Capítulo 66: Tormento

97 6 2
                                    

Capítulo 66
Narradora

La semana siguiente a la junta en el bosque fue muy oscura para todos. Desde que se enteraron de la separación de (tn)____ y Liam, el grupo cambió por completo.

Los que tuvieron más dificultades fueron los chicos. Dos de sus mejores amigos no querían ni verse, y eso complicaba las cosas entre los 6.

A veces hacían rondas: mientras Zayn y Harry acompañaban a Liam, Louis y Niall estaban en casa de los Stone con (tn)____ y viceversa.

Hoy era un día de esos.

El rubio tocó la puerta de aquella casa que los acogió por casi trece años, y les abrió la mujer que hacía las mejores empanadas en Inglaterra.

—Buenos días señora Stone —saludaron ambos.

—Hola Niall, hola Louis. (tn)___ está en su cuarto. Pasen por favor.

—¿Qué tal van sus comidas? —preguntó Louis mientras colgaba su abrigo en el perchero.

—Lo usual, casi ni come. Ya la he visto deprimida antes, pero esto ya es extremo, sobre todo con su embarazo —contestó la mujer soltando un suspiro—. Me preocupa mi niña, es tan delicada.

—Lo sabemos, pero ya se resolverá todo —dijo Niall—. Si no le molesta, subiremos a acompañarla.

La mamá de (tn)___ hizo un gesto para que siguieran adelante. Ambos subieron las viejas escaleras de madera de roble y entraron a la primera habitación a la derecha. Ahí estaba su amiga, acariciando su abultado vientre mientras miraba la nieve caer por la ventana.

—Hola (tn)___ —dijo Louis con voz suave, pero la chica no se inmutó—. Trajimos el almuerzo.

La castaña volteó hacia ellos. Tenía los ojos hinchados, estaba ojerosa, pálida y delgada.

—No tengo hambre —contestó con voz rasposa.

—Quizás tú no, pero mis sobrinos sí —el ojiceleste se sentó frente a ella y sacó de su mochila un pote con lasaña—. La hizo Lottie, tal como te gusta.

—No tengo ham...

—No te estamos preguntando. Estás poniendo en riesgo tu salud y la de tus hijos a la vez, y nadie, ni siquiera Liam, querría que algo les ocurriese —interrumpió Niall.

—Para él sería mejor si estuviese muerta.

—¿Pero qué estupideces estás diciendo? Él te ama (tn)____, te ama más que a nadie en este mundo.

—Tú no viste su cara, Niall —dijo (tn)___–. Tú no viste el odio en su mirada, no sentiste el dolor que provocaban sus palabras. Le hice daño, lo herí como si fuera su mayor enemigo, y ahora me convertí en ello.

Rompió en llanto. Louis fue el primero en abrazarla. Niall se quedó quieto, su amiga estaba agonizando.

---------

Nueve cuadras al oeste, alguien más sufría.

El apartamento de Liam (que solía ser de ambos) se había convertido en un desastre, al igual que el residente. Desde que ella se marchó (mejor dicho, desde que la echó), el alcohol lo acompañaba en las noches.

Era mejor que la sensación de vacío que tenía durante el día.

No tenía ganas de ver a nadie, mucho menos de saber de ella.

Ella. Ella era tan dulce. Ahora su nombre resulta amargo al oírlo.

La puerta del apartamento sonó tres veces. Liam no se dignó a abrir la puerta.

— Vete.

— Vamos amigo. No te he visto en semanas. ¿Déjame entrar?

— Si vienes a darme un sermón, será mejor que te vayas.

— No lo haré, lo prometo.

Se levantó del sofá para abrir la puerta que tanto había deseado cerrar.

— Diablos, este lugar apesta —dijo Harry al entrar— ¿Hace cuánto no abres las ventanas?

— Ayer —respondió a secas. Ambos tomaron asiento en el living.

Silencio.

— Te traje un par de cosas del supermercado. No sabía exactamente que necesitabas, así que compré lo esencial —dijo su amigo levantando su bolsa con abarrotes y verduras.

— Déjalas en la cocina, yo me encargo —Liam hizo un ademán con la cabeza.

Harry se levantó a la cocina y se puso a guardar las cosas. Era triste ver a su amigo en ese estado: destruido.

— ¿Estuviste con... —Liam titubeó antes de continuar. ¿Por qué su nombre dolía tanto ahora? —... ya sabes?

— No. Louis y Niall fueron para allá. Alguien tiene que quedarse contigo.

— Como si fuese una carga que nadie quiere.

— Tú y yo sabemos que ella no está mejor que tú. Además, si algo le pasa, no afecta sólo a una persona, sino a tres —reprochó Harry— Y te recuerdo, son tus hijos.

— Vaya que le importó.

— Liam.

— ¿Qué?

— Ni siquiera escuchaste lo que tenía que decir —Harry se paró frente a frente a su amigo de infancia.

— No era necesario y no quería. Ya tenía suficiente. Había pruebas claras. ¿Qué podría decir en su defensa?

— ¿Ella lo quería?

Liam tomó otro sorbo de cerveza.

— Responde. ¿Ella lo quería?

— Dijo que no pero...

— ¿Tenías algún otro motivo para dudar de ella?

— No, pero...

— Entonces estás actuando sin sentido. Liam, eres mi amigo y te quiero, pero piensa bien en tus acciones, en como estás ahora, en la gente que está preocupada por ti y, aunque no quieras, piensa en ella y en esos bebés —Harry se colocó su abrigo y abrió la puerta del apartamento— Empieza a actuar como un hombre respetable.

Y se fue de allí, dejando a Liam solo. Otra vez.

Después de todo, es difícil ayudar a quien no quiere ser ayudado.

♥Corazón de Oro♥ (Liam Payne y Tú)Where stories live. Discover now