Capítulo 3

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-Carolina, despierta. Preparate para ir a la audición. Son las 3:00 am. Vamos, vamos, vamos, ¡vamos! -dijo en tono del soldado de Toy Story dandome unas suaves palmaditas en las piernas.

-Umm... No quiero ir. -Gruñi.

-¿Ah si? Pues... ¿Sabes que no irás a la audicion mas importante de tu vida? Te dejaré sola y dormida.

Desperté al instante. Se me quitó el sueño.

-Era mentira, era mentira. -Supliqué.

Hunter rió y fue hacia el pasillo. Me levanté y fui directo a la ducha que estaba super fria. ¿Acaso no hay agua caliente en este motel?

Fue muy dificil para que me metiera al agua. Primero un pie y despues lo saqué. Hice lo mismo con el otro pie y las 2 manos y quedé afuera del agua. Bueno... Solo queda contar hasta tres. Uno... Dos... Dos y medio... Dos y un cuarto... Dos y tres cuartos... Tres.

Me introduje a la ducha rápidamente. El agua fria hizo que me despertara del todo y me inundé en pensamientos: ¿Tendré tiempo para audicionar? ¿Les gustará mi coreografía? ¿Me equivocaré? Les impresionaré.

-Carolina, mueve que vamos tarde.

Mierda. Me bañe lo más rápido posible y me alisté con una camiseta negra, un licra gris y unas zapatillas altas color blanco. Me recojí el cabello en una cola, agarré mi maleta chica y nos fuimos.

Hunter estaba ansioso por llegar y creo que yo tambien... mas bien estaba demaciado nerviosa. Tenía miedo a equivocarme, caerme, tropezarme o que no me acepten. Esto da mucho miedo.

-Carolina, ¿Estás tan nerviosa? Que hasta te comes las uñas. -Hunter interrumpió mis pensamientos.

No me había dado cuenta de que yo lo estaba haciendo. Me pasa seguido.

-Demaciado nerviosa, diría yo. ¿Y si fallo y no me aceptan?

-Descuida. Yo estoy igual de nervioso que tu. Y no te preocupes por tu rutina. Eres la mejor bailando y te he visto practicar esta rutina que vas a presentar. Lo harás excelente.

Hunter agarró mi mano y la besó sin dejarme de ver a los ojos. Esa mirada hace que me sonroje, con esos ojos color hazel que me matan lentamente. Me preocupa que me esté viendo y no a la carretera. Aparté mi mano con una sonrisa boba y miré hacia delante para que Hunter me imitara.

Por suerte no había ningun auto en la carretera, porque Hunter se había pasado al carril de la vía contraria.

Faltando una hora, saqué mi celular junto sus audifonos de la maletita y me puse a escuchar la canción que presentaré. En mi mente practicaba los pasos, como debía estirar los brazos y los pies en cada tiempo de la musica, en fin, la practiqué entera.

Repetía la canción una y otra vez hasta que me sintiera segura de lo que estaba haciendo.

Pero luego recordé cuando le estaba haciendo masaje: Carolina... Te amo.

Miré a Hunter sonrojada y vi que estaba sonriendo. ¿Por qué sonrie?

Mi celular empezó a vibrar. Número desconocido. Um... no se si contestar o no... Lo haré.

-¿Diga?

-¿Carolina? ¿Donde coño estás? Todos estan preocupados por ti.

Esa era Lucía. Solo al escuchar su voz, me dan ganas de pegarle. Su voz tan chillona.

-¿Y a ti que te importa? -Puse los ojos en blanco. Odio hablar con ella.

-Repito: TODOS estan preocupados. ¿Acaso no entiendes? Dinos donde estas... YA.

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