Duelo

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-Las reglas són las siguientes: los dos daremos tres pasos de espaldas hacia el otro y a cotinuación nos giraremos y comenzaremos el duelo.- dijo colin.
-me parece bién
-pués comencemos!- dijo alegre. Los dós nos pusimos de espaldas al otro y dimos el primer laso hacia alante.
-uno- dijimos al unísono, pero si algo me han enseñado es que no consigues nada en este vida si no haces trampas.

Me giré para atacarle por la espalda, pero el me frenó la espada con la suya, dándose la vuelta.
-Me imaginaba que harias eso- dijo el muy sonriente.- que empieze el duelo!

Los dos emezamos a pelear con nuestras respectivas espadas. El era muy bueno, pero Adriel me había estado enseñado mucho, y estaba convencida de que podía ganarle. Mientras luchabamos subimos por las escaleras y, me empujó con su espada desde un pequeño y alto balcón que formaban las dos escaleras, dejandome al vorde de la caida.

-aaah!- dije cuando consiguió hacerme caer desde el balcón, un ingenso dolor me recorrió toda la espalda, haciendome toser.

El vajó rápidamente las escaleras y se posicionó encima mio, señalandome la anuca con su espada, todo daba vueltas, tal vez me hubíera golpeado la cabeza al caer, o eso creia.

Colin sonrió maliciosamente cuando vió entrar a Adriel, y a su asqueroso mayordomo por la puerta. Adriel puso cara de prehocupación, vino hacia mi, pero, de repente, Colin me cogió de los hombros y se aproximó hacia mi para besarme, noté un fuerte pinchazo en mi cabeza, y correspondí al beso, el no se veía sorprendido, tan solo seguía besándome con una sonrisa maliciosa.

Adriel, en canvio, nos observaba petrificado como el hielo, con el ceño fruncido, pero con una mueca de sorpresa. Todo era tan raro.

Noté sangre caer de mi boca suavemente, pero a Colin no parecía inportarle, al contrario, creo que incluso disfrutaba mi sufrimiento.

Me empezaba a quedar sin aire, así que separé mis labios de los suyos. De repente el dolor desapareció, y me di cuenta de que podía perfectamente clabarle la espada en el abdomen, y obviamente lo hice. Eso hizo que tosiera sangre y se apartara de mi, su mayordomo corrió a ayudarle, y Adriel vino hacia mi.

-Nos vamos a casa- dijo cojiendome de la mano para ayudarme a levantasme, pero mi columna crugió provocándome un mueca de dolor, así que Adriel me cojió en brazos.

-No tan deprisa-apresuró a decir Claude. Adriel no respondió, tansolo siguió caminando, se le nltaba enfadado, talvez disgustado. Yo estaba muy confundida, no sabía que era lo que acababa de pasar, todo era tan raro...

Claude dió dos palmas, y rápidamente aparecieron más mayordomos, unos 8, todos sacaron espadas, y se aproximaron a Adriel, quien me dejó cuidadosamente en el suelo y se alejó.

Yo me quedé mirando la escena. Cuando escuche una voz detrás mia, era  Claude.

-Vaya!,  el diario de mi amo, no predijo esto, a devido de canviar el futuro. 

-Que es lo que quieres de nosotros?- exigí saber

-ssshhh....-me mandó callar.- tu no tienes porque exigirme nada- me agarró del cabello y sacó un puñal de su volsillo y me lo aproximó a la cara- tu sangre deve saber deliciosa-yo intenté gritar, pero el me tapaba la boca. Me hizo un corte en la mejilla, y en la frente, luego, se acercó a mi ojo, y lo undió en mi pupila.

Dolor.. 

Solo sentía eso

Desde que nací

Dolor...

Grité, y grité, y grité. Pero Adriel no me oia. Todo era tan frustrante... solo quería que se acabara. No quería más dolor.

-Que patética, ves?!, no eres nada sin tu mayordomo, ERES DEVIL...-aparté su mano de mi boca de un fuerte manotazo.

-CALLATE!!- grité, mientras, cogí mi espada y corté mi pelo, quedando libre de su agarre, la aproximé hacia su estómago, pero el la cogió, haciendose sangre en la mano. Cogió el puñal y lo hundió en mi hombro, haciendo q callera de rodillas ante el.

Y más dolor... 

-No eres nada!-repitió, 

 tapé mis oidos. No quería escuchar. 

Cerré los ojos. No quería ver. 

Saqué el puñal de mi hombro y lo clavé en mi abdomen. No quería vivir...

Y dolor...

Y más oscuridad...

Y más lágrimas...

Y Adriel gritando...

Y la risa de Oran de fondo... Oran... el siempre estaba allí...

Pero ya me daba igual. No quería saber.



*NARRA ADRIEL*

Alice estaba tirada en el suelo, le sangraba la boca y el ojo ozquierdo, tenía un puñal en el abdomen, sus frágiles manos lo sugetaban, y su pelo, por alguna razón qje desconozía, era ahora más corto. Saqué mi espada enangrentada de el estómago del octavo mayordomo y corrí hacia donde estaba Claude, el miraba a Alice sorprendido. No se como, pero conseguí clabar mi espada en Claude, lo que hizo que sangrara y callera al suelo.

Cogí a Alice, corrí, salté, y 30 m después, llegué a la mansión. 



Que acababa de pasar? 

Future Diary #2 NemaloreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora