Recuerdos.

2K 125 6
                                    



Era un día nublado, el cielo era gris, las nubes amenazaban con llover, el viento soplaba con más fuerza de lo normal, la melancolía recorría toda la habitación en la que yacía un chico que para él este día significaba mucho, no era como cualquier otro sino que era uno de los más crueles que pudiese existir.

—Buenos días muchacho,¿Te pasa algo?—dijo Plagg viendo como el rubio con un pesar se ponia un traje negro.

—Buenos días—contesto a secas.

—Sabes que además de tu kwami soy tu amigo y me puedes contar lo que sea—dijo preocupado.

—Plagg no sabes cómo me gustaría no tener emociones ser un robot—mencionó con un suspiro, observando una foto de su mamá en su celular.

—Ella es tu madre no es así—dijo acercándose, viendo la imagen.

El chico sin fuerzas se lanzó a suelo, encogió sus piernas, colocó sus brazos y cabeza sobre sus rodillas y comenzó a sollozar desconsoladamente.
Plagg realmente estaba angustiado por su portador, nunca lo había visto de esa manera, ni siquiera cuando Ladybug lo rechazó. Se sentía culpable porque quizás él había dicho algo fuera de lugar.

—Lo siento, sé que a veces digo las cosas sin pensar, pero si necesitas alguien que te escuche aquí estoy—dijo el kwami alejándose de su portador.

El chico levanto la mirada—¡Plagg espera!, no fue tu culpa es solo que...—volvió a llorar.

Pasaron varios minutos hasta que Adrein se calmó un poco.

—Tienes razón, necesito contárselo a alguien no me puedo seguir guardando todo lo que siento —limpiándose las lagrimas.

Ha pasado un año desde la desaparición de mamá, sigo sin entender ¿Porqué se fue?,¿Porqué que no regreso?, ¿Dónde estará?, ¿Qué fue lo que le sucedió?.
Recuerdo muy bien ese día, salía de mi clase de esgrima como siempre Nathalie y el gorila me estaban esperando en la limosina, desde lejos los vi tenían una cara extraña como de angustia o preocupación.

Me acerqué a Nathalie y le pregunté— ¿Sucedió algo?.

Nathalie no me quiso responder no subimos a limosina y llegamos a casa, mi padre me estaba esperando en el estudio, abrí la puerta y entre, cuando vi su rostro tenía una expresión de desesperación.

—Padre está todo bien—me acerqué a él.

Mi padre suspiro profundamente y me dijo —Se trata de tu madre.

—¿Qué le pasó?, ¿Tuvo un accidente?—de inmediato salí corriendo hacia el cuarto de mi madre pero no había nadie ahí.

—Padre ¿Dónde está mamá?— le grite.

—Hijo tu madre desapareció—en ese instante sentí como mi corazón se paró, mi cuerpo temblaba, mi mente estaba en blanco.

—Tu madre nunca abordó el avión rumbo al Tíbet, en este momento la policia la está buscando.

—Tenemos que hacer algo no nos podemos quedar de brazos cruzados-dije desesperado.

—Adrien lo mejor es dejar que la policia la busque—me sujetó del brazo.

Así pasaron los días, las semanas y ninguna noticia sobre mi madre, la policía dejo de buscarla. Mi padre comenzó a pasar más tiempo en su trabajo, yo le mandaba mensajes, le hablaba a su oficina, pero nuca me contestaba, cada vez mi papá se alejaba más de mí, nuestra relación comenzó a ser fría y distante al punto de sólo saludarnos y ya.
Sabes la extraño demasiado, no se como he soportado estar sin ella, cada día que pasa me siento más y más sólo, la extraño tanto, extraño sus abrazos, sus besos, sentarnos a platicar sobre cualquier tema mientras comemos una rebanada de pay,multar una partida de pocker, hacer un picnic al aire libre contemplando la naturaleza, su "Buenos días hijo ¿Cómo amaneciste?".
Me siento tan sólo ¿De qué sirve tener dinero?, si lo único que realmente importa es el amor, cosa que a mi padre no le importa.
Hay veces que ya no puedo más, me siento inepto, desesperado, harto, frustrado.
Si puediera desear algo sería regresar el tiempo atrás y haberla acompañado al viaje, o simplemente llevarla al aeropuerto. Ya no sé qué hacer siento que ya no puedo más, ha pasado tanto tiempo que...a veces pienso que ella está muerta.

El chico volvió a sollozar amargamente abrazando con todas sus fuerzas una de sus almohadas, se sentía tan impotente y triste que ni siquiera tenía ganas de salir de su cuarto.

—Chico no lo sabía, lo siento mucho–dijo el kwami sentándose al lado de su portador.

—Si no fuera por ti Plagg, creo que hace tiempo que me hubiese vuelto loco—abrazando al kwami.

—No te preocupes, te prometo que hallaremos la forma de saber que le ocurrió, ya no llores que me vas hacer a mí llorar—tratando de consolar al rubio.

—Gracias Plagg—mencionó secándose las lágrimas.

Más tarde Adrien asistió junto con su padre a una ceremonia que el alcalde iba realizar para honrar la memoria de la Sra. Agreste.
Adrien trató de controlarse y no llorar, termino la ceremonia su padre se quedó con las personas que hablan asistido y él regreso a casa.
En la noche como todas las noches se transformó en Chat Noir para salir a patrullar las calles de París y verificar que todo estuviese bien.
Necesitaba salir sentirse libre que el viento despejará todos sus pensamientos.
El joven hizo una parada en la torre Eiffel, no pudo evitar volver a llorar, la torre le recordaba tanto a su madre, ella siempre le contaba como en esa torre ella conoció a su padre y lo valiosa que era para ella.

—Buenas noches gatito—dijo una dulce voz.

—Bu-enas noches my lady—mencionó secándose las gotas que escurrían por su cara.

—¿Chat estás bien?—cuestionó la joven preocupada acercándose a él.

—Si, no es nada—respondió con una sonrisa forzada.

—Sabes que cuentas conmigo para lo que sea—le tocó el hombro y se sentó al lado de él.

—Se trata de mi madre—dijo apretando los puños tratando de contener las lágrimas que amenazaban con querer salir.

La chica se quedó impactada ante tal frase, nunca se imaginó que Chat tuviera problemas con su familia porque el siempre era alegre y divertido.
El joven no estaba del todo seguro de contarle a Ladybug lo que le había pasado a su mamá pero por alguna extraña razón sentía que podía confiar en ella más que en cualquier persona de este mundo.


Continuará ...


~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Hola chic@s gracias por leerlo, espero que les haya gustado.

Hasta la próxima.Bye.

¡Juro que te encontraré!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora