CAPITULO 4

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Había pasado 2 semanas, era 24 de junio... mi cumpleaños, pero le pedí que no festejaran NADA y que no quería nada, cumplía 6 años pero un año más un año menos, era un día mas para sufrir por que también era el cumple de mi hermano y si el no estaba ya no quería festejar nada no estaba de animo para nadie.

Fui a mi cuarto, me arrodille y empeze a rezar para que mi hermano este conmigo este día que tendríamos que festejar juntos. En ese momento sentí como alguien toco mi hombro, era muy frío ese sentimiento que me paralize completamente.

Y en ese momento esa sensación que ya no tenia de mi hermano, volvió a mi pecho... se aferro a mi de una manera inexplicable, se me calleron tres lágrimas de felicidad por que sabia que el de ahora en mas era mi ángel guardián.

Voltie atras y no había nadie pero escuche su voz, me di cuenta que solo podía escucharlo no lo podía ver, ya era demaciado para mi escuchar su dulce voz.

Mi vida de suicida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora