Estaba perdida no sabía dónde estaba desde que salí.
-Esto es perfecto!-grite por el gigantesco pasillo.
-Te puedes callar.-dijo esa voz
Mire hacia atrás y era Nate nada nuevo.
-¿Oye que haces estas perdida?-me pregunto con una sonrisa de oreja a oreja el demonio este.
-No idiota solo estoy buscando a slenderman para que me secuestre y me viole y despues me mate.-le dijo con mucho sarcasmo.
-Eres una pequeña mocosa-me dijo haciéndome una mueca.
-igual perro sato.-le dijo con ya mucho enojo.
-Perdón princesa pero...-sus palabras fueron cortadas bajo un gran sonido que venía de la puerta del final del pasillo.
-¿q-qu-que fue eso?-le pregunte muy nerviosa.
Eso me pasa por estar jugando slenderman a la mitad de la noche.
-Que voy a saber yo, no soy síquico.-me dijo poniendo un dedo de cada mano en su frente.
-eres idio.-no pude terminar, el sonido se volvió más grande.
Ahora sí que estaba asustada.
Estúpido slenderman.
-Quédate aquí-me dijo el muy mono. Tratando de ser el caballero de la mesa redonda.
Pero asi hice me quede ahí quieta mientras veía como se desaparecía por el pasillo sin dejar rastro.
