Okey, que alguien me ayude porque no se que responder. Bien...rápido...Mmm...me acabo de dar cuenta de que yo también te extrañaría. Mejor juguemos al papel de la chica histérica y el chico bestia.
-Wow, que cursi puedes ser cuando te lo propones.-dije dedicándole una mirada indiferente. Desvió la mirada y largó una risa amarga.
-Sigo insistiendo, luego el bipolar soy yo.-canturreó. Lo miré de mal modo.- ¿Por qué te empeñas en que nos llevemos mal?-preguntó.
-Porque tú te empeñas en joderme la vida y por eso...-me quedé callada, no tenía nada que decirle.
-¿Por eso?-me incitó a hablar.- Voy a preguntarte una cosa.-me dijo.- ¿Nunca nos vamos a llevar como una pareja normal?
-Peyton, no me salgas con cursilería barata, es obvio que nunca vamos a llevarnos como una pareja normal porque no somos una pareja normal.
-Entonces...-¿Qué más quería que le digiera?
-Oye Peyton, mira tengo hambre, así que si no te importa voy a pedir algo para almorzar porque de verdad me estas saturando los nervios.
-Okey, pídeme algo a mí también.-volvió a tumbarse en el sillón.
No respondí, solo marqué el número y llamé al servicio a la habitación. Para mi pedí solo una ensalada y una gaseosa de dieta, para Peyton carne al horno con puré de papas (patatas).
Me acosté en la cama y comencé a hacer ruidos sobre la almohada.-Mmmm....iiiiaiaiaiaii...shhhhuuooouuuu.- ¿Quedo claro que estaba aburrida? Sentí la tierna risa de Peyton a mi lado.- ¡Te vas!-dije aun con la cara sobre la almohada.- Vamos, no quiero pelear de nuevo.
-Y no tienes por qué.-lo sentí recostarse a mi lado. Apreté la almohada con mis manos.- ¿Qué hacías?-preguntó. Sentí su mirada sobre mi rostro clavado en la amolada.
-Ruidos sin sentido.-respondí aplastando mi boca. Inentendible.
-Ah.-dijo con desgano.- ¿Sabes?-hablaba mientras tecleaba su celular.- Aun tengo ganas de ir a la playa.
-Oh, que bien.-dije sarcástica mientras apoyaba mi rostro de costado.- Que te vaya bien.
-Ah si, no te hagas la indiferente que tu vienes conmigo.-dijo, mas bien, carcajeó.
-Okey, con una condición.-dije, bloqueó su celular y me miró atento.- Que me dejes hacerme una de esas trencitas de playa.
-No.-dijo firmemente. Gruñí como una nena pequeña, frunció el seño y se acostó de la misma manera que yo, si no que observándome a mi. Quedamos frente a frente mientras nuestras respiraciones se mezclaban.- Con esas cosas te llenas de piojos.-hizo una mueca asqueante. Reí.
-Hazte una.-le sonreí.- Por favor.
-No me vas a convencer.-dijo.
-Ouuu que amargo eres Meyer , espero que nuestros hijos no sean iguales a ti.- shet, fue un comentario al descuido. Juro que su sonrisa era maléfica.- No lo tomes literalmente.-le sonreí como para salir del apuro.
-O sea, que vamos a tener hijos.-dijo sorprendido por las palabras que habían salido de mi boca.- ¡Que bien!-sonrió.- Si es una nena se llamará Megan.-me informó. Reí.
-Sigue soñando.
-Hey, tu dijiste que íbamos a tener hijos, no yo.-me echó en cara.
-No hablaba de eso, dije que sigas soñando con lo del nombre, se llamara Ashley.
-Eso esta por verse.-dijo riendo.- Pareces una nena pequeña, así toda despeinada.
-Cállate.- Oh no Rowan, no te sonrojes. Tarde, conciencia molesta que adviertes las cosas cuando ya han ocurrido. Estas loca Blanchard , loca.- Peyton.-dije llamando su atención, me miró directo a los ojos. Vamos Rowan tu puedes decirlo.- Si.
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La Bella Y La Bestia © •Reyton•
RandomQue feo es cuando la persona que más amas es la persona más fría del mundo, que feo cuando le intentas demostrar tu amor y te hecha de su vida a patadas, que feo que tu seas la presa de sus castigos y malas costumbres.