18. Venganza

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Narra Lizzie

- He dicho que quiero petuneas rosas!- grité de nuevo enfadada mientras la niña de primer año intentaba hablar entre mis chillidos.

- Pero... no había...

- No me sirven las escusas. En Denver debe haber por lo menos quince floristerias donde preguntar. Incluso podías pedirlo por encargo!

La chica gimoteaba en el centro de la sala mientras mis voces acaparaban las miradas de la sala. Mejor asi, que se den cuenta de lo que pasará si alguna se equivoca.

- Pero yo...

- Silencio! Has demostrado que no mereces estar en este comite! La semana universitaria es uno de los eventos más importantes del internado, sé que cómo alumna de primero no tienes la presión, ni tiene mucha importancia para ti, pero podrías dejar de ser egoista y pensar un poco más en las demás.

Las petuneas rosas eran las flores favoritas del decano de la universidad de Harvard, y además pegaban perfectamente con el vestido que quería ponerme aquella noche.

La niña de primero abandono la habitación entre lágrimas, que no hablandarón ni un ápice mi corazón. La semana universitaria era de suma importancia para mi futuro. Ninguna persona conseguía ser alguien en la vida si no iba a una universidad de la Ivy League, por lo que controlar cualquier pequeño detalle era esencial para aquella semana.

Además yo era perfecta para controlar pequeños detalles, orden y protocolo. Las demás chicas solo eran cabezas huecas con padres ricos y cara bonita. Yo al menos reunía todos sus puntos buenos y una inteligencia privilegiada y malevola.

- La semana universitaria tiene que ser perfecta. Hoy es nuestra noche, chicas. Nuestro futuro depende solamente de nosotras.- Mi madre estaría contenta con mi discurso, casi a la altura del de la sargento.

- ¿Estas nerviosa, Lizzie?- preguntó Penelope acercandose a mi a modo de confidencia. Penelope era lo más cerca que podía estar de considerar a alguien mi amiga. Suficientemente tonta estupida y superficial para no ser considerada una amenaza. Su cabello pelirrojo destcaba sobre el de las demás alumnas dandole un aspecto exótico,y de cara era bastante mona, pero su falta de neuronas la hacían poco apta para el papel de abeja reina.

- Por supuesto que no. Ya he conocido más veces al décano de admisiones de Harvard, suele jugar al golf con mi padre. Además tanto mi padre como mi madre estudiarón allí, podría decirse que tengo plaza en esa universidad.desde que nací.- Contesté elevando la voz para que todos a mi al rededor puedieran oir mi suerte. Era una Kurt,una familia rica y poderosa, que equivalia a la realeza, pero en estados unidos y en los negocios.

- ¿E Ian?- preguntó una de las chicas de primero morena y sedienta de cotilleos.

-¿No estaba con la nueva? La que tiene nombre de chico.- Contestó una rubía con voz de pito.

- Esta esta con Robert.-Dijó otra de las chicas.

- Porfavor, si Robert tiene muchisima pluma.- Añadió Penelope con cara de asco.

Nuestra ruptura había sido lo más comentado la semana pasada por aquellas tontas sin vida social, que no podían contener la envidia de la perfecta pareja que formabamos. Sabía que todas estaban felices, Ian era un soltero codiciado en el instituto, guapo, de buena familia, mejor jugador de fútbal de la escuela...

Pero era mio, y aunque tuvieramos inmuerables bajones, eramos perfectos el uno para el otro. La chica popular con el chico popular, ¿no?

Además tenía buenas noticias.

Jo no es nombre de chico(Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora