2-Madison

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6:40 am

Me costaba respirar. Sentía el sudor por cada parte de mi cuerpo. Mi corazón, latía más deprisa que nunca.

En efecto, la misma pesadilla de siempre. Bonita forma de despertarme un lunes.

Escuche unos pasos acercándose, el sujeto hacía mucho ruido y se escuchaba su agitada respiración desde el cuarto, al igual que la mía. No podía ser otro que mi padre Dave, sufre asma desde hace años por eso le cuesta respirar.

El pomo de mi habitación se está girando...

Cariño, ¿estas bien?-dice preocupado- Mama y yo te hemos escuchado desde abajo, no parabas de gritar

Tranquilo papa, solo a sido una pesadilla - digo intentando no preocuparle, me miró no muy convencido de mis palabras

¿La misma pesadilla que hace 7 años?-dice sabiendo perfectamente mi respuesta, asentí - ya sabes lo que mama y yo opinamos al respecto...

No pienso ir a un psicólogo papa, ¡Cuantas veces tengo que decíroslos! No estoy loca vale?- dije de los nervios

Ya sabemos que no estas loca Madison, no digas bobadas-dice soltando una pequeña risa- será mejor que bajes a desayunar ya si no quieres llegar tarde al instituto

A si que así hice , me puse algo simple, no soy de esas que se pasan horas pensando el que ponerse. Bajé a la cocina y me preparé un bol de cereales, tampoco me daba tiempo a mucho más, pero para mí sería imposible salir de casa sin haber desayunado antes.

Me despedí de mis padres, me coloqué la mochila y cogí mi móvil para ir escuchando música hasta llegar al insti, me despeja la mente hacer eso por las mañanas.

De camino solo podía pensar en esa pesadilla que se repite cada semana. Soy yo, llorando y corriendo, parece que huyo de algo pero nunca logro ver el que exactamente. Mientras que corro me caigo al suelo varias veces despues me levanto y sigo corriendo hasta que llego a un precipicio, me voy a tirar por este pero justo antes de caer al vacío una mano me sujeta y logra salvarme, es irónico porque la que me salva soy yo misma, no es extraño?

Se que no es la peor pesadilla del mundo, quiero decir no sale ningún mounstro ni nada parecido, pero me agobia mucho y el hecho de que se me repita tantas veces me pone los pelos de punta.

Cuando llegue al instituto, me quité los cascos y subí las trescientas cincuenta mil escaleras que me matan todas las mañanas hasta llegar a mi clase, por suerte el profesor todavía no había llegado. Salude a mis mejores amigos Simon y Jess.

Y os preguntaréis, ¿solo dos?, bueno amigos tengo muchos pero se diferenciar quienes son de verdad y quienes no lo son, asi que prefiero pocos y fieles que muchos y falsos. Jess es mi mejor amiga nos conocemos de apenas 2 años ya que entró nueva, sin embargo Simon es mi mejor amigo desde primaria. Somos como el trio de oro, siempre estamos juntos y no hay quien nos separe.

Y no Simon no es gay, cien por cien hetero por si se lo preguntan.

Las horas y las clases pasaban muy lentamente, hasta que porfín sonó la campana.

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-Y bien, ¿que vais hacer esta tarde chicas?- dijo Simon

Yo tengo clases de piano y después daré clase de matemáticas a mi vecino de 8 años, sus padres me pagan

Como no señorita perfecta- dije riéndome de mi aplicada amiga- Yo no haré nada, te apuntas a mi maravilloso plan Simon?-dije mirando a mi cómplice de trastadas

Me encantaría pero esta tarde hago las pruebas de futbol americano, este año os prometo que seré Quarterback

Todos los años dices lo mismo- dice Jess riéndose

Bueno, nos tendrás como animadoras personales en todos los partidos- dije sacandole una sonrisa

Eso espero- dice guiñándonos un ojo mientras se iba

Pues me temo que nos vemos mañana Jess porque me has dejado sola esta tarde , chica ocupada- digo rodando los ojos

Vamos Madison tu y yo sabemos perfectamente que tienes plan para esta tarde- dice alzando las cejas

¡No seas idiota! Zack y yo solo somos amigos-digo dándole un codazo

De momento - dice riéndose mientras se iba

Me dirigí hacia casa, otro día más en mi vida pasaba y seguía sintiéndome extraña, nose explicar como exactamente pero sentía extraña.

De camino a mi pequeño hogar hay una cafetería a la que siempre voy antes de llegar a casa, suelo pedirme una muffin y un café.

Me encantaba esa cafetería, es muy pequeña. Me gustan sus dulces, sus mesas, sus carteles, su olor pero sobre todo me gusta su camarero, Zack. Ese chico es genial, me comprende como nadie y comenzamos a ser amigos cuando empecé a venir aquí después del insti, vengo todos los días desde entonces.

Entré en esta y me encontré con una sonrisa que me esperaba impaciente. Me senté en la barra y bufé.

-¿Un día duro guapa? - dice con esa sonrisa tan perfecta

Odio el insti ¿sabes?- Zack rió- a veces desearía trabajar en una cafetería como tu

Cuando cumplas 18, tus padres te echen de casa y tengas que buscarte un trabajo no te gustará tanto la idea

Tampoco queda mucho para eso- dije sonriéndole

¿Lo mismo de siempre Madison?-dice tomándome nota

Lo mismo de siempre

Marchando-dice guiñándome el ojo

The Other Part of my SoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora