Septiembre/2016 - Vuelta a clase, vuelta a la ceguera por amor

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Esa sensación insoportable estaba volviendo, creía que nunca sucedería de nuevo, pero estaba pasando. Me ponía nervioso de nuevo, me atacaba por dentro y me entraba una cierta ansiedad. Señales y síntomas que me recalcaban que me seguía gustando ese chico, y más de lo que creía. Mi cuerpo no podía dejar de prestarle atención, lo cual me causaba problemas de atención y de actitud en la clase, ya que mi mente estaba tan confusa y rayada que hacía más esfuerzo por acabar con este sentimiento, que me hacía no lograr centrar mi atención en la clase, que por atender de verdad. Mi cuerpo, además, de forma disimulada, analizaba visualmente el cuerpo del chico, y sentía una incómoda excitación, a la vez de un extraño asco a su buena forma física, el cual (asco) yo no conseguía explicar. Me causaba excesivos nervios la sensación de querer ignorarle, no mirarle y olvidarle, que se mezclaba con la sensación de tener que estar mirándole, hablarle y demás, por la atracción incontrolable que sentía. Llevaba creciendo esta desesperación toda la semana, y apenas llevamos 5 días de clase, y yo ya estaba así. Además, me costaba acercarme a él, y hablarle, pero a la vez lo necesitaba. Al final era cuestión de que yo estaría rallado y ansioso todo el resto del curso.

Marc Ojeda

Breves Reflexiones de un Adolescente EnamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora