Capítulo 2.- Peleas y reencuentros.

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Allí estaban todos reunidos de vuelta. Bajaba Gimena por las escaleras y se quedó parada a la mitad, cogió aire y gritó:

-¡Chicos!...-nadie le hacía caso, todos hablaban entre ellos- ¡Ey, chicos!

En ese momento apareció Nico a su lado y gritó aún más fuerte:

-¡¡CHICOOOOOS!!-se hizo el silencio en el Hogar y todos los miraron- No quiero que vuelva a ocurrir todo esto, estamos empezando mal os aviso, tanto a mí como a ella se nos hace caso ¿está bien?. Os cuento, las habitaciones de chicas están a las derecha y la de los chicos a la izquierda. Esto no quiere decir que puedan estar cambiándose de un cuarto a otro todo el día. Ahora según vayáis subiendo os voy a nombrar con un número, ese número será para todo el año y quiere decir que antes de salir a clases o ir a dormir se hará recuento.

Lali me agarró rápido para así ponernos las primeras de la fila y subir antes que nadie para poder coger la de tres. Nico comenzó a numerarnos.

-Lali,1, Eugenia, 2, Lorena, 3, Sergio, 4....

Subimos rápido y conseguimos la habitación de tres. A todo esto me di cuenta de que no había visto a la amiga con la que me dijo que se ponía.

-¿Y tú amiga no está?

-No, ella hasta el sábado no llega. Aún sigue de vacaciones con su familia.

-Que suerte tiene entonces...-pensé que debería ser rica o algo, llevaba tanto tiempo de vacaciones que para uno de nosotros eso sería como un sueño.

Estábamos a punto de sacar las cosas de las maletas cuando se abrió la puerta de un golpe, era María y se nos quedó mirando con cara de no poder creer lo que estaba viendo.

-Perdona Mariana -me miró con cara rara- y niña nueva, os habéis equivocado de habitación esta no es la de dos.-nos dijo.

-Ya lo sabemos María, hay tres camas, tres armarios... es la de tres.- dijo Sara con tono irónico.

-Pues ya está, desalojad que la de tres siempre ha sido mía.

-No nos vamos a ir a ningún lado porque la cogimos antes.

Con tanto escándalo subió Gimena y trató de calmar la situación.

-Ey, tranquilidad ¿qué pasa aquí?

-Gime, llegué y cuando abrí la puerta resulta que me han quitado mi habitación de tres, todos los años ha sido mi habitación.-dijo María.

-Pero nosotras llegamos antes y no es justo porque nosotras somos tres y ellas siempre son dos.-replicó Lali.

-¿Dónde está la tercera? Porque yo no la veo, eh.- respondió María.

-La tercera es Rochi. llega el sábado.

-En ese caso tienen razón.- dijo Gimena- búscate otra María.

Salieron las dos del cuarto y María nos puso mala cara. Aunque había estado presente en toda la discursión no había abierto mi boca en ningún momento.Entonces miré a Laliy le pregunté:

-¿Te cae mal?

-Es una historia larga, éramos amigas pero por cosas que pasaron ahora no nos llevamos muy bien. No sé como le caerás pero con todo esto quizás te coja manía aunque bueno ella es así, te acostumbrarás con el tiempo.

-Vaya genio pues. Igual si a mi me llega a caer mal o me hace algo tiene la cruz echada.

Se escuchó una risita, era suya. Comenzamos a colocar todo en los armarios. Yo me cogí la cama individual ya que ella prefería la litera. Mientras colocábamos las cosas nos íbamos contando cosas de nuestra vida y cuando nos quisimos dar cuenta eran las nueve y media y teníamos que prepararnos para bajar a cenar.

Una vez que terminamos con todo bajamos a la cocina, allí estaba llegando la poca gente que había por ahora en el Hogar. Nos sentamos y comenzamos a comer. Pocos minutos después bajó María y nos echó unas miradas aunque más bien iban dirigidas a Lali, pero esta no hizo caso a sus tonterías y seguíamos hablando mientras comíamos. 

Terminamos y subimos a la habitación y cuando íbamos por el pasillo vimos como un chico estaba entrando con sus maletas a un cuarto cerca del nuestro. Lali se paró y dijo:

-¿Pablo...?

El chico se giró, la miró y dijo:

-¡Laaa!

Los dos se abrazaron durante un tiempo y a ella le caían algunas lágrimas. Yo miraba la situación pero no entendía nada aunque era normal, era nueva y no conocía a nadie ni nada. Le invitó a entrar a nuestra habitación y una vez dentro nos presentó.

-Ella es China, es nueva y él es Pablo.- nos dimos dos besos y ella le preguntó- ¿Cómo que ha vuelto? Pensé que no volvería a verte...

-Convencí a mis padres de que me volvieran a mandar aquí a estudiar y bueno, después de tanto insistir aquí estoy.- mientras lo decía se le formaba una sonrisa en la cara.

-¿Pero se vinieron ellos también?

-No, ellos siguen en USA. Me vine sólo.

En ese momento entró Nico por la puerta, nos miró y dijo:

-Número 13, vaya para su cuarto que ya no es hora de estar aquí.- descansen y mañana ya hablan todo lo que quieran.

Nico se fue y Pablo le siguió un poco después. Antes de irse nos dio dos besos.

Nos metimos en nuestras camas pero estuvimos hablando un rato antes de dormir.

-Seguro te preguntaste quién es Pablo.- me dijo.

-La verdad es que sí.

-Él es un amigo que tuve hace dos años, el primer amigo que tuve nada más llegar y el año pasado se fue a vivir a USA como escuchaste y bueno, perdí un amigo entonces.- me contaba todo esto con cierta tristeza.

-Y te ha hecho mucha ilusión que haya vuelto ¿no?

-Exacto.- su cara pasó de tener gestos tristes a una amplia sonrisa.

Me contó un poco más hasta que decidimos dormirnos pues entonces eran ya las dos de la madrugada y estábamos muertas por la llegada.

-Buenas noches.

-Buenas noches, hasta mañana.

Vuelta al Mandalay. (Casi Ángeles 5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora