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Tocaron la puerta de mi habitación

Aparte el libro de mi vista- pase- baje el volumen de la cansion.

Mi madre abrió la puerta- hija, iré a la iglesia, puedes ir a la sala, para ver si alguie habla o algo, te pones a ver la tele o algo así- dijo asomando su cabeza por el pequeño espacio de la puerta.

Me puse de pie y me dirigí donde mi madre se iba.
Tomo las llaves de la camioneta- ¿te conté que tu padre llega hasta el jueves? -fue por su bolso a su cuarto a lado de la sala.

Me senté en el apoyador del mueble- que no llegaba mañana- dije dejándome caer al mueble.

-Sep, me suena a que no te dije, como sea, ya sabes- apareció en la sala y se dirigió a la salida.

-Bueno, es bueno saber al menos- suspire.

Desde que mi padre fue contratado en una compañía "muy importante" ya no tiene tiempo para nosotros y se la vive viajando a todas partes.
Mi hermana trabaja.
Mi madre, hace sus cosas, no estoy segura de que exactamente, pero ella tampoco está mucho en la casa, en algunas veces me hago de comer y en otras ella me deja comida en el microondas, con una nota que cada vez ya ni siento lo que dice.
Mi hermano tiene 23 años y por sus estupideces desde que tenía 18 embarazo a una chica, la cual a los 19 se separó de ella y tuvieron una niña lindisima.
Llamada Sofia, pero lastimosamente ella vive con su madre, asi que mi hermano la puede visitar cuando quiera, sin embargo mi hermano llamado Owen ya no vive donde nuestra familia y hace poco se casó con otra persona, que viene siendo un señora de nada más 36 años de edad...
Uff, eso si es hipocresía.
Y por eso hay un tipo de conflicto con su familia, pero en eso no nos importa, solo queremos, o mis papas quieren lo mejor para ella, ya ni me notan, ni por ser la menor...bueno, no tan menor.
Tengo 16 años de edad y aunque estos últimos dos años no e tenido atención por departe de mis padres sigo sintiéndome vacía...aunque ya sea grande.
Bueno, ni tan grande, ni tan chica.

El claxon de la camioneta hizo que volviera al mundo real, un poco cruel.

Entonces me levante del mueble donde estaba y me dirigí hacia la cochera donde la camioneta ya salía. entonces mi madre hacer una señal para que me acerque.

-¿Que paso?- pregunto caminando por el lado del copiloto.

-¿No planeas darme el beso de la despedida?- dijo con cara de perrito.

-¿desde cuando hay un beso de despedida?- doy una sonrisa de lado y arrugo un poco mi frente.

-Desde ahora señorita y más vale que me lo des o si no- dijo manera autoritaria.

Me acerqué y le di un beso de mala gana en la frente.

-Vamos cariño, levanta ese ánimo, se que han cambiado ciertas cosas y las cosas con tu novio ya no son las de antes...sólo relajante un poco y todo se arreglará, ¿si?- me miro con ternura.

Asentí y luego mi madre siguo asiendo lo suyo.
Cuando por completo sacó la camioneta empezó a cerrar la cortina de la cochera sólo veía como desaparecía ella y me encontraba de nuevo sola.

Di un suspiro y entre a la sala de nuevo y está vez me deje caer al mueble, recordé las cosas que pasaron todo el día.

No sabía cómo sentirme.
No sabía que hacer.
No sabía que me dolía.

Tal vez todo este tiempo de estar sola era para dedicarme lo a mi...

Han pasado muchas cosas, cambiaron muchas cosas...pensé que todo sería color de rosa al tener un novio.
Que error.

Sustituta. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora