Escrito #086

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Era casi inevitable, tenía que verlo sufrir, al menos en algo.

Sus ojos reflejaban demasiada felicidad, tanta... Que bebía ser arrebatada hasta la pizca más pequeña. No, no quería ser malvado, quería ser cruel. Hacer que su sonrisa a ser causa mía, desapareciera en cuestión de segundos. Quería que esa voz melodiosa que salía al cantar, se convirtiera en una voz ronca y desagradable, y que la garganta le ardiera, y luego no pudiera articular palabra alguna. Que al recordarme, su estado físico y metal estuvieran in-reconocibles, eso deseaba. Deseaba verlo morir, morir de la peor forma que puede existir para alguien tan simple como su ser. -Arrebantandole todo lo que le hace feliz, aquello que lo hace sentir único y especial, esa comodidad al ser querido y tomado en cuenta. Quitarle aquellos recuerdos de frases que alguna vez le dije. Arrebantandole toda aquella felicidad momentánea que sentía. -

Simplemente irme. Irme de la mejor forma: Dejándolo por otro.

Libreta NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora