9. Memorias de Erick.

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~Narra Erick~

Había pasado casi un mes desde que mi pequeño me había colgado la llamada, la ultima vez que hable con él, y todo había cambiado. Ya el no era mi peque y por lo que pude ver en sus redes sociales ya había pasado página, y yo sigo aquí pensando en el día tras día , esperando a que de un día a otro aparezca en la puerta de mi casa y darme cuenta de que solo había sido un mal sueño, que nada ha cambiado y que él sigue siendo mío y yo sigo siendo suyo.

Pero por mas que lo intente no consigo imaginar que está aquí conmigo, veo nuestras fotos, videos y todo lo que hemos vivido y se me llenan los ojos de lágrimas, no, se me llenan los ojos de recuerdos, recuerdos y momentos que puede ser que no se vuelvan a repetir a no ser que yo haga algo. Y es que cada vez que lo pensaba mas y mas no me acostumbro a no tenerle a mi lado besándome, diciéndome que me quiere, echándome la bronca y sobre todo apoyándome en cada momento de nuestras vidas. A si que estaba decidido.

Me levanté muy temprano tenía muchas cosas que hacer, lo primero seria ir a hablar con Thaís y Sara ya que ellas sabrían donde está Pedro y necesitaba saberlo. Fui a casa de Thaís y allí estaban las dos y también otra chica que creo que es la novia de Sara. Empezamos a hablar y les conté cómo me sentía y lo que tenía planeado hacer. Ellas me dieron la dirección y me desearon suerte, ellas fueron las primeras en saber que yo amaba y amo a mi peque.

Lo segundo que hice fue sacar el billete con destino a Madrid, necesitaría tiempo a si que estaría allí dos semana.

Prepare la maleta con ropa, productos de higiene y todo lo que me haría falta para estas dos semanas. Acto seguido lleve a mi hermana a casa de los abuelos ya que ella se quedaría allí el tiempo que yo estuviera fuera, a lo que ella no puso resistencia ya que mis abuelos viven cerca de un río y también tiene muchos amigos que viven cerca de mis abuelos.

Mañana saldría mi vuelo, a si que hoy debería acostarme temprano.

Mire el reloj, las 5 de la mañana y no he podido pegar ojo en toda la noche, por los nervios pensando en todo lo que puede pasar cuando yo y mi pequeño nos veamos, pensando en su reacción y deseando que todo saliera bien.... pero inevitablemente también he barajado la posibilidad de que el ya se haya olvidado de mí y de que ya no sienta lo mismo que yo todavía siento por el.

Me prepare llame al taxi para que viniera, mientras yo terminaba de coger todo lo que me llevaría.

Me monte en el taxi y pusimos rumbo al aeropuerto, llegamos un poco antes, a si que desayune en una cafetería de por allí para luego embarcarme en el que posiblemente sea el viaje que más miedo me haya dado nunca, ya que de este viaje me encontraré con la persona de mi vida o posiblemente me haga más daño a mi mismo del que jamás me haya hecho, pero quien no arriesga no gana y yo estoy dispuesto a arriesgarlo todo por él, porque es la persona a la que amo y no he dejado de amar ni un solo segundo.

Siempre hay un pasado. (2do libro de la vida de un adolescente gay.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora