Noah
Oh sí. Había conseguido poner a la caprichosa de Millie en su lugar... ¡haciéndome amigo de su ex-novio! Vaya, parecía una idea brillante. Corrección. Es una idea brillante.
Traté de convencer a Taylor para salir con mi grupo de pandilleros (así nos decíamos entre amigos), a un lugar como un parque o algo así, a divertirnos un rato, tomar algo, hablar de chicas, quién sabe. Y claro, luego podría llevarme la mejor parte en mi propia casa: Restregarle en la cara a Millie que me pasé la tarde con su ex-novio, que éramos amigos e iría más seguido a la casa. Eso la pondría furiosa, y ya estaba riendo de sólo pensarlo.
- Vamos Taylor, salir unas horas no te hará mal. - Dije, intentando convencerlo por tercera vez. Pero el tipo sí que era testarudo.
- Debo estudiar. Los niños como tú no saben lo que es ir en la Universidad. Es algo demasiado importante.
Niños. Niños, niños, niños. Ok. Yo no soy un niño. Tengo diecisiete años. Pero se lo dejaré pasar esta vez, sólo porque de verdad quiero vengarme de mi hermana por todos esos humillantes años que me hizo estar a sus pies.
- Como quieras. - respondí con un tono de cierta reprobación - Pero supongo que sí podrás otro día. El sábado, tal vez. No tienes excusa para faltar un día que está fuera del horario normal de trabajo, o estudio, o lo que sea.
- Vaya qué insistente eres. - dijo riendo el muy bromista - ¿Cuál es la prisa?
- Si no quieres no vayas, nadie te obliga. Sólo lo digo porque o si no, te vas a arrepentir. - agregué con una ligera sonrisa. Creí que sería lo suficiente para convencerlo. Luego giré sobre mis talones y me fui de ahí, después de despedirme de "los pandilleros" con algunos manotazos y revoltones en el pelo. Cuando regresé a casa menuda paliza que me llevé porque según mi hermana, yo la había "molestado" y hasta agredido verbalmente.
- Yo no hice nada de eso. No es mi culpa que se ponga sentimental por una tontería como que yo hable con los amigos que yo quiera.
- Pero mamá, su "amigo" es en realidad mi ex-novio, El idiota de Taylor. ¿No vas a decirle nada? - replicó la muy chismosa.
- Lo siento Millie, pero esta vez tu hermano tiene razón. Conocí a Taylor y es un buen chico, además es cierto que él puede tener sus amigos y tú los tuyos.
- Pero... - empezó a reclamar Millie la odiosa.
- Nada de peros, ahora estoy ocupada Millie, por favor. - sentenció mamá. Y claro, no hay quien vaya contra la palabra de una mamá, por lo menos de la mía no, o de seguro me espera su chancla impresa en mi cara, o en la de casi cualquier persona que la contradiga.
Millie me dirigió una mirada de reprobación absoluta, a regañadientes. Yo sonreí y le saqué la lengua infantilmente antes de irme al segundo piso.
No supe de Taylor hasta el sábado por la tarde. Fui con mis amigos hasta su departamento y lo animamos a salir con nosotros y unas cuantas chicas. Fue un poco difícil convencerlo, pero finalmente aceptó.
Todo iba genial, fuimos a un parque no muy recurrido, hicimos toda clase de locuras como gritar a la calle a causa del alcohol que habíamos traído (aunque tomé sólo una lata yo ya estaba más allá del infinito), o hacer guerras en el pasto. Como dije, todo iba genial, hasta que alguien entre todos vociferó:
- Juguemos a algo interesante.
Algunos se rieron, incluyéndome, más otros miraban a quien propuso la idea con cierto interés y curiosidad. Entre ésos estaba Taylor, quien más tarde fue el que habló.

ESTÁS LEYENDO
¿Juegas? (+15, Yaoi, BoyxBoy)
Ngẫu nhiên"¿Qué dices, Noah?- preguntó el hombre de cabello azabache fijando misteriosamente sus ojos castaños en el chico- ¿Juegas?"