Capítulo 2

7 1 0
                                    

Empieza un nuevo día, la verdad, no me apetece levantarme de cama, pero debo hacerlo.

Hoy quedé con mi amiga y si le digo que no voy a nuestra "cita" seguro que viene y me levanta ella de la cama a la fuerza.

Cuando paso por enfrente de la puerta de mi apartamento para ir a la cocina, encuentro una carta en el suelo, la cojo y la leo.

¡No me lo puedo creer! Es de mi jefe, diciendome que me reúna con el.

Cabe la posibilidad de que sea una trampa montada por el imbécil de ayer para vengarse de mi por la patada que le metí. Pero voy a asistir de todas formas, no me pienso arriesgar a no ir, si en verdad es de mi jefe sería muy malo no acudir cuando él lo manda.

Me visto y desayuno algo rápido. En la carta no ponía hora, pero era mejor que fuese cuanto antes.

Llego a la oficina de mi jefe a las 8:00 (Si, ya os podéis imaginar a que hora tengo por costumbre levantarme).

Cuando entro me recibe una recepcionista.

-Eres Niki ¿Verdad?

-Si, soy yo.

-Bien sígueme, te llevaré al despacho del jefe.

-Pensé que la reunión sería con su mano derecha como siempre.

-Esta vez al parecer no, el jefe ha dejado bien claro que te quería ver en persona, a solas -Me dijo la recepcionista con una amable sonrisa.

Después de subir muchísimos pisos, llegamos al adecuado,donde estaba el despacho del jefe.

Efectivamente la reunión de hoy no iba a ser nada ordinario, a ese piso nunca había subido, es más, nunca me ví con el jefe cara a cara, siempre era mediante cartas, por teléfono, o através del estúpido de su acompañante.

Respiro varias veces ondo para quitarme el nerviosismo de encima.

Después de un minuto, peto a la puerta, escucho una voz grave que me dice que pase.

Dudo algunos segundos, pero al fin me decido a entrar, otra cosa no podía hacer.

El despacho era amplio, bien iluminado y elegante, en el centro había una mesa de cristal en la cual estaba sentado detrás de ella un hombre muy atractivo, de unos ojos de color verde, un verde profundo, con brillo propio.

Esos ojos se fijaron en mi, tuve que hacer acopio de todas mis fuerzas para no pegar media vuelta y salir de allí corriendo.

-Niki.

Mi nombre salió de sus labios, como una llamada en un suspiro, como si saborease cada letra de mi nombre, eso provocó un escalofrío por toda mi columna vertebral.

-Buenos días señor.

No se cómo lo conseguí, pero mi voz salió bastante firme.

El sonrió. Mierda. Menuda sonrisa y para colmo creo que se ha dado cuenta de mi nerviosismo.

-Toma asiento por favor.

Hice lo que me indicaba.

Nos quedamos mirando por una rato hasta que me atreví a romper el silencio.

-¿Puedo saber por qué a solicitado que venga señor?

-Antes de nada, deja de tratarme de usted, llámame Jeremy -Dijo con una mirada divertida.

-Está bien.

-La razón por la cual he querido que vinieses en persona es por que creo que alguien me está traicionando.

-Eso no puede ser, todos sabemos las consecuencias que hay cuando se te traiciona, nos lo dejan muy claro después de pasar las pruebas de acceso.

-Si, pero al parecer hay alguien que se cree lo suficiente inteligente como para hacerlo sin que me dé cuenta, cosa estúpida pensar así.

-¿Y por qué me llamas a mi? ¿Por que no se lo dices al estup... ejem... a tu mano derecha?

El se ríe al darse cuenta de que estuve a punto de llamarle estúpido a su mano derecha.

Me pongo roja como un tomate... Metí la pata hasta el fondo....

-Al parecer no te cae muy bien... -Me dijo mirándome intensamente con sus ojos verdes.

-Con decirte que ayer lo eché de una patada en el culo de mi piso...

Bajé la mirada, me esperaba de todo menos lo que ocurrió.

Salió una gran carcajada de su interior... DIOS... que bonita es su risa... (Tengo que centrarme)

-Asi que ¿Hiciste eso? vaya, escuché que tenías carácter, pero no pensé que tanto. En fin... el caso es que no se lo digo por que de quien sospecho principalmente es de el.

Imágen en multimedia de Jeremy

EncrucijadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora