Capitulo 12

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Dulce le muestra a la recepcionista su tarjeta de membresía y procede en entrar al gimnasio.

~A ver si puedo aliviar un poco esta tensión. Siento que tengo la cabeza loca. Me estoy volviendo loca!~

-Hola preciosa! (Dice un hombre alto y guapo. Hace unas semanas atrás, a ella le hubiera encantado seducir a un hombre como El. Era bastante atractivo, pero ahora por una razón o otra era diferente no tenía interés alguna de tan siquiera dirigirle la palabra.)

Dulce: Adiós! (Dice alejándose, dejando a el hombre algo molesto. Dulce camina muy pensativa hacia una bicicleta de ejercicios, sin percatarse de su alrededor. Ella se monta, de pronto le llama la atención un hombre, aún más atractivo que el anterior. Haciendo que a ella se le dibuje una sonrisa en el rostro.)

~Mmmm...mira ese pecho, esas piernas Dios es perfecto!~

La sensación de como el sillón de la bicicleta rozaba su intimidad, la hizo excitarse sentía unos deseos inmensos hacia este hombre. Ella mira hacia el espejo que le quedaba enfrente

~Así todo sudado y jadeante me haces pensar en tantas cosas pecaminosas. Dios como quisiera que estuvieras así sobre mí y no con esa bicicleta.~

El hombre tenía los ojos cerrados, escuchando música y no se daba cuenta de cómo ella lo admiraba hasta después de unos minutos. El mira hacia arriba y la ve y sonríe, volteándose.

Chris: Dulce? (Ella le devuelve la sonrisa)

Dulce: No esperaba encontrarte aquí.

Chris: Yo tampoco. (El se baja de la bicicleta y se acerca a ella secándose el sudor con una pequeña toalla.) ¿Cuánto tiempo llevas ahí sin decir nada? ¿Me estabas espiando? (Ella se ríe)

Dulce: Estas mal Uckermann! Solo no quería interrumpirte estabas muy entregado! ¿Te vas a quedar más tiempo aquí?

Chris: No (Ella lo mira con una mirada penetrante e intensa.)

Dulce: Tengo ganas de hacer...otras cosas... (Christopher sonríe)

Dulce: Nos vemos en casa, Chris!

~*~
Christopher rompió todos los límites de velocidad solo podía pensar en una cosa, en como ella lo miraba con esos ojos hambrientos. Hambrientos por saciar esos deseos, que estaban volviendo locos a ambos. Al llegar, Christopher pudo notar que Dulce aún no estaba en casa. El entra al baño y prende el agua de la amplia ducha se quita la camisa humedecida por el sudor. De pronto siente como alguien acariciaba su espalda.

Dulce: No sabes lo bien que te vez, te están haciendo bien los ejercicios (El voltea y la toma de la cintura)

Chris: Gracias pero tú eres...

Ella lo calla con un beso apartando sus labios con la lengua. Él le quita lentamente la blusa y levantando su cuerpo por la cintura, camina con ella hacia la ducha. Christopher se detiene, observando cómo las cascadas de agua, rodeaban por sus senos.

Chris: Eres hermosa...

Susurra El, pegando su cuerpo nuevamente hacia ella. Dulce pudo sentir el efecto que tenía ella sobre El, su miembro estaba endurecido como una piedra y pulsando por estar dentro de ella. Christopher le acaricia el cabello mojado y la besa.Un beso profundo, intensificando el deseo ambos. La sensación de sentir como el agua caía sobre sus rostros, aumentaba aún más la pasión. El la besa con ardor, queriendo devorar sus labios los dos deseando que ese momento nunca se acabe. Hasta que tuvieron que despegar los labios, para poder tomar aliento....

Chris: Dulce... Me estas...

Dulce: No digas nada por favor... (Suplica, rozando los labios contra los de El)

Chris; Pero...

Dulce: Por favor...

Christopher la besa y desliza sus pantalones por sus piernas y ella hace lo mismo con los de El quedando desnudos. El la guía hasta un asiento que había dentro de la ducha. Dulce se sienta sobre sus muslos y lo besa. El deja sus labios para recorrer con los suyos, todo su rostro y por cada rastro de su pecho, saboreando con ardor sus senos. El vapor inundaba el baño completamente, tanto por la agua caliente, que por el calor y la pasión que emergían sus cuerpos creando un ambiente de amor. Dulce levanta sus caderas un poco, colocando su feminidad sobre El miembro de Christopher y se desliza lentamente sobre El, soltando gemidos leves mientras él la penetraba. El sonido del agua chocando sobre el piso de la ducha, ahogaba los gritos de placer, que brotaban de los labios de ambos. El sexo entre ellos dejo de ser tan solo eso, esta vez había algo más. La pasión era más profunda, las caricias más tiernas y delicadas. Todos señales de que había un sentimiento intenso por parte de los dos, Christopher la hizo suya con todo su ser, entregando su alma y dejándose llevar por el corazón y Dulce, que muy a su pesar había hecho lo mismo.

~*~
Dulce despierta lentamente, al sentir la luz del sol sobre su piel. Los cálidos brazos de Lalo la abrazaban aferrándose a ella. Desde hace dos semanas que sus padres se casaron y se habían ido de luna de miel, Dulce y Christopher han bautizado prácticamente cada rincón de la casa, pero el encuentro de anoche fue algo diferente. No había palabras para expresar lo que ambos sintieron al estar juntos, tanto que por primera vez, ella permitió que amanecieran en la misma cama cosa que nunca había hecho.

~Que estoy haciendo contigo Christopher?... Que me estás haciendo?~

Ella lo observa, y no puede evitar sonreír y darle un pequeño beso en los labios. Christopher gimió al sentir el tacto, pero no despertó.

~Nunca pensé que despertar a tu lado sería tan increíble...~

Dulce le acaricia suavemente el cabello, para no despertarlo, con una gran sonrisa dibujada en el rostro, pero de pronto se detiene y su expresión cambia.

~No puedo hacerme esto de nuevo. No puedo...~

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