Capítulo 1

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Kirishima estaba ansioso por llegar a su casa, había hablado con su hija si podía pasar la noche en casa de sus abuelos pues él tenía que quedarse hasta tarde en la oficina ya que tenía muchas cosas que hacer. Sin embargo, esta no era más que una excusa ya que su plan era pasar una noche de locura y pasión junto a su más amado "osito"

Mientras en otro lado de la editorial, Yokozawa sólo quería que llegara la hora de la finalización de su jornada laboral. Se encontraba exhausto como no lo estaba hace años, le dolía todo su cuerpo y el sueño ya le cerraba los ojos, lo único que quería era descansar. Después de todo, había sido una semana muy agitada y aún quedaba mucho por realizar. Tenía planeado regresar esa noche a su apartamento para descansar sin interrupciones.

Estaba saliendo de la oficina cuando su móvil sonó, un mensaje había llegado. "Te necesito con urgencia" No lo pensó más y devolvió inmediatamente la llamada, pero no había respuesta, Kirishima no contestaba. Tomó sus cosas rápidamente y salió disparado, mientras no dejaba de llamar sin respuesta alguna.

Abrió rápidamente la puerta, él ya tenía llaves del lugar y casi se cae ante lo observaba. Había un camino de velas iluminando hacia la habitación de su pareja.

—  Ese idiota — comenzó a gruñir Yokozawa, había venido todo el camino preocupado y corriendo a toda velocidad, pues estaba realmente preocupado y por lo que veía no había ninguna "emergencia" sólo que la estupidez de su pareja lo había dominado. Caminó a paso lento y gruñendo.

—  ¡Sorpresa! — exclamó Kirishima con una voz sensual mientras se encontraba recostado sobre la cama.

— ¿Esta era la emergencia? ¿No crees que es una estupidez? Me vine corriendo y tú no eras capaz de contestar el maldito teléfono, no sabes las miles de cosas que pensé — gritó Takafumi totalmente furioso mientras daba un puñetazo contra la muralla, haciendo estremecer a su pareja.

—Amor... Sólo quería darte una sorpresa...Perdón — dijo un perplejo Zen, nunca se esperó ese tipo de respuesta por parte de su pareja.

— Eres un grandísimo idiota — fue todo lo que dijo Yokozawa y salió del lugar, directo a la habitación que solía usar, estaba realmente molesto y cansado. Kirishima lo intentó detener tomándolo de la camisa, pero este hizo caso omiso y siguió su camino. Sólo le dedicó una mirada de enojo, a lo que su pareja respondió soltándolo, mientras sentía que sus ojos se nublaban. Él solo quería celebrar que hace un año se habían conocido y empezado su historia de amor.

Kirishima decidió dejarlo pasar, no insistiría más, pero estaba realmente triste. Nunca pensó que su "osito" se lo iba a tomar de esta manera. Si bien era normal que el hombre gruñera, al final siempre  terminaba expresándole amor, pero hoy no fue la ocasión, lo había rechazado abiertamente y eso le dolía en el fondo de su alma. Esa noche durmió peor que nunca, estaba muy dolido y sólo pensaba estupidez, tales como: "Takafumi ya no me ama" y así se hizo un montón de líos que no le permitieron descansar.

Por otro lado Yokozawa ya se había calmado y se había dado cuenta de lo idiota e insensible que había sido, estaba realmente preocupado y no sabía cómo disculparse. El cansancio lo terminó consumiendo, pero no fue una buena noche.

A la mañana siguiente no estaban mejores los ánimos. Uno no quería hablar pues no sabía cómo empezar las disculpas y el otro estaba tan triste que no tenía ánimos de nada. Dada la ausencia del Hiyo, nadie hizo comentario alguno y comieron en el absoluto silencio. Un desayuno realmente decadente.

Al despedirse Zen le dedicó una mirada a su amado, pero este ni siquiera le devolvió respuesta. Ya que se encontraba absorto en revisar su horario mientras su cabeza no dejaba de pulsar. El mayor se sintió aun peor y salió rápidamente del lugar.

El resto del día no estuvo mejor, ninguno de los dos rendía como se debía y ambos estaban exhaustos, necesitaban hablar y rápido.

Yokozawa se sentía realmente mal, estaba mareado y la fiebre no bajaba con nada. Se decidió dar un descanso ya que junto al malestar físico los nervios los tenían tomado. En la sala de descanso se encontró con su viejo amigo y ex amor, fumando un cigarro. Así que se le acerco pues hacia días que no cruzaban palabra alguna, ya que todos estaban en una mala fecha del ciclo, la cual por suerte ese día terminaba.

Luego de un par de preguntas y respuestas banales, Yokozawa tomo ánimos y decidió pedirle consejos a su amigo, pues no sabía como pedir disculpas ya que esta vez sí que se le había pasado la mano. Takano se sorprendió ante la pegunta del peliazul, pero le encantaba sentirse útil para su gran amigo.

Sin embargo, en ese instante Kirishima iba entrando al salón, cuando unas voces le llamaron la atención y los celos cruzaron por su mente. Ahí estaba su amado hablando animadamente con su ex gran amor, incluso se veía un poco sonrojado, se quedó mirándolos sin saber como reaccionar, pero gran fue su asombro cuando él con sus propios ojos vio como su amado se acercaba a Takano, besándolo,  si bien Kirishima no lograba ver bien toda la escena estaba seguro que ese contacto no era de una simple amistad.  Algo se quebró dentro de él, lo invadió la rabia y la tristeza, sólo quería partirle la cara a Takano y gritarle un par de cosas a Yokozawa, así que salió rápido del lugar, no se podía dar el lujo el armar un escándalo en su trabajo.

—Takafumi ¿Estás bien? — dijo preocupado Masamune mientras sostenía a su amigo que casi se había caído por culpa de un mareo, acto seguido le tocó la frente y se dio cuenta que este ardía en fiebre  — vete a casa ¿ya terminaste no? descansa y luego ve a pedir disculpas para que te quites esa cara se sufrimiento — luego de eso los amigos se separaron y Yokozawa fue a afinar unos últimos detalles para ir a su hogar. 

Kirishima ardía en rabia, alguien pagaría las consecuencias...

Y todo por un resfrío (Trifecta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora