22. "Te veo"

12 1 0
                                    

Iba a hablar cuando la mano de Alex tapó mi boca, me retorcí intentando soltar su agarre pero solo logré que se acercara más a mi.

-Quedate quieta al menos una jodida vez -murmuró- si nos escuchan, consideranos muertos.

No entendía nada y decidí quedarme tranquila,  no se cuanto tiempo pasamos en esa posición hasta que el vampiro se separó lentamente sin dejar de mirarme a los ojos.

Aparté mi mirada ruborizada por la intensidad de la de el y simplemente se giró y comenzó a caminar.

-Vamos, te llevaré  a casa.

-No, no y no -exclamé- tienes que explicarme que diablos acaba de pasar.

-Me estas dando una orden?

Me costaba seguirle el paso hasta que se detuvo y yo lo hice junto a el.

-Ehh... si? -dudé-

-Eso que estabas siguiendo Katherine, era un demonio -pasó la mano por su cabello- si no hubiera estado aquí fuera detectado tu aroma a kilómetros.

Lo miré interrogante y recordé lo que ocurrió en el bar.

-Ese chico me observaba mientras estaba con los chicos y me lo crucé... lo extraño es que no podía dejar de seguirlo.

Se quedó pensando unos segundos antes de seguir hablando.

-Siempre pasa lo mismo con los demonios, son serés hermosos y tienen una esencia que atrae de manera impresionante a los humanos. Debes tener cuidado con ellos.

-Pero si yo no soy humana...

-La mayor parte de ti lo es Katherine.

Me interrumpió y siguió caminando de forma más lenta, las calles estaban solas y era la noche más oscura que había visto en muchos días, una corriente de aire frío me causó un escalofrío lo que me hizo cruzar los brazos.

-¿Estas bien?

Levanté la mirada y el castaño me veía calidamente.

-Sí... -camine hasta su lado y continué- hacia días que no había tanto frio.

Continuamos caminando y mis dientes tiritaban. Decidí romper el silencio.

-¿Cómo sabias que estaba aquí?

-Decidí salir a caminar y sentí la presencia del demonio, luego te vi en tu fase de agente secreto y decidí ayudarte. -dijo divertido-

Bufé.

-Estaba todo controlado.

-Los latidos de tu corazón decían lo contrario.

-¿Puedes...

-Super oído, si, eso sí es cierto.

-Debe ser... genial.-murmuré-

-Sí,  genial.

Sus respuestas cortas me molestaban, quería conocerlo y el no hacia más qje crear una barrera para impedirmelo.

-¿Por qué nunca te gusta hablar? -levanté una ceja-

-Creo que no soy muy amante de los temas humanos, no soy un adolescente, Katherine.

-Pues hablemos de ti.

Encogí los hombros y me senté en un banco. El volteó hacia mi y suspiró metiendo las manos en sus bolsillos y acercándose a mi. Se sentó a mi lado y me miró.

-¿Qué quieres saber?

-¿Qué es lo que más te gusta de ser vampiro?

Sí, es una pregunta cliché pero algo tena que decir.

Opposite.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora