Una señal.

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Era de madrugada, una ligera llovizna comenzaba a caer en la ciudad del amor.
Habían sucedido demasiadas cosas para los jóvenes, el descubrimiento de sus identidades, la amenaza de HawkMoth, confesarle al otro sus sentimientos y volverse novios. Ahí en la punta de la torre Eiffel se encontraba una linda pareja a la cual no le importaba la lluvia.

—Adrien, me tengo que ir—separó sus labios de los suyos.

—¿Porqué?—dijo algo triste.

—Por si no lo recuerdas mañana  tenemos escuela—tocó la punta de su nariz.

Los chicos se transformaron al mismo tiempo, Chat Noir no quería separarse de su lady.

—No te vayas—dijo abrazándola por la espalda.

—Me tengo que ir gatito—dijo con un suspiro, soltándose de él.

Marinette no quería despedirse de Adrien, no quería separarse de él, le encantaba estar a su lado, sentir como su brazos la cobijaban, la protegían.
El chico por su parte al oír esa frase sus orejas se agacharon, quería estar a su lado porque su compañía lo hacía sentirse feliz. Se le ocurrió una idea.

—Permítame acompañarla my lady—haciendo una reverencia, dándole la mano.

La chica lo miró con ternura,aceptó su propuesta, sujeto su mano, para ella entre más tiempo pasará con su novio mejor.
Ladybug y Chat Noir agarrados de la mano saltaron por los tejados hasta llegar al balcón de la casa de Marinette. Chat entró primero al cuarto de la joven.

—No recordaba lo hermoso que éra este lugar —señalado unos recortes de él que estaban pegados en la pared.

—Ahh...no recordaba eso—musitó apenada, mirando a otro lado.

—No tienes porque avergonzarte, te voy a confesar algo—guiñó el ojo.—En mi habitación, bueno más bien en mi computadora tengo miles de imágenes de Ladybug—alzó su cara para mirarla a los ojos.

—¿Si?—preguntó con un hilo de voz.

—Por supuesto que sí, no me da pena decírselo a esa chica de la cual soy su fan número y no solo eso sino de la cual estoy enamorado—le dio un beso en la mano.

Ante el comentario de Adrien, la chica se ruborizó un poco, aún le parecía un sueño estar a su lado y que le dijera ese tipo de cosas.
Marintte se acercó a besarlo, Adrien le correspondió, así siguieron besándose por varios minutos hasta que su transformación se terminó. Ambos se sonrojaron al darse cuenta del espectáculo que estaban presenciando los kwamis.

—Ustedes en lo suyo, Tikki me va a mostrar donde está el queso—dijo Plagg guiñándole un ojo a Tikki.

—¿Qué?...ah si le voy a enseñar el lugar—salieron de la habitación.

Los jóvenes solo rieron al ver como su kwamis inventaban una excusa para darles algo de privacidad.

—Le darías asilo a este pobre gato—mencionó poniendo una mirada tierna.

—¿Porqué lo haría?—cuestionó pensativa.

—Mi padre no está, Nathalie se fue con él, no hay nadie en casa y sobre todo hoy me siento más solo que nunca—dijo tratando de contener el llanto.

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⏰ Última actualización: Nov 21, 2016 ⏰

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