| Simón. |
Sonreí tímidamente al ver a la rubia delante de mí, ella me mira como si de un fenómeno se tratase, ¿tengo algo de malo? ¿hice algo mal? ¿qué es? Desvió la mirada, hacia las escaleras; donde Luna permanecía con su teléfono en manos mensajeando con alguien. Ruedo los ojos.Pequeña Caprichosa.
—Bueno, bienvenidos —dice mi madre, la cocinera y segunda encargada de la mansión. La Señora Benson sonríe de lado, mientras se quita sus lentes de sol, colocándolos arriba de su cabeza. Haciéndose ver algo muy importante. —Espero, y anhelo... Que su estadía aquí en Cancún sea inolvidable...
—Ya lo veremos —bufa, la castaña desde el otro lado de el gran salón. Su voz sonaba fastidiada, algo molesta y chillona. ¿Es Luna Valente? ¿La chica que patina? Creo que sí... —¿Me traerían un vaso de jugo de naranja? —pide, con una sonrisa falsa.
— Claro —dice papá, y le hace una seña a mamá para que le fuera a preparar el jugo a Luna, la chica más caprichosa, creída y superficial que he conocido a lo largo de mi vida.
— ¡No! ¿Saben qué? Mejor que sea; un vaso de jugo de naranja, con unas galletas de avena. —sonríe falsamente, mientras guarda en su bolso su iPhone delicadamente, como si de un cristal se tratase.
Bueno, para todo el mundo; el teléfono es sagrado. Pienso vagamente.
Mi mamá asiente, antes de despedirse de la señora Benson con la mano e ir directamente a la cocina a prepararle el zumo de naranja a la niña caprichosa.
•••
—Mamá —la llamo desde la puerta de la cosina, con una mueca de disgusto notorio. —¿Ya está listo el jugo de la señorita Valente? —pregunto de una manera “educada y formal”. ¿Así le gusta que les llamen a las mujeres? ¿no?
—Claro, Simón. Está sobre la mesa, estaba por llevarlo, pero la señorita Ámbar me pidió un almuerzo también y... No me dio tiempo, seguro la señorita Luna debe estar furiosa —dice mamá, mientras se quita una capa de sudor de la frente.
—Yo iré, tranquila —le regalo una sonrisa, y ella me la devuelve. Agarro la bandeja entre mis manos, luego de ponerme los patines para ir a trabajar. Llegaré tarde una ves más, lamentablemente para mí.
Patina hasta llegar a al alberca, con una bandeja.
Luna estaba sentada tomando sol, con unas gafas de sol oscuras y un traje de baño rosa pálido. Ruedo los ojos, mientras me acerco a ella, haciendo ruido al parar a un lado de ella.— ¿Por qué tardaron tanto? —gruñe, obviamente molesta, mientras toma entre sus manos la bandeja.
— Losiento y...
— ¡Simón! —chilla una chica a espaldas de mí. Provocando que la bandeja volara hacia el traje de Luna, llenandola de jugo y galletas ya rotas en el suelo.
Al voltear, me pregunta con nadie más que Daniela.
Frunzo el ceño al ver a Luna a punto de estallar, está toda sucia y todo por mi culpa.— ¡Esto lo pagarás caro, Álvarez! ¿Sabes cuanto costó? —guñe, limpiándose un poco su traje de baño con una servilleta, susurro una maldición al ver a Matteo venir hacia nosotros junto con Ámbar.
— ¿Qué le sucedió a Luna? —masculló Matteo, entre dientes mientras apretaba los puños.
Ya llegó el chico fresa, idiota.
Daniela me mira con inocencia, como si ella no tuviera nada que ver con este problema.
Luego hablaríamos sobre esto, gracias a ella es posible que despidan a mis padres.— Y-yo... Perdón, L-luna... —murmuro, con tono culpable, mientras intento ayudarla a limpiar su ropa. Y ella me quita mis manos de su ropa.
— ¡No, déjame! —se aleja de mí, enfadada. Matteo se acerca amenazante a mí, provocando que cayese de espaldas a la piscina con los patines puestos.
Intento subir a la superficie, pero mis intentos eran en vano.
Los patines pesan mucho, y me dificultan a la hora de querer subir a tomar aire... Intento respirar, pero no lo logro. Escucho los gritos de Luna y Ámbar. Y logro visualizar la sonrisa victoriosa de Matteo.Siento como alguien más entra a la alberca, arrastrándome hacia la punta de la alberca. Abro los ojos al poder respirar normalmente de nuevo, y me encuentro con una Luna totalmente empapada de pies a cabeza.
Me sonríe falsamente, mientras rueda los ojos.
—La próxima ten más cuidado —me ayuda a levantarme, pero mantiene su mueca en los labios. Como si no le agradace que estuviese cerca de ella. Estábamos sentado uno al lado del otro, yo intentando reponer mis fuerzas, y ella mirándome como si fuera un fenómeno.
— ¿También patinas?
Asiento, mientras toso un poco y expulso un poco agua por la boca.
— Bien. —se levanta, y me extiende la mano amablemente. —La próxima, no te tires a la alberca, tírate de un edificio. —dice con aire burlón, provocando que Matteo y Ámbar riesen. ¿Debería reírme por qué casi muero ahogado? Estos ricos son muy extraños.
•••
Mamá no dejaba de invadirme con sus preguntas.
“¿Estás bien?” “¿Te hiciste daño?” “¿Quién te empujó?” “La próxima no seas tan distraído. ” y blah blah blah... Sin embargo, ya estoy mejor, eso creo.Luna desde hace horas que no me habla.
Hace como si no existiera, o fuera invisible. Por qué le hablo, y ella no me hace caso. Sólo me ignora, como si no me escuchara. Y mantiene la mirada pérdida en la pared. Cómo si no me viera.Salgo de la cocina.
Y observo como Luna se queda pensativa, mientras lee un libro con el ceño fruncido levemente. ¿Qué estará pasando por esa cabezita?— ¿Por qué espías a Lunita? —escucho una voz con acento argentino, es Ámbar, mierda...
////
¡Capítulo 2 publicado! ¡No olviden votar y comentar!💘
En esta novela habrá un poco de: #Simbar, #Mambar, #Lutteo y #Lumbar. Así que no se pierdan mis actualizaciones, que no serán muy constantes debido a que ya entré a clases y no podré actualizar seguido😭
ESTÁS LEYENDO
Chiquita Caprichosa ➳ Lumón.
Fanfiction❝-Eres la chiquita más caprichosa, que he conocido Valente. ❞ Dos personas, totalmente diferentes. Vidas totalmente diferentes, y actitudes totalmente distintas... ¿Qué pasaría si éstos dos se encuentran? ¿Comenzarían una guerra? ¿Terminarán sintien...