Sigo esperando

VIII

Los detectives se miraron entre sí, como intentando ver que cada uno estuviese de acuerdo con ingresar.

-Muy bien. Permiso -dijo uno de ellos mientras se adentraba al cuartel.

Me aparté para darles paso a cada uno, incluyendo a Travis. Maldita sea.

-Hola -susurró- de nuevo.

Este gesto de su parte, revolucionó mis sentimientos. Por segunda vez en este día. No parecía estar dolido por lo de Mason, al menos no era lo que demostraba. Se veía tranquilo y sereno, como si entrara a cualquier otro lugar y no al hogar de uno de los posibles homicidas de su antigua pareja.

-Bien -solté para llamar la atención de los detectives luego de cerrar la puerta- ¿Qué desean revisar?

-Pues, antes debemos informarle como llegamos hasta aquí.

Asentí. Si que era algo que quería saber, sin embargo si lo preguntaba o me mostraba muy interesado por ello, era bastante posible que las sospechas aumentaran.

-Seré directo -comenzó un detective- alguien que conoce me ha dicho que usted es el asesino, ya que había planeado acabar con la vida de Leonni Passini, y el joven Mason se ha visto involucrado al ser uno de sus empleados. Nos ha parecido algo razonable, y revisamos sus antecedentes: nada. Cosa que nos pareció extraña, ya que la persona que nos dio esta información parecía realmente segura de lo que decía. Así que decidimos venir y saber de quién estábamos hablando en realidad.

-Entiendo -asiento con la cabeza.

Era impactante que alguien, no sé quién (y no planeo preguntar, pues quizás sea extraño tanto interés), sepa exactamente lo que sucedió. ¿Quién y cómo? ¿Alguno de mis muchachos ha hablado? No. Imposible. No es una posibilidad. Además, el detective ha hablado en singular, es decir que sólo me han inculpado a mi. Soy el único bajo sospechas. Lo cual, aunque me preocupa, me tranquiliza que los muchachos parezcan a salvo.

-Entonces, pueden comenzar con las preguntas -me dirijo hacia ellos nuevamente, dedicándole una fugaz mirada a Travis- Ustedes lo han dicho, no tengo antecedente alguno.

-Está bien. Es sólo rutina -exclama uno de los detectives-¿Conocía usted a Mason Moore?

-Directamente no -contesto, intentando parecer sereno.

La mirada penetrante de Travis me ponía más nervioso que estar siendo interrogado por los investigadores a cargo del caso de un crimen que sí cometí, ¿cómo era eso posible?

-¿A qué se refiere con directamente? -inquiere el detective.

-Solo era el hermano de un amigo, Avan Moore. No lo conocía, la verdad. Nunca lo he visto.

-Así que eso hacías en su funeral... -susurró Travis, casi para sí mismo- No eras directamente conocido de Mason...

-Eso dije.

-¿Sabía quién era Leonni Passini?

-¿Quién no lo sabía? -exclamé, colocando mis ojos en blanco- Siéntense aquí -señalando unos muebles que se encontraban en la entrada, donde normalmente esperaban nuestros clientes a ser atendidos. Pero esta vez no, ahora son dos detectives y el amor de mi vida sentados en ellos- Están en su casa.

Puedo notar con facilidad como los investigadores inspeccionan minuciosamente con su vista mi morada. Ningún ruido proveniente de los cuartos, los muchachos sabían lo que hacían. No hay nada que pueda delatarme, pensé por un momento, hasta que noté la mirada fija de uno de los agentes en un punto de la habitación. Maldije por mis adentros. Me abstenía de dirigir la mirada hacia el mismo lugar, por temor a qué era lo que había llamado su atención.