Ahora.

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La tenías a tu merced, podías pedirle lo que sea y ella haría lo imposible para conseguirlo, te cedió su corazón y dejo que poseas su cuerpo.

Eras el diablo, y ella te ofrecía su alma.

¿Qué hiciste?

No la notaste, no te importó ella. La usaste, jugaste y cuando ella se dio cuenta de tu mentira, tu te diste cuenta de lo que valía.

Ahora no te atrevas a mirarla así cuando él tome su mano, no intentes llamar la atención que antes no te quitaba, no ingentes recuperar algo que nunca fue tuyo aun cuando pudo serlo.

Ahora, retuércete en el dolor que ella sintió. Siente la indiferencia que alguna vez tú le diste.

Buscando mi corazónWhere stories live. Discover now