Opposite.

7. ¿Dijo... Vampiros?

Cuando logre despegar la vista de su mirada penetrante, ninguna frase salia de mis labios mientras el se acercaba más a mí muy cabreado, lo que ya no se me hacia novedad.

Piensa.

Mi primera reacción fue intentar empujarlo y claramente no funcionó.

-Sólo aléjate, por favor -murmuré en un tono apenas audible- no entiendo de que hablas.

¿Por qué carajos quería llorar?

Por más que intenté evitarlo, una lágrima corrió por mi mejilla y rapidamente baje la cabeza intentado ocultarlo.
 
-Mírame -exigió-.

Al no recibir respuesta levantó suavemene mi mentón, no pude evitar soprenderme cuando mis ojos se encontraron con una mirada llena de...

Culpa?

Dirigió su mano a mi mejilla y limpió delicadamente las lágrimas que corrían por ellas, no podía moverme y no se si fue por el miedo, o por la corriente eléctrica que corría por mi cuerpo cuando me tocaba. Cerré mis ojos y solo pude escuchar un susurro por parte de el.

-Maldición.

Apartó su mano de mi rostro y ya para cuando abrí mis ojos había desaparecido, dejándome sola en medio del pasillo y con un sentimiento de vacío creciendo en mi pecho.

Definitivamente estoy volviendome loca.

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-Crees que me quede bien el vestido rosa? Nono, mejor usare la falda vinotinto.

La rubia no paraba de hablar de la cita que tendría el sábado con el moreno de la clase de historia quien ahora tenia nombre, Mason. Yo solo asentía mientras caminaba a su lado distraida pensando en lo que acababa de ocurrir hace diez minutos en el instituto, y Josh caminaba detrás de nosotras metido en su móvil buscando pokemones. O algo así escuché.

-Sólo digo, diablos tienes que conocerlo Kat, es muy dulce, te caerá muy bien -sonaba demasiado animada y yo solo me limité a sonreir- podríamos salir los tres.

-Sí claro, podríamos  -de mi boca salió  una risita estúpida, intentaba sonar feliz por mi mejor amiga, pero no podía concentrarme-.

-Adiós chicos, hablamos por Whats Kat - Dijo con voz chillona y despidiéndose con un beso en la mejilla giro a su cuadra, dejándonos solos a mi y a Josh-

-Ahora si dirás que algo te pasa?- giré rápidamente hacia el y note que me miraba fijamente-.

-No me pasa nada, solo estoy... cansada -hable intentando ser convincente- si, es eso.

-Es por el chico este...-hizo una pausa- Alex, es su nombre no?.

Es que acaso no buscabas muñecos?.

-Qué? NO, por qué tendría que pensar en el?- hice una mueca intentando ocultar el efecto que hacía en mi hablar de él-.

-Vamos Donovan, te he pillado observando al chico- habló divertido- y por lo que veo te llama mucho la atención- agregó  levantando ambas cejas-

No, no es divertido Anderson.

-No seas idiota- Fingí un risa poco convincente y lo golpeé el hombro- ese chico me da escalofríos.

-Cómo digas, Kat- puso los ojos en blanco y sono su celular-

¡Gracias señor!

-Hola amor... donde?... intentare llegar... si... te amo - cortó y volteó a verme- qué?

-Iu- Fingí arcadas mientras el reía-.

-Oye Kat te molestaría si te acompaño hasta acá?  Ámbar me ha dicho que esta en el café que queda acá atrás.

Oh claro, no me molesta que me pidan ir al centro del pueblo y que luego ambos me abandonen en medio de la nada.

-Tranquilo ve- sonreí- nos vemos el lunes.

Nos despedimos con un abrazo y comencé a caminar camino a casa.

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La calle se encontraba vacía debido a la fuerte lluvia que se avecinaba, las hojas caían gracias al fuerte viento helado que calaba hasta mi huesos y yo, bueno, me iba a mojar. No lograba localizar a ninguna persona regresando del trabajo o a alguno de los vecino trotando como lo hacía habitualmente. Sólo habían árboles a mi alrededor.

Las gotas comenzaron a mojar mi cara y yo ya estaba resignada a llegar empapada a mi hogar, solo me hacía sentir mejor el hecho de acurrucarme con una buena taza de chocolate y un libro en el sofá junto a la ventana.

La gloria me espera.

De repente, la sensación de ser observada me puso nerviosa y al voltear a todos lados y no encontrarme con nadie, decidí intentar calmarme y acelerar el paso, un fuerte trueno me hizo dar un salto, y escuche el crujido de una rama detrás de mi, miré hacia atrás encontrándome sola.  Decidida a seguir mi camino volteé hacia adelante chocando con un cuerpo fuerte que me hizo caer al suelo.

Levanté la mirada y un jadeo salio de mis labios, era un hombre, blanco como la luna, de cabello rubio y ojos color rojo.

Qué?

Me observó fijamente y  el terror se apoderó de mi cuerpo, reaccioné y me levante rápidamente. El dió un paso hacia mi e instintivamente yo di uno hacia atrás.

-Al fin te encuentro, Katherine -sonrió dejando ver un par de largos colmillos-  no sabes desde cuando he intentado dar contigo.

Su voz daba escalofríos.

-Aléjate de mi -Al fin logre decir-

Sí es una jodida broma, juro que los mataré a todos.

-Qué te ocurre, es que ya no me recuerdas? -Comenzó a reir y de repente inhalo cerrando los ojos- es cierto que tu aroma es exquisito, ya veo por qué eres tan especial.

Mi pies no se movían del lugar y mi respiración comenzó a fallar cuando se acercó a mi, lentamente colocó mi cabello de lado y comenzó a oler mi cuello.

Esta mierda no puede ser cierta. No quería morir a manos de un jodido psicopata.

- Será mejor que la sueltes y te retires antes de que lleguen los demás                -escuché una voz detrás de mi y di un respingo- no me puedo meter entre asuntos de vampiros y lobos, pero creeme, si no sueltas a mi protegida ahora mismo, no me temblará el pulso para entregarte a ellos.

Protegida?  Esperen, dijo... Vampiros?

Definitivamente me golpeo un camión y debo estar en el hospital en estado de coma. Si, es eso.

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Espero que les guste la historiaaa,  y si es así,  voten porfa :) sino no tiene sentido que continue con esto.

En la multimedia: Josh Anderson.