Charlotte
Estaba en mi habitación haciendo zapping en el televisor, hoy no fui al instituto porque me sentí mal, anoche no pude dormir debido a un dolor en el pecho, no sé porque pero me sentía angustiada. Cuando al fin logré conciliar el sueño ya eran las cinco de la mañana y mi despertador sonó a las seis, me sentía mareada, con náuseas y no, no estoy embarazada, pero mi pecho se sentía oprimido. Nate vino a despedirse para ir al instituto mis papás tuvieron que salir de viaje por negocios y regresan hasta la próxima semana, así que en casa sólo estamos mi hermano Nate y yo.
Ya es medio día y sigo teniendo esa extraña sensación, como si algo malo fuera a suceder pero no sé qué, llamé a mamá pero por lo que me dijo está todo bien nada de lo que debiera preocuparme, pero esa sensación es muy familiar, se siente igual como cuando falleció la tía Jenny. El sonido de mi celular me sacó de mis pensamientos, al revisar veo que es un mensaje de mi hermano, irá al centro a comprar material para su trabajo de ciencias. Después de responderle dejo el celular en mi mesa de noche y busco una película, quizá me ayude a olvidar esa extraña sensación que tengo.
Al final vi dos películas, pero esa sensación no se fue en ningún momento, sino lo contrario se volvió más fuerte. Veo la hora y me doy cuenta que ya son las tres de la tarde, bajo a la cocina por un vaso de agua y alguien toca el timbre, voy a la puerta y me encuentro con Zac el mejor amigo de mi hermano.
—Hola Charlie! ¿Cómo estás? Nate me dijo que no te sentías bien, estuvo preocupado todo el día—se adentró a la casa junto con unas bolsas y su mochila
—La verdad no me siento bien, no sé qué es lo que tengo, pero espero que pronto se vaya, ¿y mi hermano? ¿No viene contigo?
—No, él fue al centro a comprar algunas cosas que nos faltan para terminar el proyecto, yo tuve que ir a mi casa a traer lo demás, quedamos de vernos aquí, ¿no te molesta que espere?
—Por favor Zac sabes que esta es como tu casa además así me haces compañía, ¿tienes hambre? te puedo ofrecer pasta, la especialidad de Nate
—La verdad si tengo y mucha no pude comer nada en todo el día el entrenador nos convocó a una junta durante el almuerzo así que ya te imaginarás, pero creo que mejor esperamos a Nate él tampoco ha comido nada
Zac y yo nos sentamos a ver televisión en lo que esperábamos a Nate pero yo me sentía intranquila. Paso el tiempo y Nate no llegaba ya eran casi las seis de la tarde, y no es que yo fuera tan paranoica, pero el centro estaba a quince minutos en autobús y media hora caminando, además por lo que Zac me dijo sólo iría a buscar un par de cosas eso no debería llevarse más de una hora u hora y media si decidía caminar. Le envié mensajes pero no respondió a ninguno, Zac al verme preocupada trató de tranquilizarme pero al final el también comenzó a preocuparse y le llamó a Nate, sin embargo el resultado fue el mismo, continuamos insistiendo pero no había resultado alguno, le dejamos mensajes pero nada.
Zac me dijo que iría a buscarlo pero que yo me quedara en casa así el primero que tuviera noticias de Nate le hablaría al otro. No tuve otra opción que hacerle caso, media hora después mi celular comenzó a sonar, no sabía si sentirme tranquila o más nerviosa al ver la llamada.
—Charlie... t-tengo noticias de Nate—el tono de la voz de Zac me decía que algo estaba mal, pareciera que estaba llorando o que iba a comenzar a hacerlo
—Zac, ¿dónde están? Pásame al idiota de mi hermano por favor— aunque no quisiera mi voz sonaba quebrada, lo que fuera que estuviese sucediendo era malo
—Charlie... —Zac por un momento guardo silencio y a mí se me comenzaron a salir las lágrimas, por mi mente pasaron muchos pensamientos pero al final ninguno resultaba bueno—N-Nate tuvo un accidente, está... es mejor que vengas al hospital
Sin responder o esperar a que Zac me dijera algo más tome mis llaves mi celular y salí de la casa, no me moleste por tomar un suéter o una chamarra, lo único que me importaba era llegar al hospital, llevaba muy poco dinero, ya que tampoco subí a buscar mi cartera, pero al menos me alcanzaría para pagar un taxi al hospital, después me preocuparía en como regresar.
Al llegar fui a recepción para preguntar por mi hermano, no sabía que le había pasado, ni en qué momento había llegado, así que la señorita no me pudo decir donde estaba, pues no había ningún paciente registrado como Nathaniel Lane. Cuando estaba a punto de gritarle a la señorita Zac llegó, antes de que hiciera otra cosa le dije que me llevara de inmediato con mi hermano, quería saber que había sucedido pero al mismo tiempo no quería saberlo, Zac se dio cuenta de cómo me sentía, así que tomó mi mano y se limitó a llevarme hacia algún lugar del hospital.
Subimos al quinto piso, en el que si mal no recordaba se encontraban los quirófanos, qué rayos había sucedido para que mi hermano estuviese en ese lugar, me senté en la sala de espera, Zac se alejó un poco y comenzó a llamar a alguien, cuando llegó a mi lado me dijo que sus papás estaban en camino y que ya había notificado a mis padres, quienes tomarían el primer vuelo disponible. Le agradecí a Zac por haberles llamado, ya que yo no había pensado en ello. Pasaron dos horas y el doctor no salía los papás de Zac ya habían llegado y nos habían traído un café, yo no pude ni darle un sorbo.
Zac nos contó cómo encontró a mi hermano, al llegar al centro fue directo a la tienda en la que se suponía que mi hermano había ido, le dijeron que hubo un accidente y que a mi hermano lo habían llevado al hospital, se suponía que tenía casi cinco horas dentro de la sala de operaciones y nadie salía a decirnos nada, al parecer llegó muy mal por esa razón lo intervinieron a pesar de que no estuviese algún familiar para firmar la autorización.
El doctor a cargo de mi hermano salió y se dirigió a los papás de Zac pero las noticias que dio no fueron para nada buenas. Mi hermano estuvo tres veces a punto de morir en la cirugía que le realizaron, para poder mantenerlo con vida tuvieron que inducirlo a un coma, el problema era que debido a la gravedad de su situación es mejor dejarlo así hasta que sus órganos estén mejor y él ya no corra ningún peligro. El problema mayor, es que no saben cuánto tiempo pueda llevar eso, en estos momentos su cerebro es el que se encuentra más dañado debido al golpe que recibió, según el médico las siguientes setenta y dos horas serán las más críticas ya que puede tener una muerte cerebral.
Normalmente se dan doce o veinticuatro horas para ver cómo reacciona el paciente, pero en este momento la verdad era que se necesitaba mucho más que sólo un día. El doctor no da muchas esperanzas, pero yo sé que Nate saldrá de esto, tengo la esperanza de que así sea y como dicen la esperanza es lo último que muere.
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En otra vida
Cerita PendekNo comprendo cómo sucedió, en que instante mi vida cambio, sólo sé que no volverá a ser igual