A Single Heart: Existe el amor? (Shannon Leto & Tú)

Capítulo 39

Después de almorzar, voy hasta la entrada de la casa y le entrego el pago a cada uno de los trabajadores, quienes toman uno de los camiones de la hacienda para llegar hasta la carretera que conduce a la ciudad, ya que para entrar a la hacienda solo hay un camino. Sólo quedan dos personas de seguridad, que vigilan la entrada principal de la hacienda, Eva y yo en la casa. La casa tiene un buen sistema de alarma y está muy bien asegurada alrededor de ella con vallas grandes de hierro conductoras de energía de alto voltaje, aparte de cámaras de seguridad. Algunos trabajadores se ofrecieron en regresar en dos días para ayudar con las labores del campo, y alimentar a los animales.

Eva insistió en quedarse conmigo a pesar de que le insistí en que se fuera, porque yo no me iba a quedar más tiempo aquí en la hacienda, pero ella insistió en quedarse hasta que me fuera. El estar encerrada en aquella casa sin señal de tv ni internet me aburre, la tormenta ha afectado ambas señales. Aprovecho que la lluvia ha parado, me coloco mis vaqueros y mis botas y decido ir a visitar el establo.

Tengo sentimientos encontrados pero intento no pensar en...ese día, acaricio a cada animal y los observo, son hermosos. Saco a uno de los caballos y lo ensillo, recuerdo que cerca todavía existe el campo de entrenamiento para estos animales, que por suerte tiene techo. Monto el animal y comienza galopar, la ventaja es que a pesar de que llevo mucho tiempo sin montar, no se me ha olvidado.

Eva se acerca con una canasta llena de trigo y me dice

-Lo sigues haciendo muy bien! –me grita desde la entrada, lleva una sombrilla en su mano-

-Lo sé,  la suerte es que es un animal manso (o tranquilo) –ella ríe y se va-

Después de aproximadamente una hora o más, regreso al establo. Mientras caminaba desde el campo de entrenamiento hasta el establo me mojo un poco y el animal también, le quito la silla y lo limpio, el animal entra en su pesebrera y un golpe fuerte hace que me sobresalte. Es una de las ventanas que por el fuerte viento,las puertas se golpean entre si. Cuando me acerco para cerrarlas observo la canasta de trigo que llevaba Eva tirada en el suelo, comienzo a llamarla pero no responde; mis nervios están a flor de piel y mi corazón se acelera, doy unos pasos más y observo a Eva tirada en sobre la paja que está en el suelo, inconsciente...

-Eva!!... EVA!!...mi nana –comienzo a llorar- DESPIERTA...POR FAVOR!! –al tomarle la cabeza siento que algo moja mis manos, cuando me las veo están llenas de sangre, al parecer se golpeó fuerte la cabeza o...la golpearon- Dios mío...

En ese momento alguien me coloca un pañuelo que cubre mi respiración y comienzo a moverme con fuerza pero es evidente que la persona que me tiene sujetada tiene más fuerza que yo, intento gritar pero no puedo, me levanto y empujo a la persona contra una viga de madera pero no me suelta, poco a poco, no importa cuánto luche, todo se vuelve oscuro...

Narra Shannon

Mi vuelo por suerte aterrizó, hubieron grandes turbulencias en el camino y llegué una hora retrasado, pero ya estoy en Houston. Tomo un taxi y le doy la dirección al conductor, durante el camino recibo una llamada de Jared para verificar que había llegado bien, mientras hablaba con él se corta la llamada, no tengo batería.

Después de varios minutos llegamos hasta el final de la carretera principal, no para de llover y no se ve nada parecido a una hacienda, sólo un camino estrecho. El conductor me dice que no puede seguir. Intento convencerlo, pero me dice que no puede por miedo a que la tormenta lo impida regresar; el último recurso que tengo es ofrecerle dinero y acepta. Va por el camino conduciendo con cuidado.

Después de unos minutos, finaliza el camino. Frente a nosotros hay dos puertas grandes de hierro, observo que hay una pequeña casita de vigilancia...

Conductor: Aquí termina el camino. Tiene que ser la dirección.

-Sí, aquí es. –digo confirmando la dirección que está escrita en el papel que me entrego Zoe-