Los principios...

4 0 0
                                    

/ Día 1, 21 de abril. \

Mi madre se encontraba podando las plantas y yo estaba encerrada en el baño de su pieza, observándome en su espejo que era notoriamente más grande que el mío. Nunca me había encontrado muy fea, hasta ese día.... Me dí vuelta y levanté ligeramente mi camisa, dando a mostrar mi torso y de lado sinceramente parecía una morsa; impresionada al encontrarm tal defecto, acerqué mi cara al espejo y las palabras empezaron a golpearme en mí propia mente, propias palabras mías que me denigraban -Por Dios, estás negra y tienes marca de bigote, ya eres una morsa y tú cara no te salva.- Pensaba.

Suspiré frustrada y corrí a mi habitación por mi celular, a la velocidad de la luz le tecleé a Anabelle y le mandé una foto mía -¡Mira lo gorda que estoy!.- y ella que estaba conectada a esa hora me respondió -Ingrid, como dices eso, eres un mondadiente.- relamí mis labios y bloqué el celular, lo deposité en una mesa y me coloqué a ver televisión. Esperaba a que eso me distrayera de los temas de mi peso.

/Día 2, 26 de abril\

Segunda señal; estábamos en plena clase de naturaleza y la profesora no nos pasaba materia ya que estaba revisando nuestras pruebas, en ese entonces teníamos ¿cuánto? ¿12 o 13 años? éramos unos pre-adolescentes que a simple vista se veían hiperactivos, y lo eramos, sin dudarlo Samuel sacó su pelota de pin-pong y comenzámos a darnos pases con ella, Michella me la tiró a mí y al darme vuelta choqué con Carla, una chica bastante más gorda que yo. Aún con la pelota entre mis manos, todos se tiraron encima mío y yo estaba encima de Carla, cuando me quitaron la pelota no me podía levantar por cuestiones de gravedad (o de mi gordura) y élla como típicos de sus alagos me comenzó a gritar -INGRID SAL, ¿CUÁNTO PESAS? MI POBRE PIERNA, SAL YA GORDA.- Fruncí el seño y volvió a invadir mi frágil mente, el tema de mi peso. Me levanté y le grité -Mírate al espejo Carla, tú claramente no eres una modelo y debes pesar unos diez kilos más que yo.- Yo sentía que pesaba 20 kilos más que Carla.. pero obviamente sé defenderme...Ella no me prestó mayor atención y suspiré frustrada, Michella me preguntó que me pasaba pero yo le pregunté de vuelta ignorando su pregunta inicial, sí era muy fea y ella simplemente se calló... era mi mejor amiga, eso realmente me destrozó  y lo peor es que ella era la viva imagen de la sinceridad y yo de la honestidad, solo que era honesta al decirle cosas malas a los demás, a pesar de que sabía que era mucho más horrible comparada con el resto de mí curso.

|Mi enemigo, yo. Mi esperanza, ella|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora