Capítulo 1

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Editado.

Me encontraba contemplando el hermoso paisaje que Japón me brindaba a través de la ventana del auto, cuando pequeñas gotas de lluvia empezaron a caer del oscuro cielo.
Solté un suspiro lleno de anhelo al ver lo hermosa que se veía la luna y las estrellas.

Hace unas horas mis padres y yo habíamos llegado de Londres; había sido un viaje largo y todos nos encontrábamos cansados, ya que estuvimos más tiempo de lo previsto en el aeropuerto, pero a pesar de mi cansancio, por primera vez en años me encontraba realmente feliz y emocionada gracias al gran cambio que mis padres me permitieron hacer.

Después de tanto insistir y rogarle a mi padre que me dejara asistir a una escuela, como cualquier niño normal, me permitió inscribirme a la Academia Seiyo. En cuanto acaben las vacaciones entraré a sexto grado y aunque tal vez a algunos les parezca una tontería, para mi ha sido uno de mis más grandes sueños desde que tengo 7 años.

Cuando era pequeña solía querer hacer feliz a mis padres, me encantaba hacer pequeños trucos de magia, hacer caras graciosas y contar chistes malos; gracias a eso nació mi primer chara.
Emiko se presentó ante mi cuando yo tenía unos 5 años y resultó ser una compañía agradable y divertida, pero con el tiempo Emiko regreso a su huevo gracias a la desaparición de mi deseo por hacer feliz a mis padres.
La verdad es que les guardo algo de rencor y ya no soy cercana a ellos como lo era antes. A los 7 años me prohibieron ir a una escuela y hacer amigos de mi edad, siempre querían tenerme encerrada y rara vez me dejaban salir, me sentía como una prisionera, es por eso que Emiko regreso a su huevo y fue remplazada por una nueva chara.
Kano fue un gran apoyo para mi y me explico muchas cosas, como que ella había nacido de mi deseo de volver a ser libre y sentirme independiente, y el porque Emiko se había ido. También hizo mis días menos solitarios y me subía el ánimo cuando estaba triste.

Cuando me dieron la autorización para inscribirme en una escuela, milagrosamente Emiko volvió a salir de su huevo y a los días nació Dai. Estaba realmente conmocionada cuando la vi salir del huevo, ya que considero que tener tres charas es demasiado. Pero hay algo que aún no logro entender, y es la cuestión de no saber de que deseo se alimento para lograr nacer. Dai no habla mucho así que no me explico casi nada, aún así me hace feliz tener más compañía, ellas son como mis pequeñas amigas y logran animarme rápidamente.

Justo ahora están descansando en sus huevos porque están tan agotadas como yo, durante todo el viaje en avión y nuestra estadía en el aeropuerto, no dejaban de jugar y de parlotear. No suelo hacerles caso cuando estoy en público o cuando mis padres están presentas, no quiero que me vean raro y me consideren "extraña" por hablar sola o algo así.

Al poco tiempo me quedé dormida en el asiento trasero del auto.





-Haru levántate ya llegamos- escuché que alguien me hablaba suavemente mientras agitaba mis hombros.
Abrí lentamente mis ojos y vi la cara de mi madre en frente de la mía.
-Tu padre y yo ya hemos bajado las maletas, bájate del auto tienes que ir a dormir.
Me frote los ojos y algo (muy) soñolienta agarré la pequeña mochila en donde siempre guardaba los huevos de mis charas para después bajarme del auto y seguir a mi madre dentro de lo que parecía ser un lujoso edificio.

Junto con mi madre tomamos el elevador y nos dirigimos al piso número 14 (el edificio tenía 20 pisos en total más la terraza).
Al llegar a nuestro piso asignado solo fuí capaz de ver dos puertas en el ancho pasillo, lo que significaba que la mitad de todo el piso era de nuestra propiedad.
Mamá se acercó a la puerta #312 e ingresó una contraseña. Antes de pasar pude notar que nuestro apellido estaba justo debajo del número de la habitación.
Suzuki.

Al entrar todo se veía muy amplio, limpio y bonito. Me hubiera gustado más vivir en una casa que en un apartamento, pero no podía quejarme si lucía así de bien.
Mis padres se fueron directamente a dormir y yo hice lo mismo.
Me dirigí a la que supuse era mi habitación y dejé caer mi mochila en mi cama. Pude contemplar mis maletas a un lado del armario y muchas cajas por todo el piso de la habitación, me prometí que empezaría a acomodar todo mañana, hacerlo ahora me daba pereza.
Saque los huevos de mis charas de la mochila y los acomode a un lado de mi almohada.

Me puse mi pijama, me lavé lo dientes y después por fin apague las luces para dormir.
Esta última semana de vacaciones sería la más larga de toda mi vida. Y con ese pensamiento me quedé dormida.




Bueno, aquí les traigo el primer capítulo editado. Como pueden ver cambié muchas cosas. El nombre de la protagonista, la apariencia, la cantidad de charas que tiene y sus nombres también.
Espero que les guste.

La verdadera dueña del hompty lock (Ikuto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora