Capítulo 62: Sola

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Pasaron meses desde que la castaña había visitado a la mujer en el hogar de ancianos. Meses algo complicados respecto al tiempo, pero a pesar de ello, aquella persona del corazón de cristal rondaba en su cabeza.

Las hojas comenzaban a caer de los árboles teñidos en increibles tonos anaranjados y cafés. Sin duda uno de los mejores espectáculos del año.

La joven abrió la puerta principal y se acercó a la recepcionista, a la cual le preguntó por la mujer.

— Está en su habitación. Creo que le haría bien ver una cara conocida.

— ¿Pasó algo? —preguntó.

— Su esposo falleció hace dos semanas. No ha salido desde entonces.

Silencio.

— Vaya, lamento su pérdida —dijo con la cabeza gacha, antes de dirigirse a la habitación.

Después de cruzar aquel laberinto de habitaciones, llegó a su destino.

Abrió la puerta con cuidado y encontró a la mujer sentada en su cama. Estaba en bata, con los ojos tristes. Su mano derecha jugaba con aquella pulsera de un corazón de oro, mientras que con la izquierda afirmaba su collar.

Parecía distraída, sin embargo notó su presencia.

— A todos les llega un momento en el cual debemos alzar el vuelo. Donde nuestra alma se cansa de esta cáscara carnal y desea ser libre, desea ser. Somos simples hojas en un gran árbol, vivimos y fallecemos, pero presenciamos mucho. —habló la anciana, sin dejar de jugar con la pulsera.

— Lamento la muerte de su esposo —dijo la joven sentándose a su lado.

— Liam no creía en la muerte como el final de la vida. Creía que era una estación, una parada, para luego continuar con el ciclo. No se tragaba el cuento del cielo para los inocentes y el infierno para los pecadores, pero creía que uno nunca deja de aprender y que lo que no vivió en esta vida, le tocará en la próxima. El agresor puede ser la víctima, el rico puede ser pobre. Nadie sabe lo que nos espera después de este paso por la Tierra.

— Comparto sus pensamientos —dijo la castaña—. ¿Es la pulsera de la historia?

— Sí —la mujer, con sus manos huesudas por los años, le entregó la joya a su visita, quien la contempló como a un tesoro—. Siempre le dije a mi esposo que tenía un corazón de oro, desde el día que lo conocí supe de ello. Era atento, velaba por sus seres queridos, honesto, generoso y confidente. Dudaba mucho, sí, pero era por miedo. Miedo a ser herido. Nunca lo dijo, pero sus ojos lo gritaban.

— ¿Por qué?

— Quería ser fuerte, no quería mostrar debilidad. Batallaba constantemente consigo mismo. A veces ganaba la duda, a veces ganaba la razón. Pero era noble, eso nadie lo puede negar.

— De eso no tengo duda.

— Sí. Bueno, por lo menos tiene buena compañía del otro lado —La mujer extendió su brazo hacia el costado de la cama y subió un balón de baloncesto, el cual estaba muy gastado—. Esos cinco se fueron a jugar sin mí —dejó salir una pequeña risa, luego miró hacia el techo—. Me dejaron sola, malditos tartas de fresa.

Con esas palabras, su voz se quebró.

Ahí fue cuando la joven se dió cuenta: su corazón de cristal se iba trizando poco a poco. Era frágil, era delicado, y no podía con tanto dolor.

Sin embargo, el collar seguía intacto.

La abrazó hasta que llegó la enfermera con el almuerzo. Lo colocó en la mesilla con ruedas y lo acercó a la mujer.

Comieron en silencio: la mayor su pollo arvejado y la menor, un sandwich de mantequilla de maní. Así estuvieron hasta que (tn)____ habló.

— Bueno, viniste a escuchar una historia, no mis lamentos. ¿En qué quedamos?

#lahorasad
Hola chiquis, vengo en son de paz.
De a poco me van soltando en la escuela jeje
Como han estado? Yo mejor :)
Las extrañaba, así como extrañaba escribir.
Aviso que de a poco nos acercamos al final de CDO, i know, yo no quiero que acabe xD por mí, seguiría escribiendo relleno así tipo Naruto, solo para que se alargue. Pero todo termina en un momento no?
Comenten que les pareció el cap de hoy, nos veremos pronto
Las amo, no lo olviden❤️

Chau chau :D

♥Corazón de Oro♥ (Liam Payne y Tú)Where stories live. Discover now