Día nuevo, y una resaca nueva.
Mi cabeza dolía a montones y apenas podía abrir los ojos, cuando por fin lo logré divise un techo de color celeste por lo que me senté rápidamente en la supuesta cama que estaba y recordé.
Eidrian...
Me había quedado a dormir con Eidrian, y no tenia idea de lo que había pasado luego de ver la película, era como si mis recuerdos los hubieran borrado por completo.
Un ruido me sacó de mis pensamientos, él ruido provenía de la puerta de la cual entraba Eidrian a pasos lentos, en sus manos traía una bandeja con un vaso de jugó de naranja, dos pastillas de color blanco y un sándwich de pasta de pollo.
Eso se ve demasiado delicioso .—Mencionó Cassie sintiendo como sus órganos se revolvían dentro de ella produciendo mas hambre aún —.
Es para ti, te debe doler mucho la cabeza .—Contestó él sonriendo ampliamente al también haber escuchado los sonidos interiores de Cassie, acercándose a ella a la misma vez entregándole la bandeja—.
Gracias por preocuparte .—Cassie nunca había recibido tanta atención antes comí la de su Tío Eidrian, era bastante especial para ella que le hicieran aquellos gestos de cariño —.
Todo para mi niña, debo cuidarte, es mi deber, además que si no lo hago tu Padre me mata .—Dijo Eidrian riendo levemente sentándose en la orilla de la cama tratando de no incomodarle a Cassie—.
¿Que pastillas son? .—Preguntó la chica tomando aquellas dos pastillas blancas sintiendo su textura—.
Menos preguntas, tu solo tomatelas, te va a curar el dolor de cabeza .—Respondió su adverso levantando él vaso de jugó en frente de Cassie haciendo que esta se tomara las pastillas de un viaje—.
Pasaron los minutos y ambos estaban riéndose a grandes carcajadas a pesar de que eran las 11 de la mañana querían disfrutar mucho mas juntos por lo que había decidido ver las películas de comedia que habían en la televisión.
Eidrian en medio de la película, en medio de las risas comenzó a pensar en todo lo que había sucedido la noche anterior, por un lado Cassie no recordaba nada, pero Eidrian tenia "grabado" en su mente todo lo que ella había hecho, locuras, tristezas, risas, tonterías que decía, todo.
Asi que con más ganas rió al ver un momento de la película, junto a su niña Cass todo era felicidad, o al menos eso el pensaba.
Eidrian, ¡Eidrian!, te estoy hablando
.—Dijo Cassie moviendo de lado a lado a su tio para que este reaccionara—.
Ah, ¿Que?, si si.
.—El chico que estaba siendo zamarreado no sabia que pasaba, así que espero a que ella le mencionara lo ocurrido—.
Él no podía concentrarse, solo pensaba en cosas al azar, reuniones pendientes con sus amigos, trabajos de fin de semana, y un sin fin de cosas, pero, esa mañana todo era diferente, estaba con Cassie su pequeña niña, la cual liberaba a su tío de un estrés gigante.
Era su salvadora, su ángel de la guardia, su protectora como él le decía cada vez que habían problemas en la vida de Eidrian.
