CAPITULO 10

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- Chicas están en su casa, pónganse cómodas-

- Nosotros llevaremos las maletas arriba-

Las chicas no podían dejar de mirar aquella casa de lujos, April con la mirada fija en el gran ventanal con vista al mar no pudo evitar sonreír y mirando a su amiga.

- esto es como un sueño -

- lo sé, no puedo dejar de observar, esta casa es preciosa y grande hace parecer que vivimos en una caja de fósforos –

- estoy totalmente de acuerdo-

- amiga vallamos a descansar un rato y así me cuentas como sucedió todo aquel accidente donde encontraste a ese hombre que nos ha traído a este paraíso-

- ya lo he contado todo no son bonitos recuerdos, pero ya te dije lo encontré en la salida de un callejón golpeado, cuando lo llevaron a la clínica doce nos encontramos de nuevo estaba retraído con moretones en todo el cuerpo, era muy duro verlo atado de brazos y piernas a la cama por lo agresivo que estaba, nadie se le acercaba por miedo a que los golpeara, hablaba muchas locuras todo por lo que le inyectaron aquellos hombres, permanecía con morados en los brazos y piernas por los amarres y los dolores de tener los miembros extendidos tanto tiempo eran insoportables, así permanecía día y noche sus padre lo visitaban y sus amigos pero él no los reconocía era muy duro para ellos ver a sus ser querido en ese estado su madre lloraba mucho cada vez que iba a verlo y sus amigos se les notaba el dolor en los ojos, no sé cómo pudieron hacerle eso.

Ahora que estoy conviviendo con ellos cada vez me pregunto qué razón tendrían para hacerle aquello, April no te imaginas lo duro que era ver su dolor y oírlo suplicar que lo desataran que tenía mucho dolor, verlo quejarse del dolor que sentía en cada parte de su cuerpo, los morados desaparecen pero los recuerdos que él debe tener de esas noches atado en la cama que no le permitían ningún movimiento, en ese momento dependía de otra persona no podía moverse, no podía comer por sí solo, no podía ir al baño día y noche atado a una cama con las muñecas y los tobillos amoratados, tener que pedir ayuda y que ninguna de las personas que están a tu alrededor no puedan quitarte eso que tanto te causo dolor. Las inyecciones lo hacen permanecer adormilado, no podía ser el mismo, solo podíamos esperar que él se recuperara e ir disminuyendo la dosis y que el medico decidiera suspender las inyecciones que lo mantenían es ese estado-

- amiga eres una gran persona sé que es doloroso por lo que paso, pero ¿sabes o has preguntado qué motivos tendrían para hacerle eso?-

Jess negó con la cabeza

- no lo he preguntado, no quiero hacerle recordar esos duros momentos –

- un hombre como él debe tener sus problemas, hay mucha gente envidiosa, que solo buscan hacer daño a los demás –

- no sé , solo se me ocurre que pudo haber sido un atraco –

- sí, es probable que sea eso, ¿te parece si bajamos y nos encontramos con los chicos? Muero de hambre –

Jess en compañía de su amiga miraron una vez más la habitación antes de salir de ella, estaban abrumadas con tanta belleza solo la habitación era más grande que pequeño apartamento y era totalmente iluminada por la luz del día que entraba por los grandes ventanales sus paredes y sábanas blancas daban ver una gran paz.

Las chicas salieron de la habitación cerrando la puerta tras ellas y bajaron los escalones al llegar al final giraron a la izquierda siguiendo las risas de sus acompañantes de viaje que las esperaban sentados en un mesón de la cocina en compañía de una mujer que aparentaba tener unos 60 años ellos a verlas llegar les hicieron un gesto con la mano para indicarles que siguieran y les presentaron la señora Lulú quien era la encargada de cuidar la casa.

Tu mi amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora