Cap 2

19 2 0
                                    

Nos tocó el primer ejercicio juntos. La primera conversación. El primer contacto visual. Nos asignaron tener un pacto entre ambos, uno cuidaría al otro para cumplir con las responsabilidades del otro. Además, hicimos un ejercicio en el que yo le hablé al oído simulando que él era mi padre.
La oportunidad de tener su aroma fue mía.
Su majestuosa sonrisa apareció después de aquello, su perfume sigue siendo el buen recuerdo que la acompaña.

El alma de tu sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora