Alce mi vista para ver, el idiota que me había tirado mi almuerzo.
—Oh— colocó su mano en su pecho — no te vi, enana— rió egocéntrico.
Adam...
Di un suspiro— te e dicho que te ves gay haciendo ese tipo de acciones?— dije tranquilizando me, pero la realidad de la situación era querrer arrancarle su sonrisa de bastardo y pisarla todos los días de su maldita vida.
Pero al parecer no le ofendió para nada mi comentario, sólo seguía mirándome a los ojos de forma retadora.
—¿Eso es todo lo que tienes? Enana— se inclinó para mirarme de más serca.
Me sentía como los personajes en las caricaturas donde hecha humo por las orejas, totalmente Rojas por el enojo o por comer picante.
Estaba apunto de pegarle en su maldita cara de porcelana cuando alguien de atrás me rodea con su brazo por el cuello y me acerca a él.
—Wow, wow, wow, ¿que pasa aquí?— Cassiel habla sorprendido de ver todo el almuerzo en el piso.
—Pasa que, ¡este bastardo!— le apuntó con el dedo índice.
—¿Bastardo?— se pregunta Adam.
—¡Si!, ¡Bastardo!— vuelvo a decir —¡Tiro mi almuerzo!— dije enfadad.
—Ya veo— dice Cassiel analizando la situación —Pues...ven, vamos, yo te comparto— dijo sin más.
—Pero Cassiel, el fue quien me lo tiro, el debe de arreglar el asunto, no tu— digo un tanto justa.
Volteo y lo miro, el parecía preocupado.
—Lo se pero, al parecer el no hace nada para arreglarlo, mejor ya vamonos y olvidalo— me toma de la mano y caminamos hacia la puerta.
—Vamos, claro, vayan se ya—grito Adam — Por cierto, muñequito, buena decisión, no te metas en problemas— sonrío de lado.
Dejamos de caminar, antes de salir en la cafetería, Cassiel me soltó de la mano, se dio la vuelta y camino hasta Adam, donde lo esperaba sonriendo.
Dios..quiero borrarle su maldita sonrisa.
Cassiel camino con los puños tensos.
Cuando llegó hasta Adam, Cassiel lo toma de la camiseta y lo acerca más a él.—Escuchame maldito egocéntrico— le tomó mas fuerte —Si hago esto, que te quede muy claro que lo hago por ella, no por ti— lo fulminó con la mirada y luego lo soltó bruscamente, empujándolo hacia una mesa de chicas.
Este callo destrozando no sólo mi almuerzo, si no también el de esas chicas.
Yo esperaba a Cassiel en la puerta de la cafetería, cuando llegó, me volvió a tomar de la mano y salimos de allí, hacia el patio, donde no había casi nadie, todos se la pasaban en la cafetería.
Por cierto, esto ser haría algo viral.
Sería mentir si dijese que no, pero después de eso, todos estarían hablado de eso como una película estrenada.Llegamos al patio y Cassiel se sentó en una banca serca de un árbol.
Di un suspiro algo tenso, bajo su cabeza y miro al suelo.—Cassiel...perdon— dije tímida.
—¿Por que?— seguía mirando al piso.
—Por meterte en problemas...—dije avergonzada.
Alzó su vista en mi —estas roja...—función su frente y sonrió.
Era cierto, estaba roja, era por que daba molestias a él, una persona que apenas llevo 3 horas, 38:12 min, 5 sg, no, 6 sg de conocer.
Mierda...