Un susto.

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Adrien no lo pudo evitar y volvió a sollozar, tenía sentimientos encontrados por una parte estaba feliz que después de tanto tiempo por fin sabía quién era Ladybug, pero por otra parte se sentía tan melancólico por el aniversario de la desaparición de su madre.

—Adrien—pronunció la joven con un hilo de voz.

Marinette no sabia que hacer en ese instante si decirle algo o no, sentía como su corazón se encogía, no podía ver al amor de su vida así, tan frágil y vulnerable.

—Te prometo que te ayudare a buscarla—lo miro a los ojos.

Quizás la joven debió pensarlo mejor primero antes de prometerlo, no tenía ni la más mínima idea de como la buscaría, pero ella quería hacer sentir mejor al rubio.

—Gracias—contesto con una voz ronca por tanto llorar.

—No te preocupes no estás sólo, yo estoy aquí a tu lado—le regaló una cálida sonrisa.

Esas palabras fueron mágicas, hicieron que el chico se tranquilizará, podía sentir un gran confort, podía entender que no estaba sólo en el mundo como el pensaba, pues ahora Marinette estaba a su lado y sabía que podía creer en sus palabras.
Seco sus lágrimas y le dio un beso en la mejilla a la azabache lo cual hizo que se sonrojara un poco.

—Te puedo preguntar algo—dijo el joven.

—Lo que quieras—le sonrió.

—¿Porque me quieres ayudar?—le agarro la mano.

La chica se quedó en blanco ante tal pregunta no sabía que responder, obviamente no le iba a decir que lo quiere ayudar porque está enamorada de él desde el día que le regaló el paraguas y no le gusta verlo sufrir.

—Bueno...yo—no le salían las palabras.

—Lo siento, se que soy un tonto por preguntar algo así—soltó su mano.

—No...no eres un tonto...lo que pasa....que te quiero—lo último lo dijo apenas audible desando que el chico no lo oyera.

La joven no podía creer lo que había dicho, sentía como su corazón se aceleraba, que su cuerpo temblaba, su cabeza daba vueltas, iba explotar. Adrien por su parte se puso rojo, se quedó perplejo ante tal frase, un silencio se hizo presente entre los jóvenes hasta que escucharon un grito.

—¡Ayuda!—grito alguien que se encontraba cerca de la torre.

Los chicos despejaron sus pensamientos, se miraron seriamente, se transformaron y se dirigieron rápidamente al lugar de donde provenía los gritos.
Saltaron por los tejados hasta llegar a un callejón oscuro.

—¿Ves algo?—preguntó el chico.

—No, ¿Y tú?—dijo Ladybug.

—Tampoco, creo que no hay nada—bajo su bastón.

—Mantente alerta Cha...—alguien le golpeó por atrás.

—¿Ladybug?—cuestionó.

La chica estaba inconsciente, Chat Noir escucho una risa detrás de él, esa persona era muy sigilosa se movía rápido,en un reflejo volteo con su bastón y apretó a la persona contar la pared, no la iba dejar escapar.

—Dime quién eres en este momento—le ordenó.

Aquella persona se volvió a reír.

—Habla, por un demonio—dijo lleno de cólera.

La persona golpeo a Chat Noir en el abdomen lo que hizo que soltara su bastón, intento salir corriendo de ahí pero Ladybug la atrapó con su yoyo y la atajo hacia ella.
La joven ayudo a Chat Noir a que se levantará, se dirigieron a un poste de luz para interrogar a ese desconocido, mayor fue la sorpresa para los superhéroes al darse cuenta de quien se trataba.

—¿Lila?–dijeron al mismo tiempo.

—Mi nombre es Volpina y he venido a quitarles sus miraculous—pateando a Ladybug.

—Eso no lo permitiré —dijo Chat Noir persiguiéndola.

Ladybug se levantó, salto por el techo llegando primero a la salida de aquel callejón, Chat Noir corrían tras de ella, Volpina se encontraba rodeada, no tenía salida.

—Ahora si, no tienes escapatoria zorra—mencionó el minino.

—Chat su collar—le señaló la azabache.

Chat Noir utilizó su cataclismo para quitárselo y se lo aventó a Ladybug, ella rompió el collar y liberó al akuma, utilizó su Lucky charm para que Lila regresará a la normalidad.

—¿Qué hago aquí?—preguntó la castaña extrañada al ver al dúo de héroes.

—Tranquila, todo está bien–le contestó la chica de traje moteado.

—¿No recuerdas nada?—preguntó el joven.

—Solo recuerdo que me peleé con mi mamá y me salí de mi casa, iba caminando por la calle cuando de repente escuche una voz familiar que me decía que le ayudara a darles un susto a Ladybug y Chat Noir porque se estaban metiendo en un asunto que no era de su incumbencia, eso es todo lo que recuerdo.

—Ok, gracias por la información, te acompañamos a casa—le propuso el joven.

—No gracias, mi casa no está lejos de aquí—se fue caminando.

Los jóvenes regresaron a la torre Eiffel, una vez ahí deshicieron su transformación y alimentaron a los kwamis.

—Un asunto que no es de nuestra incumbencia, ¿Qué crees que signifique? my la...digo Marinette—volteó a otro lado apenado por lo último.

—No lo sé, HawkMoth siempre nos ha querido quitar nuestros miraculous—dijo poniendo su mano en su mentón.

—Tienes razón, pero darnos un susto—mencionó intrigado.

Los jóvenes trataban de encontrar la pieza que completará el rompecabezas, aquello que les dijo Lila los había dejado con un mal sabor de boca, había algo que no concordaba en todo esto ¿Pero que?.
Porqué HawkMoth le había dicho a Lila que se estaban metiendo en su asunto, será a caso que ellos hicieron algo que hizo que el villano de París los tuviera en la mira.

                                                                     Continuará...


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Espero que les haya gustado, gracias por leerlo.

Hasta la próxima.

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