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Omnisciente

Aquel día era lluvioso y curiosamente frío, a pesar de estar a mediados de Abril. Usagi Bon se encontraba haciendo el chequeo a algunos pacientes en su zona cuando recordó que le había prometido a cierto castaño pecoso que lo visitaría hoy.

—Usagi, Loon ya despertó y está en su cuarto leyendo el libro que nos pediste le lleváramos— Le informó otra pasante mientras la asistía con el paciente.

—Perfecto, entonces si me disculpan, ya concluí el chequeo de este paciente. Me retiraré.

Las enfermeras asintieron y Usagi salió del cuarto camino al de Loon. A pesar de Loon no estar enfermo para nada mentalmente, sus padres lo abandonaron cuando era pequeño y el padre de Usagi, anterior psicólogo del hospital, lo encontró y llevó acogió en su hogar. Él y Usagi se criaron prácticamente como hermanos desde niños, a pesar de su diferencia de edad.

—Kaze fukeba yume no manimani... yuku ate no nai boku wa utau... Yume hanabi sora no kanata he...— Cantaba en voz baja en el idioma materno de Loon. Conocía esa canción gracias a él, se la enseñó en kanji cuando eran pequeños. Loon adoraba esa canción porque su madre se la cantaba antes de dormir. A pesar de ella no estar más con él, le seguía trayendo aquellos bellos recuerdos de cuando tenía apenas 3 o 4 años. 

—Zutto... Zutto... Yume o mite ita...— Antes de siquiera llegar al cuarto donde se encontraba Loon, escuchó sus sollozos y su voz quebrada mientras intentaba cantar la canción de cuna que tanto amaba —Yatto... Yatto... Kimi wo mitsuketa...— Por alguna razón, Usagi sintió la necesidad de seguir cantando desde donde Loon se había detenido. Así que sin siquiera tocar a la puerta, entró y continuó el siguiente verso. 

—Futari aruita komichi naze ka ookiku kanjirunda...— Loon volteó la mirada a ella y con sus ojos bañados en lárgimas, se acercó y rodeó su cintura con sus pequeños brazos, sintiéndose protegido a su lado.

—K-Kimi no shashin wo daite hitori-kiri nemuru...— Usagi igual rodeó el cuello de Loon con sus brazos y ambos se miraron a los ojos, Usagi intentando reconfortarle y Loon sintiendo sus mejillas arder por la vergüenza. Cantaron a la par.

—Kaze fukeba yume no manimani... yuku ate no nai boku wa utau... kimi wa ima ukiyo no naka de... waratte kuremasu ka...— Loon por fin rompió en llanto y escondió su rostro sonrojado en el pecho de Usagi, quien reía enternecida por su tímida actitud. 

—C-Creí que n-no vendrías...— Susurró Loon con su vocecita aún tímida.

—Te prometí que vendría a verte hoy, y sabes que yo nunca rompo una promesa.— Sus labios se curvearon en una sonrisa que se contagió al menor, pues este pareció sonreír también. Usagi tomó una pinza para el cabello que llevaba siempre en su bolsillo y con ella enganchó el flequillo que cubría los hermosos ojos de Loon.

—E-Estuve leyendo anoche el libro que me trajiste sobre mi enfermedad en los ojos. ¿Sabías que no es una enfermedad, sino una condición genética?— Hablaba emocionado el menor de los dos mientras se sentaba en su cama y balanceaba sus piernas adelante y atrás cual niño pequeño. 

—Vaya, no lo sabía. ¿Cómo se llama esa condición tuya?— Susurró Usagi mientras de su bolsillo también sacaba un pequeño dulce de fresa con vainilla y se lo extendía a Loon, quien gustoso lo aceptó y tras desenvolverlo, se lo llevó a la boca. 

—S-Se llama Heterocromía. Mis amigos mentían cuando decían que me iba a morir por esto...— Susurró e infló las mejillas en un tierno pucherito que no pasó desapercibido por Usagi.

Sick FNAFHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora