz de una cámara de video.
Voltearon y vieron las bolsas del super en el suelo y a sus madres Elinor y Valka muy emocionadas.
El nombre del castaño era Hiccup.
-¡¡¡Mamá!!!
Soltaron los niños.

-¡¡¡Hey!!! ¿estas bien?
Mientras la pequeña se encontraba pérdida en sus pensamientos, el peliblanco se encontraba delante de ella moviendo su mano de un lado a otro.
Merida reaccionó y diviso a sus amigas Elsa y Rapunzel peleando todavía.
-¿Qué?
-Acaso eres tonta, porque pareces una -Se bufó el peliblanco.
-Disculpa
-Que si eres tonta, ahora también sorda por lo que veo.
-Dejame en paz Jackson.
-Ohhh ademàs de eso, que fea eres.
-¡¿fea?!
-Si, eres muy fea, eaggggg das mucho asco.
-Tu eres el feo.
-¡¡¡Callate!!!
-Por eso no le gustas a nadie, y nadie te va a querer.
Jackson era muy hiriente cuando queria, y en ese momento se dio cuenta. Molestar a la pelirroja que no recuerda su nombre seria una cosa que repetiria muchas veces.
Aunque Merida reacciono ante los comentarios no tan bien.

Jackson se encontraba en el suelo con varios moretones en su cuerpo, mientras que Rapunzel ayudaba a "curarlo", Elsa se burlaba de él, Merida se encontraba a su lado, muy despeinada y molesta.
Se alejó de Elsa y se coloco frente a Jack.
-Escuchame bien niño tonto - La atención de Jack fue a dar con los ojos de una furiosa pelirroja - ¡¡¡No soy tonta, tu si, aunque sea fea y no le guste a nadie no me importa!!!, ¡¡¡el que te burles tu no me importa, no te conozco y no quiero hacerlo, niño tonto!!!
Y asi fue como Merida se alejo de ahí dando fuerte pizotadas en el pavimento, debia de irse de ahí, sobre todo porque lo habia dejado esperando mucho tiempo.
Sonrió con una grqn satisfacición, y el pequeño castaño que observó todo también.
-¿Viste todo?
-Si, iba a golpearlo yo pero....
-Mentiroso -Rió la niña -Pero te perdono.
-Eres increíble Merida.

Jackson se encontraba en el suelo tratando de asimilar todo lo que acababa de ocurrir.
Las palabras de la pelirroja de nombre Merida retumbaban en su cabeza una y otra vez. Ni siquiera escuchaba a Elsa burlarse o a Rapunzel tratando de consolarlo. Lo único que se repetia en su cabeza eran esos ojos azul celeste furiosos, se sintió como en la pelicula de Jurassic Park, acorralado por un t-rex con una gran peluca rizada y pelirroja.
Sintió una gran intimidación por la pelirroja.
Y comenzó a prestarle más atención.
Su nombre era Merida, pelirroja y ojos azul celeste intimidantes.
Y estaba loca.

Hola!!!
¿cómo han estado?
Esta ocasión he traido esta nueva novela, espero que les guste.
Quiero mejorar en mis redacciones, ya que estube leyendo mis anteriores novelas, y fue muy vergonzoso, aunque bueno tenia muy poca experiencia.
Tengo mucho en lo cual mejorar.
Espero que disfruten la historia.
Los estimo mucho!!!

Attle : Lizz (su escritora favorita)

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⏰ Última actualización: Nov 06, 2016 ⏰

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