capitulo 19

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Okey, que alguien me ayude porque no se que responder. Bien...rápido...Mmm...me acabo de dar cuenta de que yo también te extrañaría. Mejor juguemos al papel de la chica histérica y el chico bestia.

-Wow, que cursi puedes ser cuando te lo propones.-dije dedicándole una mirada indiferente. Desvió la mirada y largó una risa amarga.

-Sigo insistiendo, luego el bipolar soy yo.-canturreó. Lo miré de mal modo.- ¿Por qué te empeñas en que nos llevemos mal?-preguntó.

-Porque tú te empeñas en joderme la vida y por eso...-me quedé callada, no tenía nada que decirle.

-¿Por eso?-me incitó a hablar.- Voy a preguntarte una cosa.-me dijo.- ¿Nunca nos vamos a llevar como una pareja normal?

-Peyton, no me salgas con cursilería barata, es obvio que nunca vamos a llevarnos como una pareja normal porque no somos una pareja normal.

-Entonces...-¿Qué más quería que le digiera?

-Oye Peyton, mira tengo hambre, así que si no te importa voy a pedir algo para almorzar porque de verdad me estas saturando los nervios.

-Okey, pídeme algo a mí también.-volvió a tumbarse en el sillón.

No respondí, solo marqué el número y llamé al servicio a la habitación. Para mi pedí solo una ensalada y una gaseosa de dieta, para Peyton carne al horno con puré de papas (patatas).
Me acosté en la cama y comencé a hacer ruidos sobre la almohada.

-Mmmm....iiiiaiaiaiaii...shhhhuuooouuuu.- ¿Quedo claro que estaba aburrida? Sentí la tierna risa de Peyton a mi lado.- ¡Te vas!-dije aun con la cara sobre la almohada.- Vamos, no quiero pelear de nuevo.

-Y no tienes por qué.-lo sentí recostarse a mi lado. Apreté la almohada con mis manos.- ¿Qué hacías?-preguntó. Sentí su mirada sobre mi rostro clavado en la amolada.

-Ruidos sin sentido.-respondí aplastando mi boca. Inentendible.

-Ah.-dijo con desgano.- ¿Sabes?-hablaba mientras tecleaba su celular.- Aun tengo ganas de ir a la playa.

-Oh, que bien.-dije sarcástica mientras apoyaba mi rostro de costado.- Que te vaya bien.

-Ah si, no te hagas la indiferente que tu vienes conmigo.-dijo, mas bien, carcajeó.

-Okey, con una condición.-dije, bloqueó su celular y me miró atento.- Que me dejes hacerme una de esas trencitas de playa.

-No.-dijo firmemente. Gruñí como una nena pequeña, frunció el seño y se acostó de la misma manera que yo, si no que observándome a mi. Quedamos frente a frente mientras nuestras respiraciones se mezclaban.- Con esas cosas te llenas de piojos.-hizo una mueca asqueante. Reí.

-Hazte una.-le sonreí.- Por favor.

-No me vas a convencer.-dijo.

-Ouuu que amargo eres Meyer , espero que nuestros hijos no sean iguales a ti.- shet, fue un comentario al descuido. Juro que su sonrisa era maléfica.- No lo tomes literalmente.-le sonreí como para salir del apuro.

-O sea, que vamos a tener hijos.-dijo sorprendido por las palabras que habían salido de mi boca.- ¡Que bien!-sonrió.- Si es una nena se llamará Megan.-me informó. Reí.

-Sigue soñando.

-Hey, tu dijiste que íbamos a tener hijos, no yo.-me echó en cara.

-No hablaba de eso, dije que sigas soñando con lo del nombre, se llamara Ashley.

-Eso esta por verse.-dijo riendo.- Pareces una nena pequeña, así toda despeinada.

-Cállate.- Oh no Rowan, no te sonrojes. Tarde, conciencia molesta que adviertes las cosas cuando ya han ocurrido. Estas loca Blanchard , loca.- Peyton.-dije llamando su atención, me miró directo a los ojos. Vamos Rowan tu puedes decirlo.- Si.

La Bella Y La Bestia © •Reyton• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora