Capítulo 3.

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2:36 am.

Cielo, Federico, Valeria y aquel chico causante del miedo de Cielo, se están dirigiendo hacia la casa de ella.
Su espalda está transpirando. Sus palpitaciones van aceleradas. Las manos, las piernas, el cuerpo, le tiemblan.
Se sigue repitiendo una y otra vez que es una estúpida. Primero por haber aceptado ir a esa "fiesta", que en realidad iba a ser nada más que una juntada entre amigos, conocidos. Pero cuando llegaron, Cielo se dió cuenta que eso no era una simple juntada. Era una fiesta, una dónde había alcohol de sobra, drogas, gente bailando sin parar, y música a tope.
Ahora se encuentra en la parte de atrás del auto, del lado derecho, junto a su amiga en brazos. Federico y el otro, cuyo nombre todavía no sabe, se encuentran adelante. Federico del lado del copiloto, por lo tanto el otro maneja.

-Acá dobla a la derecha.-Indica Federico.

Cielo no quiero que sepa dónde vive. Tiene miedo. ¿Qué puede hacer?

-Em Fede, esta bien si me dejan acá en la próxima esquina...

-¿Qué? No Cielo, estas con Valeria y está echa mierda. Te vamos a llevar hasta tu casa no te preocupes.

El miedo y los nervios le aumentan.

El hico tenebroso la mira por el retrovisor. Ojos verdosos, potentes. La mira como si pudiese sentir el miedo que ella tiene, como si lo disfrutara.  

Faltan cinco cuadras para llegar a la casa.
Cuatro; siente las gotas gordas en su frente.
Tres; siente como el corazón le va más y más rápido.
Dos; se le seca la boca.
Una; le falta el aire.

Fede se baja del coche y le abre la puerta a Cielo para ayudarla a bajar a  Vale.
Una vez logrado Cielo se queda inmóvil.

-Cielo, ¿estas bien?

-¿Qué? Si, si estoy bien. Va no, Vale está mal y... nada. Gracias por traerme Fede.

-No, de nada Cielo. Fue gracias también de Harry igual, si él no nos hubiese prestado el auto no hubieses podido llegar a casa rápido...- Harry. Federico señala al chico que se esta bajando del auto.

Cielo no sabe qué decir. Se queda mirando a los dos. No sabe si agradecerle o simplemente darse media vuelta y entrar a la casa.
La segunda opción le gusta más, ya que no quiere ni dirigirle la palabra a ese.

-Bueno si, gracias.- Dice ella al fin, con su mirada fija en el piso.

Estúpida.

El la mira, como cuando la miró cuando le dijo aquellas palabras que le causaron el vomito. La mira como si la desafiara. ¿A qué?

-De nada.-Habla Harry.

Y esta vez pudo notar como su voz es medio ronca y profunda. Le causa escalofríos.
El le sonríe, pero el gesto no le llegan a los ojos. Su sonrisa es falsa. Quiere hacer que parezca como algo amable, pero definitivamente esa amabilidad no le llega a los ojos. Cielo lo nota y le da asco.

-Cielo, entren rápido así...

-Si Fede, gracias. Nos vemos mañana, supongo.

Cielo se dirige a la puerta de su casa cuando escucha hablar a su amigo.

-Cualquier cosa que pase o que necesites vos o Vale me llamas, ¿Si?

A Cielo le cuesta reaccionar. Le gustaría gritar bien fuerte que ese tal Harry le admitió hace un par de horas que fue él quien había puesto así a su amiga. Le gustaria pedirle a Federico que no se junte más con Harry, que tenga cuidado.

Gira un poco su cabeza hacia atrás para poder ver a Fede, y asiente con la cabeza.

Retoma el camino hacia la puerta con Valeria aún a un costado de ella con paso ligero hacia su casa, pero antes de entrar se detiene en seco.

Harry ya sabe donde vive.
La respiración se le corta.
Vuelve a sentir todo el cuerpo agitandose.
Los pensamientos le van a mil en la cabeza.
Cuando está por gritarle a Federico que Harry fue quien puso a Valeria en ese estado (cosa que igual no sabe si es del todo cierto), al darse vuelta ya el auto no está.

¿En qué momento se habían ido? ¿Tan rápido se fueron? ¿Por qué no los escuche irse?

Está mareada. Busca sus llaves en su cartera. Le cuesta unos minutos, ya que no puede sostener a su amiga y buscar las llaves al mismo tiempo. Una vez que las tiene, con mucho cuidado trata de abrir la puerta.
¿Siempre fui tan inútil? Piensa al ver que le cuesta abrir.

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Por fin se puede acostar.
Valeria se encuentra en la cama de Cielo, ocupando la mayor parte, durmiendo profundamente. 
Ella no puede conciliar el sueño.
Mil preguntas le vienen a la mente.
¿Estará mejor Valeria mañana a la mañana? No sabe.
¿Recordará lo sucedido? Tampoco lo sabe.
De nuevo, no sabe la respuesta a ninguna de sus preguntas.
Lo único que sabe es que aquel chico se llama Harry y por lo que se imagina será amigo de Federico, y tal vez de Simon.
¿Ellos sabrán lo que hace Harry con las mujeres? ¿O Harry actuó así por primera vez? ¿O simplemente mintió
Tal vez mintió, y no conoció a Valeria. Tal vez no estuvieron juntos. Tal vez el no la drogó. Tal vez el no la... Tal vez el no la violó. Ojala y tal vez nadie lo haya hecho.
Pero ella vió a Harry salir de la misma habitación que su amiga.

Harry es el culpable.

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