Iba a hablar cuando la mano de Alex tapó mi boca, me retorcí intentando soltar su agarre pero solo logré que se acercara más a mi.
-Quedate quieta al menos una jodida vez -murmuró- si nos escuchan, consideranos muertos.
No entendía nada y decidí quedarme tranquila, no se cuanto tiempo pasamos en esa posición hasta que el vampiro se separó lentamente sin dejar de mirarme a los ojos.
Aparté mi mirada ruborizada por la intensidad de la de el y simplemente se giró y comenzó a caminar.
-Vamos, te llevaré a casa.
-No, no y no -exclamé- tienes que explicarme que diablos acaba de pasar.
-Me estas dando una orden?
Me costaba seguirle el paso hasta que se detuvo y yo lo hice junto a el.
-Ehh... si? -dudé-
-Eso que estabas siguiendo Katherine, era un demonio -pasó la mano por su cabello- si no hubiera estado aquí fuera detectado tu aroma a kilómetros.
Lo miré interrogante y recordé lo que ocurrió en el bar.
-Ese chico me observaba mientras estaba con los chicos y me lo crucé... lo extraño es que no podía dejar de seguirlo.
Se quedó pensando unos segundos antes de seguir hablando.
-Siempre pasa lo mismo con los demonios, son serés hermosos y tienen una esencia que atrae de manera impresionante a los humanos. Debes tener cuidado con ellos.
-Pero si yo no soy humana...
-La mayor parte de ti lo es Katherine.
Me interrumpió y siguió caminando de forma más lenta, las calles estaban solas y era la noche más oscura que había visto en muchos días, una corriente de aire frío me causó un escalofrío lo que me hizo cruzar los brazos.
-¿Estas bien?
Levanté la mirada y el castaño me veía calidamente.
-Sí... -camine hasta su lado y continué- hacia días que no había tanto frio.
Continuamos caminando y mis dientes tiritaban. Decidí romper el silencio.
-¿Cómo sabias que estaba aquí?
-Decidí salir a caminar y sentí la presencia del demonio, luego te vi en tu fase de agente secreto y decidí ayudarte. -dijo divertido-
Bufé.
-Estaba todo controlado.
-Los latidos de tu corazón decían lo contrario.
-¿Puedes...
-Super oído, si, eso sí es cierto.
-Debe ser... genial.-murmuré-
-Sí, genial.
Sus respuestas cortas me molestaban, quería conocerlo y el no hacia más qje crear una barrera para impedirmelo.
-¿Por qué nunca te gusta hablar? -levanté una ceja-
-Creo que no soy muy amante de los temas humanos, no soy un adolescente, Katherine.
-Pues hablemos de ti.
Encogí los hombros y me senté en un banco. El volteó hacia mi y suspiró metiendo las manos en sus bolsillos y acercándose a mi. Se sentó a mi lado y me miró.
-¿Qué quieres saber?
-¿Qué es lo que más te gusta de ser vampiro?
Sí, es una pregunta cliché pero algo tena que decir.
ESTÁS LEYENDO
Opposite.
FantasyDesde el día en que nacemos todos nos dicen que es lo que debemos hacer, ten las notas perfectas, amigos perfectos, trabajo perfecto y pareja perfecta, pero esta bien ¿es lo correcto no?. Y es lo que queremos alcanzar , la llamada "Felicidad". Pero...