8. Esa persona

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Eventualmente tendría que hablar con Jongin. Tarde o temprano, tendría que enfrentarse a ello. Jongin no había contactado con él después de la llamada por teléfono, por lo que Sehun estaba agradecido. Jongin le había dado tiempo y tranquilidad para poder calmarse antes de confrontar al otro, dándole la libertad de decidir cuándo sería el momento adecuado para abrir esta caja de Pandora y enfrentar toda la oscuridad dentro de ella.

Ello se sentía bien y mal al mismo tiempo.

Por un lado, se sentía como lo mejor que podía hacer, lo único correcto, porque Jongin merecía respuestas, razones para el comportamiento de Sehun. Por el otro lado, el mismo Sehun ni siquiera tenía respuestas, y sus emociones aún estaban demasiado desordenados y en caos. No había forma de que pudiera convencer a Jongin de cualquier cosa que dijera, cuando ni siquiera podía convencerse a sí mismo.

Había decidido reunirse con Jongin en una cancha de baloncesto vacía, que solían frecuentar mucho. En estos días, era un lugar abandonado con nada más que recuerdos persistentes. Requirió de demasiado valor para él el hacer esto, desgraciadamente demasiado. Sólo esperaba que valiera la pena. Quería que Jongin lo escuchara, que escuchara lo que tenía que decir, y después, tal vez todo estaría bien otra vez.

Con suerte, todo estaría bien otra vez.

— Sehun.

Sehun giró con rapidez al oír la voz de Jongin llamando su nombre. Jongin se quedó ahí, a pocos metros de él, pero se sentía tan lejos. Jongin fácilmente podría huir, fuera de su vista y fuera de su vida, y la sensación no calmaba su corazón. Era demasiado irónico, a los ojos de Sehun, que a pesar de que siempre dijeron que estaban estancados con el otro y tenían que soportar la presencia del otro, Sehun ni siquiera una sola vez quiso a Jongin fuera de su vida. Si ese día llegara, se sentía horriblemente vacio.

— Jongin...

Ahora era el momento de dejar salir todo. Ahora era el momento de decirle a Jongin lo que había estado sintiendo desde que recibió el mensaje. Ahora era el momento de decirle a Jongin que lamentaba haberle mentido. Sólo tenía que tomar una gran bocanada de aire, armarse de valor y hablar.

Jongin miró a su alrededor.

— Ha sido mucho tiempo desde la última vez que vinimos aquí...

— En efecto, –Sehun asintió, su voz tan suave como un susurro–¸ así es...

"¿Por qué nunca respondiste mi mensaje el día antes de Nochebuena, Sehun? ¿Por qué?"

Un nudo se formó en su garganta, pero no retrocedería ahora.

— Jongin... A ti... ¿Te gusta Kyungsoo?

Jongin parpadeó un par de veces antes de contestar.

— Si, me gusta.

Una sonrisa triste se arrastró a sus labios, sus ojos automáticamente bajaron la mirada. A Jongin le gustaba Kyungsoo. Lo había dicho con una confianza tan hermosa, el tipo de confianza del que Sehun sólo podía soñar con poseer y del tipo de confianza que Sehun admiraba tanto. A Jongin le gustaba Kyungsoo, y eso era algo que Sehun debía comenzar a aceptar. Sin importar lo doloroso que fuera.

— Él... ¿Te gusta más que esa persona?

Sehun siempre se había referido a la persona de la que Jongin había hablado en su mensaje como esa persona, simplemente porque no había mencionado el nombre y la única cosa que sabía de esa persona era el hecho de que a Jongin le gustaba, mucho. Ahora que pensaba de nuevo en ello, bien podría haber sido Kyungsoo. Por lo que Sehun sabía, siempre había sido Kyungsoo.

520Donde viven las historias. Descúbrelo ahora