Verdades dolorosas

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Te amo. Creo que no hay otra frase, más adecuada, para iniciar una carta. Al menos esta carta. Te amo. Te amo. Te amo. Y en mi amor, creo que no te merezco. Porque sin importar cuánto palpite mi corazón al verte, incluso a través del salón de clases, sólo ofrezco desgracias y tristezas. Te amo.

No estoy seguro de alguna vez amado de esta manera a alguien más. Hace muchos años tantos ayeres, que creí amar incondicionalmente. Mi pena me acompaña desde hace quince años, cuando Emily murió. Me prometí a mí mismo no volver a amar de esa forma.

Y entonces apareciste en mi vida. Te amo. No quiero hacerlo, no quiero seguir arrastrándote conmigo a mis problemas familiares.

Te amo, y deseo que me ames de la misma manera. Te amo, pero lo mejor es que todo acabe. Te amo, y con esta carta te digo adiós.

Marinette recordaba con especial pesar esa carta. No se arrepentía de nada, no podría. Tenía solo 25 años cuando eso pasó. La carta llegó a su apartamento, destilando todo el estilo de las novelas románticas que había comenzado a leer recientemente. Apenas terminar de leerla, tomo un abrigo decidiendo enfrentarlo en ese momento. Era las diez de la mañana en ese momento.

Pasar doce horas esperándole fuera de casa para evitar que terminará con ella había sido arriesgado, poco digno, pero increíblemente placentero al final. Gabriel siempre había sido sincero acerca de todo, de su familia y de sus sentimientos. Ella era la que había guardado secretos y no estaba dispuesta a dejar que estos arruinaran su felicidad.

Por eso le dijo, en aquella ocasión, que su carta no podía atentar contra su amor y que se convertiría en una loca si le abandonaba así. Gabriel se lo pensó, porque la joven era muy inocente ante sus ojos. Marinette se sintió plena cuando la acepto en ese entonces, tanto que se juró olvidar y esconder su pasado con Adrien Agreste a toda costa.

Las palabras de Lila solo la habían enfurecido. Pelear contra los prejuicios de la universidad, contra sus amistades, contra los directivos había sido duro, así que una envidiosa de cuarta no se lo quitaría. Tan metida estaba en sus cavilaciones que no midió la fuerza con la que golpeó la mesa de su comida haciendo a todo desparramarse por las sábanas.

Marinette aparto la comida, decidida a ya no comerla y tomo el celular de la mesita a su lado. Le habían dado una habitación para ella sola, aunque no sé quejaba de ello pues prefería que nadie la molestará en ese momento, también significaba que no iba a tener nadie con quién platicar cuando se sentía sola. Marinette entro rápidamente a sus correos y viajo a todos los que había recibido unos años antes.

Ahí, en medio de todos los correos sobre su beca en el extranjero encontró lo que buscaba. Era la única evidencia que tenía en sus manos sobre su anterior relación con Adrien Agreste e iba a eliminarlo por fin. El final de su relación no había sido nada lindo, con Adrien abandonándola sin dar mayor explicación más que "era lo mejor para todos" y ella admitiendo que prefería irse antes que continuar con alguien que no tenía mucho futuro por delante. Debía admitir que se había equivocado en eso último. Aun así, Gabriel Agreste era el amor de su vida y la vida que podían llevar en Nueva York era mejor que cualquier opción que Adrien le hubiese podido dar.

Tan inmersa estaba en eliminar aquellas cartas de amor y declaraciones en ambos sentidos que casi no se dio cuenta que alguien había entrado a la habitación. Eso, al menos, hasta alzar la vista y observó a Chloe sonriéndole con todo el cinismo que tenía.

Cuando Chloe entró en la habitación llevaba una bolsa de chocolates que se le habían antojado y una bebida de manzana. Había visto a Lila salir corriendo colérica de la habitación, sin poder evitar preguntarse a que venía el hecho. Justo después lo recordó así que mientras reflexionaba sobre el peso que sus palabras habían tenido en la vida de su mejor amigo como para traer a alguien tan odiado de vuelta no notó que el reloj había avanzado veinte minutos. La rubia se planteó abandonar el lugar tras un momento, creyendo que su pequeña Matilda necesitaba más de su atención. Pero Chloe había acudido al hospital con una misión especial y muy específica: hablar con Marinette, aconsejar y ayudar.

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⏰ Última actualización: Mar 30, 2020 ⏰

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La Nueva Madre ||Miraculous Ladybug|| #ChangerMLBFandom [HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora