Yo era una chica cualquiera , tenía 5 años cuando descubrí esta grave enfermedad llamada HOCKEY. Me di cuenta por mí sola que era incurable (por suerte).
Mi sueño desde ese momento siempre fue llegar al seleccionado y jugar en algún juego olímpico, cosa que se veía tan lejos e imposible.
Todo era muy complicado para mi, una niña indefensa de tan solo 5 años.
Fui creciendo y enfermándome cada vez más. Mientras más crecía más ganas tenía de cumplir este objetivo.Había una desventaja, yo fui (y soy) muy competitiva , todos me decían que me calme menos Ana mi entrenadora, ella decía que ese entusiasmo era perfecto para lograr lo que quería. Nunca me dejo, siempre me apoyaba, me veía como una chica entusiasta y cabezadura.
Otra persona que me apoyaba siempre era mi madre , ella nunca me dejo siempre que yo venía de un entrenamiento llorando o con una final perdida , ella me consolaba. Eso valió mucho en mi futuro , en mi vida.
A los 11 años mi cabeza empezó a darse cuenta de que esto daba para lo profesional , y me puse a estudiar sobre este magnífico deporte no solo por el lado de lo físico , si no también por el lado histórico.