Capítulo 5

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Sin darme cuenta, ya falta un día para nuestra cita del domingo. No le he dicho a Hatta ni una palabra de lo que me dijo mi hermanastro. En verdad, le estoy conociendo y no creo que sea esa clase de persona.

Voy al baño antes de subir a la azotea, Hatta ha vuelto a llegar tarde y no le han dejado entrar a clase. Debe estar ahí arriba esperándome. Pero parece que no es el único...

—Vaya, hacía tiempo que no nos veíamos en el baño. —Ellas otra vez. Sigo sin entender qué les he hecho para que me traten tan mal. Ahora mismo, extraño a Hatta. Él me defendería de todas sin importarle nada.

—Ahora no está el del pelo azul para protegerte... has sabido dónde tienes que arrimarte para que no te hagamos nada. —Ese comentario, que lo entiendo, me llama la atención. No sé exactamente lo que quiere decir. Él es una persona completamente normal, aunque tenga el pelo de color.

—Tengo que irme. —Una de ellas, la líder, me coge del pelo y tira de él. Duele muchísimo. Siento como mi espalda golpea contra la pared y ellas se ríen. ¿Por qué son así conmigo?

—A los chicos les llama la atención tu cara, aunque es bastante fea. Les vamos a dar algo que mirar. —Su puño golpea fuertemente mi rostro. Me duele el pómulo y siento gusto de sangre en mi boca. Ellas siguen riendo hasta que una de ellas grita.

—¡Larguémonos! Viene Lee Jin Woo. —Todas escapan corriendo. Y yo me dejo caer al suelo, abrazo mis rodillas y empiezo a llorar. No voy a soportarlo mucho más, Hatta... te necesito.

—¿Alicia? ¿Estás bien? —Reconozco la voz pero no respondo. Solo hay una persona que me llamaría así en Corea. —¿Alicia? —Siento sus manos en mis hombros. Levanto el rostro lentamente y por primera vez, veo sus ojos mirarme fijamente con temor. —Te prometo que esto no quedará así. Vamos. —Me ayuda a levantarme y salimos del baño de las chicas. Jung, mi hermanastro, ha hecho algo por mí.

—Suéltala. —Es la voz de Hatta. Sinceramente, estoy decepcionada de que haya sido mi hermanastro el que me ha salvado esta vez. Esperaba a mi caballero de pelo azul con ansias. Creo que te has enamorado Alicia.

—Voy a llevarla a la enfermería. No te metas donde no te llaman Jin Woo. —La voz de Jung es seria. Da un poco de miedo, aunque a Hatta eso no le importa.

—Tú eres tan culpable como las que le han hecho esto. Te haces el ciego ante situaciones en las que deberías intervenir. Eres el líder del consejo estudiantil, tendrías que proteger a los alumnos en lugar de dejar que este tipo de barbaridades ocurran. Así que aléjate de Alice, yo la llevaré a la enfermería. —Él se acerca y me toma de la mano para alejarme de Jung, pero éste no me suelta.

—¿Y tú eres mejor? Por tu culpa, un alumno casi muere. Solucionas las cosas a golpes y...

—Al menos me preocupo por lo que quiero y no dejo que le hagan daño mientras me siento a mirar. —Ambos se retan con la mirada. Al final, estoy cansada de todo esto. La gente nos mira, el pasillo está lleno de chismosos. Me suelto de mi hermanastro y ahora son ellos los que me miran a mí.

—Seguid discutiendo, me voy a la enfermería. —Y allí les dejo a los dos. Plantados e intercambiando miradas llenas de veneno.

Termino convenciendo a la enfermera para que me deje irme a casa. Cojo mis cosas y me voy. Siento ganas de llorar y me reconforta la idea de hacerlo cuando llegue a casa. No habrá nadie, o eso espero. Mi uniforme también está sucio de sangre. Odio este instituto, odio este lugar.

Abro la puerta y dejo que todas las lágrimas salgan. La casa está en silencio y eso me viene genial. Me quito los zapatos y entonces una voz me sobresalta.

—¿Alicia? —Me doy la vuelta y veo a mi padrastro. Parece que ha venido a por algo que se le ha debido de olvidar. Yo, no puedo dejar de llorar y él de inmediato me abraza arropándome. —Tranquila, todo irá bien. No voy a preguntarte nada, conozco a los chicos de aquí. Sé que pueden ser muy crueles y que no son tan amigables como los que tú conocías. —Sus palabras me reconfortan, poco a poco. Cuando por fin soy capaz de relajarme, le miro a la cara y veo su calmada sonrisa. Entiendo por qué mi madre se ha enamorado de él. Es un gran hombre en el que se puede confiar.

—Siento que me hayas visto así —digo apenada.

—Soy yo el que lo siente Alicia. Por mi culpa estás pasando por todo esto y no has dicho nada. Te cambiaré de instituto o... puedo hablar con tu madre si lo que quieres es irte. —Le miro fijamente. ¿Haría eso por mí? Es verdad que ahora mismo lo único que quiero es desaparecer. Huir es de cobardes y tú no lo eres. Esas palabras resuenan en mi cabeza, es cierto, no soy una cobarde y aunque me fuese no cambiaría nada. La situación se repetiría con otra persona y así sucesivamente.

—No es tu culpa. Hay algunas personas que son así. Solo disfrutan haciendo daño a los demás sin motivo. Eso ocurre aquí y en todos los lugares del mundo. Solo tengo que ser más fuerte. Gracias por escucharme... —No sé que más decir. Él asiente y se levanta para volver al trabajo, pero antes me mira.

—A Jung le gustas más de lo que parece. Desde que llegaste aquí le veo un brillo especial que antes no tenía. Es un chico un poco recto pero confía en él. Seguro que te ayudará si se lo pides. —Asiento, en verdad es él quién me ha ayudado hoy.

Al final, me quedo sola. Escucho mi móvil vibrar y veo el mensaje. Es de Hatta.

"¿Estás bien? Siento no haber llegado a tiempo. Mañana lo pasaremos bien para olvidar el mal rato que has pasado. He aprendido a hacer sombreros ;) "

Ese estúpido comentario me hace reír. Por alguna extraña razón empiezo a pensar en todo lo que me ha sucedido desde que he llegado aquí. Me cuesta recordar los nombres y por eso él cambió el suyo. Una carcajada escapa de mi boca cuando pienso en su nombre. Parece que conoce a la perfección la historia de Alicia en el país de las maravillas, ya que sabe el nombre real del sombrerero. Luego pienso en mi hermanastro, Jung. ¿Cómo es él realmente? Es complicado definirlo, a veces es una persona maravillosa a la que se puede admirar. Pero otras veces es un capullo. Las palabras de mi padrastro resuenan en mi cabeza, ¿le gusto?


Al otro lado del mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora