Capítulo 14

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Estaba volando. Literalmente. Desde el momento en el que se calló en ese agujero no sintió ninguna superficie debajo de sus patas. Finalmente aterrizó en el frió suelo, pero para su sorpresa no dolió en lo absoluto. En cuanto abrió sus ojos, se encontró con una enorme valle, en el que el pasto jugaba el rol de una alfombra en la tierra (Esto parece el país de las maravillas)

"Llegamos" Dijo Finnick mientras miraba alrededor

"¿Dónde está el castillo?" Preguntó Judy. Aún un poco conmocionada por la forma en la que entraron

"No muy lejos" Respondió, mientras empezó a caminar. Judy lo siguió, sus ojos se movían rápidamente. Examinaba el pasto y respiraba el aire limpio

Después de un rato. se encontraron rodeados de pequeñas tiendas llenas de todo tipo de cosas útiles, como armas, espadas, armaduras para los soldados, zapatos, etc.

"Ahí" Dijo Finnick apuntando algo "Ese es el castillo, hogar del rey Leodoro y prisión de todos los criminales" Judy se giró para ver el castillos. No lo podía creer

Un castillo de piedra, tan alto como 3 árboles de un billón de años de edad. Ventanas por todos lados y una gigantesca puerta en el centro de todo. Sería sencillo escalar y meterse por una ventana. Pero... no estaban solos. Los soldados estaba ahí, haciendo guardia. ¿Cómo entrarían al castillo?

"Vamos" Finnick se puso a caminar y entró en una tienda que parecía estar marginada de las demás. De repente, el olor del aire puro se cambió por algo desagradable. Incluso asqueroso

"¿Qué es este lugar?" Preguntó Judy tratando de taparse la nariz con sus patas

"Tenemos que conseguir algo con que escalar ese castillo"

Judy y Finnick se acercaron a la registradora. Había una pequeña campana colocada al lado de jarrón con algo verde adentro. El tamaño de la registradora era incluso más pequeña que Finnick, lo que le hizo más fácil que pudiera reposar sus brazos en esta. Judy analizo el entorno y se dio cuenta que el lugar estaba lleno de esos frascos extraños. Decidió regresar su atención a Finnick, cuando él decidió tocar la campana

Contra todo pronóstico, una rana con un traje azul salió de una puerta. Era más pequeño que Judy y Finnick, y usaba un par de gafas redondas que remarcaban sus ojos color avellana

"¡Oh. Hola! Lo siento, no noté que estaban ahí" Dijo emocionado, su voz hacía parecer que era joven

"Hola Martin" Finnick lo saludo con indiferencia, no como la rana

"¿Finnick? ¿Eres tú? ¡Cuánto tiempo!, ¡oh estoy muy feliz de que estes bien!" Estaba a punto de abrazarlo pero Finnick lo detuvo

"Estoy aquí para comprar el pegamento ese, para escalar el castillo"

"¡Por supuesto!" Martin corrió y en un movimiento rápido bajo un frasco de una estantería.

"Disculpa... ¿Qué es eso?" Preguntó Judy

"Es pegamento, querida" Dijo Martin abriendo el frasco

"Me refiero a con qué está hecho" Preguntó de nuevo

"Mi baba" Dijo Martin orgulloso. La expresión de Judy cambió a una de disgusto y asco

"¿Cuántos frascos vas a comprar?" Preguntó Martin

"Solo uno"

"Okey, serían 4 con 99 mi amigo" Dijo Martin

Judy se puso nerviosa. no tenían nada de dinero. Miro a Finnick asustada, y este le dio una mirada tranquilizadora

 "Uhm, si no recuerdo mal, me debes un favor" Eso sorprendió un poco a Martin

"¿Qué?" Preguntó

"¿No recuerdas esa vez que te salve de que fueras a la cárcel por vender tu baba de forma ilegal? Dijo Finnick maliciosamente

"Ah..." El corazón de Martin latía con furia

"Así que sólo dame el frasco y explicame cómo funciona" Dijo Finnick de forma calmada, casi susurrando. "Pero si no lo haces..." Cambió su tono de voz "¡Te veré en prisión más tarde!" Dijo amenazando a la rana

"¡Okey, okey, por favor no les digas nada!" Martin estaba prácticamente rogando

"¡Solo dame el frasco!"

Martin le dio el frasco y unas ramas

"Escucha cuidadosamente. Cuando agarres el palo y pingas el pegamento en la punta, te dará la habilidad de escalar el muro por quince segundos. Ten cuidado, si no remueves el palo antes de que los quince segundos acaben, te caerás"

Finnick y Judy salieron de la tienda y se dirigieron al castillo. Se escondieron detrás de un árbol para pensar en un plan para atravesar a los guardias sin ser descubiertos.

De repente empezaron a escuchar una conversación

"¿Seguro que es una buena idea entrar al castillo así como así?" Preguntó un reno mientras se acercaba al castillo

"Por supuesto Frank, es seguro. No es como si nos fueran a encarcelar" Dijo el otro reno, el cual tenía la nariz roja

Judy y Finnick miraron como los renos caminaban. Los guardias aún no los veían.

"¿Cómo entraremos sin que nos vean?" Preguntó Judy. Finnick pensó por un momento y se le ocurrió algo. Contra todo pronóstico. Finnick se puso a cantar "¡Rudolph el reno de nariz roja!" Llamó la atención de los guardias. Para su fortuna en lugar de mirarlos a ellos, miraron a los dos renos

"¡Hey!" Uno de los guardias gritó. "¿Nos están tomando el pelo?"

"!No¡ !Por supuesto que no!" Dijo Frank

"¡Rudolph el reno de nariz roja!"  Finnick cantó aún más fuerte

"¿¡Crees que no podemos oírte?! ¡Para ahora mismo o te arresto!"

"¡Pero yo no hice nada!"

"¡No me mientas!"

"¡No te estoy mintiendo!"

Finnick agarró la pata de Judy corrió hacia la parte de atras del castillo, aprovechando que los guardias estaban distraídos con los dos renos

"Okey... Debemos ser cuidadosos. No te quedes quieta por más de quince segundos" Dijo Finnick mientras untaba las ramas en el pegamento

Le dio a Judy dos ramas y se pusierona a escalar. No pasaron ni treinta segundos, y ya sentían que sus músculos dolían. Judy se detuvo para recuperar el aliento

"¡No te detengas por más de quince segundos!" Repitió Finnick. Algunos minutos después ya estaban por la mitad del castillo. De repente, escucharon una voz familiar gritar adolorido. Finnick y Judy se miraron el uno al otro asustados

"Quizas... solo era nuestra imaginación" Dijo Finnick. Escucharon el grito otra vez, pero esta vez estaban seguros. Era él

"¡Nick!" Gritó Judy mientras subía la velocidad a la que escalaba. Finnick solo se quedo ahí

"¡Finnick no te detengas, tenemos que encontrar a... N-Nick..." Su voz se empezó a desmoronar mientras sentía lágrimas caer por sus ojos

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"¡Finnick!" Judy lo llamó de nuevo. El gritó de dolor se volvió a escuchar. Nick

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"Es Nick" Finnick susurró. En su rostro no había ninguna expresión

"¡No podemos parar!" Judy estaba llorando

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