62

34 2 0
                                    



Me sorprendo cuando, al abrir nuevamente los ojos, estoy otra vez en la habitación de antes. Miro a mi alrededor al no encontrar ni rastro de Emma. Me volteo para abrir la puerta, cuando la atravieso como hacía antes de recuperar mi forma humana.

Un dolor punzante invade mi sien y cierro los ojos entristecido por las siguientes palabras que resuenan en mi mente, las cuales me dirige mi superior sin atisbo de lástima.

“Te quedan cinco días.”

El espíritu de la nieveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora