Belleza italiana

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Adrien estaba muy nervioso. La resolución que había tomado no parecía la correcta, pero era la única que lo hacia sentir bien. Chloe tenia razón, si quería evita que Marinette se volviera su madrastra debía ahuyentarla. ¡¿Qué mejor que un viaje al horrible pasado que fue su secundaria?!

—No es bellísimo cuando los viejos amigos se vuelven a juntar —pregunto una joven de cabellera castaña.

La chica de la misma estatura que Adrien vestía un bonito vestido floreado, que había estado de moda durante la temporada y un sombrero que no tenía mucho de haber comprado. Sus ojos estaban cubiertos por unas enormes gafas de sol y su cabello caía en cascada por su espalda. Ella y su acompañante estaban reunidos en un café de París y las maletas a un costado de la muchacha eran evidencia de que acababa de llegar de un largo viaje. Por un segundo, Adrien se preguntó si estaba haciendo las cosas bien.

— ¿Cómo te fue en Estados Unidos? —preguntó Adrien tratando de ser amable.

Lila río feliz. En general había sido un viaje enriquecedor. Visito a su prima, paso tiempo entre discotecas y cigarros además de jugar a los novios con algunos chicos tontos. Pero no le iba a contar eso a la persona por la que desesperadamente aun sentía algo. Era un año más pequeña que él pero eso no quitaba que sus hormonas se alborotaran cada vez que lo viera. Tal vez por eso se puso tan feliz cuando Adrien le pidió verla en cuanto regresara a París. Y así habían acabado ahí. Se preguntaba qué era lo que le quería decir.

—Normal, aunque preferiría que me hablarás de esa propuesta que tenías para mí —Lila Rossi sonrió de manera seductora y Adrien tuvo que recordarse que no podía dormir con una de sus empleados.

— Estudiaste actuación ¿cierto? —preguntó Adrien.

—Y modelaje —completo Lila orgullosa.

— ¿Aun odias a Marinette? —cuestiono Adrien. El que Lila aun sintiera aversión hacia su ex novia era vital para que su plan funcionará.

Lila frunció el ceño. El primer día que llegó al colegio Françoise Dupont descubrió que dos personas se robaban los reflectores. La primera era Chloe Burgeois, la cruel pero bella hija del alcalde quien parecía tener un romance secreto con alguien desconocido. El segundo era Adrien, quien aparte de ser modelo y millonario tenía una novia que no le llegaba a los talones. Entre las chicas habían apodado a Marinette como Ladybug, por su estúpidamente buena suerte. Para nadie en la escuela, Marinette tenía algo de admirar. Y la verdad es que Rossi fue de las primeras en demostrar el odio que le tenía.

— ¿Cómo no odiar a una pobre aprovechada? —dijo Lila sin ocultar su enojo y asco.

Adrien sonrió complacido.

—Entonces supongo que te va a encantar mi propuesta —Adrien se enderezó en su asiento y el gesto llamo la atención de Lila—. Marinette está por casarse.

—Bien por ella

—Con mi padre —contesto Adrien fastidiado.

Lila no era una chica burlona como Chloe, ella no se río cuando escuchó la noticia. A pesar de que la situación se le hacía demasiado cómica. Tomo la mano de Adrien a modo de apoyo, aunque este se sintió muy incómodo por eso. Adrien no era tonto, siempre estuvo al tanto de los sentimientos de la italiana pero no podía corresponderle. Apenas conocerla la envió directo a la zona del amigo, si acaso podría ser mas solo sería una amiga con derecho.

—Y ¿qué quieres que haga? —preguntó Lila con tono calmado tratando de dar consuelo.

—Te pagaré si me ayudas a impedir ese matrimonio —sugirió Adrien. Lila sonrió complacida.

La Nueva Madre ||Miraculous Ladybug|| #ChangerMLBFandom [HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora