Capítulo 2

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El día pasaba tranquilo, Scott y su hermano Seth compartían clases conmigo. A la hora del almuerzo fuimos a la cafetería, por lo que he visto y me han contado ellos podrían ser los "populares" del instituto y digo podrían porque a ellos no les interesa en lo más mínimo. Scott es el capitán del equipo de Americano mientras que Seth el capitán del equipo de Soccer. A pesar de ello no se reúnen con los miembros de sus equipos, parece como si evitaran socializar con los demás alumnos a menos que fuese muy necesario.

Nos formamos en la fila para recoger nuestros almuerzos y allí lo ví, el chico que se había llevado mis maletas, ¿cómo lo supe? Fácil llevaba la misma sudadera con capucha y los lentes tipo hipster. Deje la fila y caminé hacia él, pero me sorprendí al notar que no era él sino ella, ¿cómo es que se vestía de esa forma? De verdad parece chico, me paré frente a ella y le hablé, sólo espero que sí sea la misma persona y no me esté confundiendo

—Hola, mi nombre es Kyle y creo que el día de ayer te confundiste de equipaje en el aeropuerto y te llevaste el mío

—Así que tú eres el dueño, lamento la confusión, tenía mucha prisa y no me fije, pero en cuanto llegué a casa y lo noté te llamé de inmediato, pero no contestaste

—Eso no es verdad yo estuve esperando todo el día a que te reportaras pero no lo hiciste.

— ¡oh claro que lo hice! te llame a tu celular no sé cuántas veces pero estaba apagado, y a tu casa no llamaría el teléfono era de Ámsterdam ¿tienes idea de lo caro que me saldría esa llamada? — ¿de Ámsterdam? Pero... ¡tonto! Deje el viejo número y no actualice mis datos

—De acuerdo mi culpa, volviendo al tema ¿podrías regresarme mis cosas?

— ¡Claro! En cuanto tú me regreses las mías, y más te vale que no tengan ninguna mancha de suciedad o algún rasguño porque te despides de tus pertenencias

—Sí, como digas ¿dónde y a qué hora te veo?

—A las cinco en el parque de la bola

— ¿El parque de la bola? —pregunte en el mismo momento en que el timbre sonaba, perdí mis veinte minutos y no pude almorzar

—Sí, te veo allá, Adiós —se levantó y se marchó rápidamente

Scott y Seth llegaron junto a mí—toma hermano para que te alimentes—Seth me extendió una barrita de cereales, al parecer ellos sí tuvieron tiempo de almorzar algo que no fuera una barra

— ¿quién era esa persona extraña? —me preguntó Scott mientras salíamos de la cafetería

—Nadie importante, díganme ¿conocen el parque de la bola?

—Por supuesto, era el parque al que íbamos cuando niños

—Y ¿saben cómo puedo llegar desde mi nueva casa?

—Está a diez minutos, te llevaremos

— ¡Ey! ¿Acaso tienes una cita con esa chica extraña?

— ¡Por supuesto que no! Sólo debo ir a recoger unas cosas, vamos es tarde

Las clases terminaron y nos dirigimos a nuestras casas, observando detenidamente, el vecindario no había cambiado mucho, la casa de los mellizos quedaba a dos cuadras de la mía y el parque a cuatro, me hicieron un pequeño recorrido para que en un futuro supiese donde estaba qué.

Quince minutos antes de las cinco tome mi chamarra, mis llaves, mi cartera, mi reproductor de música y por supuesto las maletas para dirigirme al parque.

Llegué tres minutos antes de las cinco y para mi sorpresa la chica ya estaba allí, se veía muy diferente, ya no llevaba esa enorme y fea sudadera ni esos lentes, ahora vestía unos jeans azules con una blusa floreada, su cabello rubio totalmente liso recogido en una coleta alta y unos tenis blancos.

—Vaya mi príncipe sigue siendo puntual— me dijo con una sonrisa traviesa

— ¿Disculpa?... ¿tu príncipe?

—Sí, claro que ya no lo eres pero es difícil quitarme la costumbre aún cuando hayan pasado tantos años—sonrió, y fue entonces que lo note, esos ojos verdes, esa sonrisa

— ¡Tú!

— ¡BINGO! ¡Lo has captado! Me preguntaba cuanto tiempo tardarías en recordarme

— ¡Lexie! ¿Pero cómo? Creí que estabas viviendo en Los ángeles, ¿Y tus rizos? ¿qué les sucedieron?

—Bien, pues tú lo has dicho, estaba del verbo ya no, regresé hace dos años, y en cuanto a mi cabello... me gusta cambiar de look de vez en cuando ¿no te agrada?

—Te ves muy bien, vamos te invito un helado

El resto de la tarde la pase con Lexie, ella ha sido mi amiga desde que nacimos, nuestras madres eran las mejores amigas y crecimos juntos, unos meses antes del divorcio de mis padres Lexie se fue a vivir con su abuela a los Ángeles, hablamos durante cuatro años más, pero después perdí todo contacto con ella, hasta hoy.

Lexie fue mi primer amor de niños, si es que puede existir algo como eso, siempre jugábamos juntos y yo la defendía de los demás niños que la molestaban por usar lentes, mi papá siempre me decía que debía cuidarla y protegerla de los dragones y brujas que se le acercaban por que ella era una princesa y yo era su príncipe.

SIEMPRE TÚ...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora